Un Árbol, la Lluvia, un Barco: metáfora sobre el escenario
Con la dirección de Alejandra Sánchez, Música de Guillermo Cácharo, Escenografía de Diego Prenollio y Julieta Saavedra y las actuaciones de Mailén Cárdenas, Cora Elía, AntonellaGalli, María Guerra, Cristina Lovay, Mara Morettini y Agustín Ordiales, la obra es una creación colectiva emanada de la Compañía Ostinato que posee un fuerte vínculo con el grupo teatral Teatraje y que lleva adelante ya su tercera producción. La primera fue ´Solo Ostinato´, hace casi diez años, luego fue el turno de ‘Los que merecen ser amados’ y ahora llegó el turno de Un Árbol, la Lluvia, un Barco: “la obra habla del dolor, de la resiliencia, de cómo transitamos el dolor, cómo lo transformamos. Cómo todos tenemos una manera diferente, un camino diferente de tomarlo, transformarlo y de poder sanar en el cuerpo y el alma”, explicó la actriz Lovay a Castelar Digital.
“La obra nació de la idea de seguir trabajando juntos”, señaló Mailen Cárdenas y continuó, “Alejandra, la directora, trajo el papel de molde y a partir de jugar, traer ideas, cosas que cada uno quería hacer, empezamos a investigar la palabra y surgía el dolor en muchos aspectos. Empezamos a trabajar el dolor, los distintos dolores y como atravesarlos. Después empezamos a conseguir papeles, se empezó a multiplicar, papeles descartados de una fábrica, el elemento como papel con su posibilidad de reciclarse, reutilizarse, transformarse, ahí fue la investigación”.
Una libre interpretación desde público podría señalar al papel como análogo a la vida y el dolor, el árbol representado en el papel. El barco como el recorrido de la experiencia de cada ser humano, la lluvia como aquellas tormentas o dolencias que mueven al barco y afectan al papel.
“El nacimiento de esta compañía de teatro coincidió con que en varias compañías en donde estaba trabajando, como directora o actriz, teníamos la necesidad de empezar un nuevo proyecto. En todas decíamos ‘che, hacemos la segunda obra o hacemos otra?’ Y era imposible echar a rodar un montón de obras. Surgió entonces el juntarnos todos y hacer una creación colectiva”, explicó la directora sobre la génesis del grupo. “Nos juntamos gente de distintas compañías, distintos trabajos previos: Madrugada Urgente; Teatraje; el grupo Quién; El Amasijo; Grupo Zapping, entre otros. Empezamos a investigar, fue muy difícil el origen, nadie sabía muy bien a dónde íbamos y algunos sabíamos que a algún lugar íbamos a llegar pero me costaba transmitir esa confianza ya que para muchos era la primera vez que trabajaban en la creación colectiva. No es la obra terminada, tenés que confiar, confiar y confiar”.
El clima de la obra se consigue a través de su música. Cada interpretación es acompañada desde otro nivel sensorial. La musicalización está a cargo de Guillermo Cácharo: “El modo de trabajo en las tres obras con la música fue similar. Ellos comienzan a trabajar corporalmente, textualmente, van armando escenas y cuando se empieza a ver un relato, quizás aún no definido, en mitad del proceso, vengo a ver el trabajo hecho y voy componiendo la música. La concepción fue distinta en Solo Ostinato. En la primera obra la composición musical acompañaba y a partir de la segunda obra el intento fue que hubiera una o dos melodías principales, que cambiaran de carácter con las escenas pero que fueran uniendo lo musical de la obra desde no ser tan diferentes. Trabajé con dos melodías que iban cambiando de tiempos o carácter, pero funcionaba como un hilo conductor. Ante la interacción con la música hubo una vuelta a revisar lo escénico y los actores ajustan lo escénico para acomodarse a la música.
Teatro a la Patagonia
El grupo teatral finalizó en Mayo las presentaciones locales ya que todas las energías están enfocadas en la organización de una gira muy especial. Un Árbol, la Lluvia y un Barco formará parte del Festival Internacional de La Patagonia al Teatro que los llevará a escenarios de Puerto Madryn, Puerto Pirámide y Trelew. “Se abre la posibilidad de llevar obras, de dar talleres, compartir las formas de trabajo de cada taller. Lo organiza un Grupo de Madryn”, destacó Antonella Galli. Al regreso del sur habrá otra presentación en La Plata y otros destinos más cercanos a Castelar.
Para lograr el objetivo de llegar al Festival los actores llevan adelante varietés. Encuentros que reúnen a artistas y público en el mismo ciclo para recaudar fondos: “necesitamos viajar al Festival, mover la escenografía, pasajes de avión, estamos con la cabeza en lo inmediato, pero es muy difícil movernos de manera independiente”, contó la directora. Hicimos una primera varieté en abril y la próxima se realizará el 16 de junio en Unión Vecinal Arias y Jonte.
El papel y el dolor superan el espacio demarcado por el escenario. En la propuesta artística el público también puede interactuar con los conceptos y los materiales. Otro ingrediente de la obra es que realizan un “proceso de reciclaje con el papel, además de cómo se recicla dentro de la obra, los segundos sábados de cada mes hacemos la función y reciclamos papel con el público. Hacemos señaladores con frases de la obra, los ponemos a la venta, blocks de notas con material de la obra, el reciclaje continua más allá”, señaló Alejandra Sánchez. El público además puede aportar su participación. María Guerra explicó que el público es invitado a sumar sus saberes dentro del pocimario “donde los espectadores dejan recetas para los dolores del cuerpo, del alma, de la vida. Es la sabiduría popular que circula, son los que se leen en cada función, están subidos a la página para que puedan consultarlos, los consultamos mucho. Hay para todo tipo de dolores, en cada función se van leyendo al azar los que deja la gente”.
La segunda varieté se realizará en pocas semanas y así como la obra, será a la gorra con el objetivo de reducir la distancia y dificultades que separan Puerto Madryn de Castelar.
Entrevista y fotos: Gabriel E. Colonna
Redacción: Leandro Fernandez Vivas