La Casa del Poeta es un paso ineludible para el amante del teatro en la zona Oeste. Nacida del ingenio del actor y director Osvaldo Milano Arrieta, presenta un espacio para el crecimiento artístico y profesional de los actores de la Zona. Con gran influencia en las localidades vecinas, como ser Castelar, Haedo, Ituzaingó, sabe de obras autóctonas, de shows de Buenos Aires y de actores de la talla de Lito Cruz, por ejemplo, que la han elegido para presentar obras y conocer colegas.

Osvaldo Milano fue un actor reconocido en la zona. Amante del teatro y la literatura, soñó con un espacio propio donde poder llevar adelante talleres y obras. Su propia casa comprometió para transformarla en una de las salas de más renombre en la zona. Osvaldo falleció en 2008, cuando La Casa estaba pronta a cumplir diez años de Historia. Quienes fueran sus amigos y discípulos continúan con la sala, ampliando su oferta de cursos y talleres.

Entre mates y bajo la mirada de las fotos que adornan la galería principal de la Casa del Poeta, Jorge Abolio, Graciela Pereyra, Daniel Pérez y Alejandro Antonio relataron a Castelar Digital la génesis de la casa de Osvaldo.

“Él era esencialmente actor y poeta. Era de Morón. Se acercó al teatro a los 15 para integrar el elenco del Teatro Municipal y no se alejó nunca más”, comenzó narrando Graciela, como si la historia de su amigo se tratara de la de un prócer del arte. “El sueño de toda su vida es esto que ves acá. Él quería abrir un espacio de teatro. Esta era su casa y la transformó en esto”, destacó Jorge.

La Casa del Poeta abrió sus puertas por primera vez el 30 de noviembre de 1998. Tímidamente fue ganando lugar y espacio. La primera obra fue “Nuestras miserias bien guardadas”, actuada y producida por el grupo ‘Los de la pieza de arriba’. Esa noche fue una fiesta que contó con el apadrinamiento de dos íconos de la actuación argentina, Lito Cruz y Inda Ledesma. Cruz, hasta llegó a elegir La Casa para estrenar sus obras antes de llevarlas a Buenos Aires. También son padrinos, el vecino de Castelar Alberto Luis Ponzo y Alba Correa Scandell, representantes de la literatura de la zona.

La idea original se concretó con talleres de distintas disciplinas y la posibilidad de transformarse en un escenario apto para las presentaciones de los vecinos, las bandas de la zona, y el crecimiento de los grupos teatrales.

Osvaldo vio crecer su Casa y conoció su apogeo, pero falleció en 2008, apenas meses antes de que la sala cumpliera su primera década. Lito Cruz, consultado por Castelar Digital, recordó cómo fueron aquellos años con su amigo, y cuál es la importancia de La Casa del Poeta para la región. “En varios kilómetros a la redonda no hay un teatro como el de Osvaldo. Siempre sentí una gran admiración por él. Esa calle en Morón, tiene vida por el lugar que puso Osvaldo. Lo mantienen los muchachos que aman el teatro independiente”, destacó el actor al que se lo vio hasta hace unos meses en la pantalla chica en la tira Sos Mi Hombre y también en 2011 interpretando a Oscar Nevares Sosa en El Elegido.

“En el Conurbano, la droga y la delincuencia ganan la calle, y este lugar, en contraposición, trae luz. Los chicos del barrio pueden probar su vocación, música, pintura, actuación, literatura. Cubre todas las artes. Es la utilidad que le da la comunidad, el barrio. Conozco mucha gente que va desde Buenos Aires a ver obras a la Casa del Poeta, pero también va mucha gente de Morón que no iría a otros lugares a ver obras de calidad”, destacó el actor y finalizó, “el Teatro Independiente agradece a la Casa del Poeta por tener ese lugar de Morón. Gran parte del teatro argentino surge del teatro independiente, que alimenta el teatro nacional, el comercial y nos proyecta en el mundo como representantes del arte latinoamericano”.

Tras la muerte de Osvaldo, la administración quedó a cargo de los cuatro artistas. Desde hace 5 años, Jorge, Graciela, Daniel y Alejandro llevan adelante el proyecto, manteniendo el legado: “Osvaldo era autodidacta. Aprendió arriba de las tablas, en una época viajó mucho por Centroamérica. Tuvo una vida muy interesante, era muy generoso con los actores y sus colegas literatos, y de brindar ayuda a gente de la zona. Venían actores y se quedaban a vivir acá en la casa, hasta actores cubanos vinieron. A Osvaldo no le interesaba el dinero, la inversión que hizo acá, la gente que no entiende de arte no lo comprendía. En aquella época los actores se hacían actuando”. En concordancia con esa premisa, la Casa brinda talleres de distintas disciplinas, en su mayoría, apuntadas a formar actores y nutrirlos de herramientas. Destacan las clases de Música, Teatro, Literatura y Dibujo. El valor de los talleres se manifestó en la entrevista, cuando Alejandro Antonio debió alejarse del grabador para cumplir con las clases de música.

 Los actuales administradores fueron amigos y compañeros de Osvaldo Milano. Lo conocieron en teatros o de la mano del actor Daniel Zabala, quien recorriera con sus obras las salas de Castelar y alrededores y llegara a ser Director del área de Cultura del Municipio de Morón. “Con Osvaldo llegamos a ser amigos, por el modo de hacer teatro, el respeto al público. Nos teníamos mucho respeto”, recordó Graciela y continuó, “llegue a dirigirlo, y él, con la grandeza que tenía, se dejaba dirigir y marcando al otro, permitiendo que otros se luzcan en el escenario”.

La Casa se mantiene viva gracias al empuje de estos cuatro amigos, quienes proyectan que siga creciendo. “Nos ocupamos de todo lo que signifique tener este espacio abierto. Programando, trayendo espectáculos, hablando con los elencos que quieren venir, incentivando talleres, tratando de ampliarlos: Alejandro abre taller de guitarra, también tenemos de canto, dentro de teatro también hay clown. En la casa hay espectáculo de diferentes géneros y música”, señalaron Daniel y Jorge. “Estamos tratando de abrir un espacio literario con Alberto Rampoleni, reconocido en la zona.  Es muy difícil mantener este espacio abierto, que debe tener un gasto anual de 70 o 80 mil pesos, hay cosas que la gente no imagina, pero hay un seguro para cualquier persona que ingrese a la casa. La habilitación de bomberos, los planos, las entradas, matafuegos, luces, una contadora, una persona que hace la limpieza, y eso que hay mucha gente que trabaja ad honoren, hasta los que atienden el bar, que además son los anfitriones”, destacaron. El esfuerzo permite acomodar a 90 personas en el público. En muchas oportunidades deben compartir mesas lo que ayuda a la comunicación entre los visitantes y que se generen grupos de afinidad. La casa está adornada con fotos históricas de Morón, de las distintas obras que se han presentado en el lugar, de vecinos y amigos.

De cara a las futuras vacaciones de invierno, la sala se prepara con varias obras. Algunas pensadas para los más chiquitos, otras para toda la familia, y también otras para el público adulto. “La temporada próxima más importante son las vacaciones de invierno para los chicos. Si bien para Morón, tenés el Teatro de Municipal que es gratis y por eso es difícil pelearle, vamos a trabajar mucho. Graciela va a hacer una semana con su espectáculo “Aires de China” que es un espectáculo nacido acá, es una Producción de la Casa del Poeta”, del grupo D&C. Después hay títeres, de Yesca, que hacen marionetas que son maravillosos. Ya se estrenó, pero este año esta reformado, es interesante; las marionetas, la escenografía en miniatura, es una maravilla. Es muy difícil trasmitir desde una marioneta, igual al prestarle la voz le prestan los sentimientos, están actuando a través de la marioneta. El que ya vio la obra, conoce a los personajes pero los ven en otras situaciones, así los niños a través de los años van siguiendo a esta familia con hilos. Imaginate qué bien están hechos que los titiriteros están en escena, no están escondidos, pero los niños se compenetran tanto que no se dan cuenta”, explicaron a este medio”, se explayaron.

Otras obras a presentar en los próximos días serán Laberintos, basada en un cuento de Alberto Rampoleni, Silencio a 4 voces y también se podrá ver Al Carajo Clowns, la que fue galardonada en varias oportunidades y con la que el grupo de actores llegó a competir en encuentros y festivales a nivel regional, provincial y nacional.

La Casa del Poeta continúa siendo un lugar de referencia y crecimiento para los artistas de la región. Con el empuje de Jorge Abolio, Graciela Pereyra, Daniel Pérez y Alejandro Antonio, junto con la ayuda de Carlos y Cristina Milano, el sueño de Osvaldo Milano sigue vivo en el corazón de Morón.

Entrevista: Gabriel E. Colonna
Redacción: Leandro Fernández Vivas
Fotos: Gabriel E. Colonna y La Casa del Poeta