Macarena Mali: "pintar me sirve para repensarme"
Su mayor obra en Castelar, realizada en conjunto con la artista Nati Andreolli, está casi oculta a la mayoría de la ciudad, pero tiene la mirada de todo aquel que viaje en el Sarmiento ya que está en un punto estratégico de su trazado, a metros del paso a nivel de la calle Zapiola. Otra gran obra enmarca la esquina de Espronceda y Drago en Castelar Sur. Acompañan su rúbrica otras artistas reconocidas de la ciudad como Fio Silva y Nati Andreoli.
“Pintar es una búsqueda, es lo más importante, me sirve para repensarme y repensar muchas cosas, es una herramienta de encuentro con otros, es como lo más importante que tengo”, destacó Macarena Mali consultada por Castelar Digital.
Su vínculo con el arte comenzó en la adolescencia, la vocación la llevó a inscribirse en escuelas con orientación artística para aprender desde el aula el oficio de pintar. Así transitó por el colegio de Bellas Artes Rogelio Yrurtia de la Ciudad de Buenos Aires y también por el Colegio Elvira Sullivan de Merlo.
“Generalmente todos los nenes dibujan y nunca dejé de dibujar y pintar. Empecé a hacer murales con un grupo de amigos a los 17 años. Ellos hacían grafitis, pintaban, me encantaba. Yo no hacía grafitis pero iba con ellos, por Padua, por Merlo. Y de a poco fui haciendo murales, y cada vez haciéndolo más”.
Fue en el vecino partido de Merlo cuando liberó su impronta sobre la pared y comenzó con los murales y las pinturas a gran escala: “La primera vez fue un festival en Padua, un concurso, me encantó participar de eso, no fue EL mural, porque fue el primero, pero me encantó. Fue un antes y un después. Me es difícil pensar cuál es el mural que más me gusta porque es una búsqueda, siempre estas pensando en el que sigue, es mas lo que siento pintando que el resultado, que el mural”.
Mundos mágicos, fantasías animales, espacios distintos a los originales. En los murales de Mali se descubre su mirada fantástica sobre cada pared: “Me interesan mucho las plantas, la figura humana, a veces aparecen animales acuáticos, peces, todo lo que tiene que ver con los pantanos, como que no recibe tanta luz, un fondo, y todo siempre remitiendo a lo mágico, me gusta agregarle algo que no tenga que ver con la realidad, ojos, o tentáculos, algo medio mutante”, describió su obra. Distintos espacios culturales del oeste cuentan también con la pluma de Mali, se puede ver uno de sus murales en El Balcón y también en Ituzaingó en el Terrero Estudio para el festival Big Mama. Por las calles del oeste y sus paredes también hay obras de otros muralistas destacados, la lista incluye a los vecinos DAME, David Ojeda, Buda, Fio Silva, Nati Andreoli, entre otros.
El proceso mismo de la creación del mural tiene dos inicios. El primero en el boceto de la artista, la idea con la que llega al lugar. El otro momento es el encuentro con la pared, con el soporte de su obra. En muchos de los casos la pared necesita una preparación previa: lija, enduído, retiro de clavos, cables o alambres, base gris o blanca, para luego comenzar con el dibujo en sí. “Siempre tiene que ver con algo que me interesa hacer, también tiene que ver el contexto: qué pared, donde está, para quién es. Y en base a eso voy armando la idea, el boceto del proyecto. Me gusta ir a ver la pared, a ver qué me remite. A veces dibujas y cuando vas a la pared cambia. Igualmente podes tener un boceto pero me gusta que no vaya a quedar tal cual, sobre todo si es trabajando con otros, siempre se va modificando y eso está buenísimo. Por ejemplo El de la fuente (Zapiola) estuvo difícil, porque pasaba el tren, el terreno era muy angosto, en desnivel, tuvimos que sacar cables, alambres, no se podía poner andamios, todo con escalera, fue incómoda pero estuvo buena igual. Nos llevó en total unos diez días, porque intercalamos con otros trabajos”, señaló Macarena Mali.
Ese mural fue el que mayor respuesta obtuvo en los vecinos y en los usuarios del Ferrocarril Sarmiento quienes les han manifestado su gusto y felicitaciones a través de Instagram.
“Todo el tiempo estoy viendo lo que están haciendo otros muralistas, intento ir tomando algo de todo eso, que me remita pero ir haciendo nuevo. Me copan todos los artistas que están en constante accionar y en movimiento e intento ir perfeccionando la técnica. Por estos días están surgiendo cosas nuevas, estoy empezando un mural en Castelar Norte. Me gustaría poder viajar y que el motor sea la pintura. Conocer otras personas que hacen los mismo que uno y vivir de esto”, finalizó la artista.
Su obra y el desarrollo de cada mural se puede conocer a través de su Instagram.
Entrevista y fotos: Gabriel E. Colonna
Redacción: Leandro Fernandez Vivas