"Los Crímenes de Castelar" de J. Colonna tienen nueva versión
Bustos, domiciliado en Álvarez Jonte y Malvinas Argentinas, es un ex sargento de la policía bonaerense, exonerado por gatillo fácil, obsesionado con vengar la muerte de su hijo. Por su parte, Domecq es un periodista jubilado que vive en Lincoln al 700 (cerca de la sede de UVAyJ) y trabaja como freelance para Castelar Digital. Completa el equipo La atractiva Anahí Aberanda, la eficiente comisaria que debe investigar los crímenes ocurridos en Castelar.
Luego del secuestro de un bebé en Machado y Jonte, seguido de un tiroteo en Sarmiento y Cañada de Ruiz, se suceden una serie de asesinatos: el primero en el estacionamiento del shopping Plaza Oeste, el segundo en San Pedro y Colectora, el tercero en el Parque Gorki Grana y el cuarto frente a la cancha de Los Matreros.
Mientras la comisaria sigue una pista que la lleva a Fuerte Apache y a la villa Carlos Gardel, Domecq y Bustos detectan similitudes entre estos crímenes y los cometidos por un asesino serial apodado “Zodiac” en California.
Ya desde el título, la ciudad de Castelar se proyecta en el desarrollo de la novela. Los personajes almuerzan en Tarzán, fueron al colegio Alberdi o al Sofía Barat, son clientes del Surco Loco, frecuentan bares de la calle Santa Rosa, comen empanadas de Don Antonio, se atienden en la peluquería Siempre Tuyo y concurren al espacio de arte Domus. Será necesario leer la novela para saber cuál es el rol o importancia de cada institución y comercio en la resolución del crimen que dispara la trama.
En “Los crímenes de Castelar”, Jorge Colonna entreteje periodismo y literatura; ritos satánicos y exorcismo; sicarios y mafia china, en un atrapante thriller. Desde el punto de vista literario, esta Nueva Versión ofrece un collage de material narrativo de diversa naturaleza: incluye fragmentos de un diario íntimo, notas periodísticas de diversos medios de comunicación de la zona Oeste, cartas de lectores, informes policiales, pericias informáticas, entrevista a un cura exorcista y extractos de textos satánicos. El lector se encontrará frente a una gran variedad de voces que recrean al Castelar actual.
Jorge Colonna no se considera un escritor y argumenta que se inició en la escritura casi por casualidad. Primero desde el humor, narrando para sus amigos el diario de un campamento que realizó en Esquel, y luego redactando informes empresarios sobre Economía para una empresa multinacional, aunque ahora, a la distancia, reconoce que aquellos informes sobre la hiperinflación argentina tenían un toque de “ciencia ficción”.
A los 58 años, una jubilación adelantada le permitió dedicarse de lleno a la escritura: “Como carecía de formación literaria, cuando intenté volcar mis vivencias en una hoja en blanco sentí la necesidad de asistir a un taller y elegí el de Marianela Beade Harbin. Recién entonces comencé a ‘escribir para que me lean’. Con el tiempo, decidí compartir esa enriquecedora experiencia y mis textos comenzaron a aparecer en la web, en libros propios (Ficciones Otoñales) y en antologías publicadas aquí y en España”, explicó el vecino a Castelar Digital.
Entre las publicaciones llevadas adelante por Jorge Colonna se destaca la que hizo tras la convocatoria de Fernando Bonsembiante para el libro Historias del Movimiento Anárquico Organizado de Agitación Surrealista. “Se trató de una especie de ejercicio de ‘cadáver exquisito’ en el que varios autores participaron con un cuento, entrelazados entre sí, pero sin saber qué escribía el otro, siendo Bonsembiante el encargado de ordenarlos y unirlos en una sola trama. Fernando tuvo la generosidad de invitarme a participar en su libro. Fue una experiencia enriquecedora y, fundamentalmente, divertida. Fernando Bonsembiante fue un personaje muy importante en el quehacer cultural de Castelar”, destacó.
“Los temas de mis cuentos y novelas me aparecen por azar y suelo dejar recordatorios con las palabras claves. La mayoría de las veces ese recordatorio es un anotador que está en mi mesa de luz. Cuando decido darle forma al relato lo hago directamente en la PC y no paro hasta llegar al final, aunque sólo sea el esquema de una primera versión abreviada. Luego, dejo el texto ‘en maceración’ durante unos días y recién entonces acometo la corrección final. Generalmente evito releer mis trabajos publicados porque en cada lectura me surgen deseos de hacerles cambios. Es por eso que de muchos relatos tengo más de una versión”, explicó Colonna sobre su método.
“Escribir me genera sorpresa, ansiedad y placer. Sorpresa por la imprevista irrupción de imágenes mentales con escenas que me piden ser contadas. Ansiedad por encontrar la forma de plasmar adecuadamente esas imágenes en palabras. Finalmente, el placer de poder compartir una historia que sólo existió en mi imaginación”, finalizó el artista.
La Nueva Versión de “Los Crímenes de Castelar” ya se puede descargar y leer al pie de esta nota en Castelar Digital.
Entrevista: Gabriel Colonna
Redacción: Leandro Fernandez Vivas