Castelar Digital: 10 años con los protagonistas de la ciudad
Las casas bajas, en su mayoría chalets de tejas rojas, eran la edificación típica y característica del lugar. Por las noches, unas decenas de bares transformaban las calles del centro, en el lado norte, y los jóvenes deambulaban transformando algunas intersecciones en pasos peatonales. Las bandas de rock, siempre características de la zona, tocaban en casas o bares. Pocos clubes las aceptaban y recién comenzaban a hacerse presentaciones en espacios abiertos auspiciados por el municipio.
Castelar hace diez años era distinto a como se lo ve hoy en día. En tan poco tiempo se dieron cambios gigantes que transformaron el perfil de la ciudad sin hacerle perder su espíritu de pueblo. Hace diez años nacía en la web el portal Castelar Digital con el fin de mostrar las historias, personajes y sucesos de la creciente ciudad.
Desde aquel 2004 hasta hoy, el medio zonal incrementó sus lecturas gracias al caudal informativo que lo lleva a tener más de 300 notas publicadas, las que conforman el archivo de Castelar Digital y son el bagaje cultural de la ciudad, que puede consultarse desde el buscador del sitio o rastrear desde Google.
En aquel año la ciudad contaba con una gran movida nocturna de bares y boliches, pero faltaban espacios verdes y centros culturales. En solo una década esto cambió y hoy posee dos plazas céntricas y una infinidad de casas y rincones que acogen a los artistas de la zona y reproducen obras y encuentros culturales.
La Plaza Cumelén es uno de los principales cambios. Contrasta con aquellos años en donde no era más que un baldío, un sector ferroviario abandonado donde las ratas se paseaban entre los rieles oxidados y un par de vagones de cargas condenados a pudrirse y desaparecer. Uno de esos vagones hoy forma parte de la misma Cumelén, que se transformó en uno de los principales puntos de reunión de la ciudad, generando identificación con la patria chica, amistad y el sentimiento de pertenencia que une a toda la comunidad.
La Cumelén no fue la única plaza. Con los años se inauguró otro espacio verde en la intersección de Arias y Santa Rosa. También el parque en el perímetro norte de la Base Aérea de Morón, sobre la calle Santa María de Oro. La última fue la Plaza Seca, ubicada en Martín Irigoyen y Rivadavia, siendo un espacio de esparcimiento a metros de la estación y en pleno centro de la zona sur. Entre los espacios verdes que surgieron en los últimos diez años se destaca la Reserva Natural Urbana, que sin estar más alejada que 20 cuadras de la estación, le permite al vecino entrar en contacto con la naturaleza y conocer cómo era la vegetación en la zona antes del avance de la urbanización. También, en este período se puso en valor el Jardín Botánico Ragonese, ubicado en el INTA, el que guarda y estudia todas las especies de plantas y árboles de la zona.
La ciudad también creció en altura, en vecinos y en edificios. Desde el 2008 y ya concretamente en 2009, la ciudad vivió un boom inmobiliario que se tradujo en edificios y obras en todas las manzanas cercanas a la estación. El cambio de fisonomía también trajo aparejado el aumento de habitantes, la extensión del centro comercial, entre otros aspectos.
Tras la época de bares, la ciudad perdió sus principales comercios nocturnos, pero fueron remplazados como puntos de encuentros para la juventud de Castelar por centros culturales y espacios dedicados al arte. Así, a diferencia de hace diez años donde los escenarios eran apenas un puñado, hoy se disfrutan Domus, El Balcón, la Kasataller Budapest, Herminia, El Faro Multiespacio entre muchos otros. Destacan también la aparición de grupos de artistas que se han desarrollado en estos centros o en Sociedades de Fomento como la Union Vecinal Arias y Jonte o La Salita. Algunos de ellos son Teatraje, Umbra Et Imago, Pinta el Bardo o DyC teatro independiente, el grupo de stand up Un Poco Nos Pasa, y bandas de rock, algunas nacidas antes pero que vieron expandir su música en estos años, como Ella Es Tan Cargosa, Viviana Scaliza, Cymbaline, Skabarú y luego Kodazo, Goyi Alzaibar Trio, entre otras.
Durante los últimos diez años Castelar Digital acompañó el pulso y crecimiento de la ciudad presentando a los vecinos que a pulmón, esfuerzo y compromiso fundaron las instituciones que le dieron vida y forma al pueblo, como también a aquellos que por sucesos fortuitos, por logros o por su impronta son parte de la historia colectiva de la comunidad de Castelar. En estos diez años aparecieron las redes sociales que ayudaron a comunicar a los vecinos, se conozcan o no. Así Castelar Digital sumó su presencia en Facebook, Twitter y en Youtube, sumando miles de seguidores quienes se enteran de las novedades de la ciudad por esa vía, o bien a través del servicio de Newsletter, en donde 3500 suscriptores reciben por mail el resumen de noticias de su ciudad.
Nacido del ingenio y las ganas de Gabriel E. Colonna, el portal sigue sumando seguidores, amigos y vecinos quienes cuentan su historia, sus anécdotas, y sus vivencias. Tal es el caso de Dante ( “el pibe del pasaje los Incas”), quien desde España envía sus anécdotas en Castelar, donde vivió hasta sus 26 años, y muestra un panorama distinto de la ciudad que conocemos. Entre los vecinos que colaboran con sus producciones también están Ricardo Cohen, Ignacio Trejo, Pablo Cristin, Jorge Colonna y Cristina Talarico, entre otros que con sus cuentos y relatos han nutrido la sección Rincon Literario. Otro vecino que colabora con el portal es el Periodista Leandro Fernández Vivas, quien encontró en Castelar Digital el espacio para plasmar su aprecio por su ciudad natal y las historias de sus habitantes, protagonistas de las notas del portal.
En diez años, no todas fueron buenas noticias. Desde aquel Castelar casi sin espacios verdes, al de hoy, transcurrieron distintos sucesos que marcaron a la ciudad. Unida desde sus orígenes al ferrocarril Sarmiento, padeció aquel fatídico choque contra la estación de Once donde fallecieron 52 personas, de los cuales algunos eran vecinos de la zona. Ligado a este accidente, el año pasado debió ser el desafortunado escenario de otro accidente de trenes, donde a la altura de Lobos y Rivadavia, dos formaciones colisionaron causando la muerte a dos persona e hiriendo a decenas de pasajeros. También la zona sufrió el azote de los fuertes vientos del tornado de semana santa del 2012 en donde todo el oeste vivió el vuelo de techos, la caída de postes y árboles y destrozos nunca antes vistos.
En estos años también muchos vecinos, protagonistas de la Historia de Castelar fallecieron dejando una huella imborrable en la comunidad, tal es el caso de Julio González, Ricardo Passano, Noemí Pérez, Carlos “Napo” Ciuffardi y Manolo, de Alem Pizza y Café, entre otros vecinos inolvidables.
Diez años han nutrido de anécdotas e historias cada una de las notas. De encuentros y desencuentros, de charlas interminables y de datos únicos, difíciles de plasmar en la web, o que por su importancia quedan guardados en el corazón. Diez años de crecimiento y amistad que desbordan los límites de un medio zonal que nació para contar y preservar el valor de cada vecino que conforma la comunidad de Castelar. Hace diez años nuestra ciudad era distinta, paso a paso creció y se transformó, con errores y aciertos, en la ciudad que hoy corona el Oeste, con sus plazas, sus calles y sus vecinos. Castelar Digital está desde entonces acompañando ese crecimiento. “Castelar Digital trasciende mi persona, es un proyecto que crece con la colaboración de todos y es un espacio donde todos tenemos un lugar para compartir y mantener viva la historia, cultura y eventos sociales de la ciudad”, resumió Gabriel Colonna.
La historia misma del portal se puede consultar en sus contenidos. La historia de la ciudad también, en el relato de sus protagonistas.
Redacción: Leandro Fernandez Vivas