Un sol refulgente en medio del timón de dirección, una única palabra en tipografía gigante a los lados del fuselaje y un ancla en cada plano. El avión, un bello T-28 Fennec, luce sus brillos bajo el cuidado de un colmado hangar. Se trata de una muestra especial y única de un viejo avión que dejó su huella en la aeronáutica militar del país.

El Museo Nacional de Aeronáutica, ubicado en la Base Aérea Militar Morón, cuenta por estos días con un nuevo avión en exposición, se trata de un T-28 similar a los que operó la Fuerza Aérea y la Armada Argentina  a principios de la década del 60. Si bien en este caso se trata de un avión norteamericano su esquema de pintura es el mismo que utilizó en la aviación naval argentina. Esta cualidad no es casualidad, su dueño y restaurador es un argentino radicado en el país del norte y quienes lo trajeron hasta el sur son dos ex pilotos de la armada que lo volaron en sus mejores momentos en el país.

El T-28 es un avión de entrenamiento biplaza en tándem de factoría norteamericana diseñado y construido por la firma North American Aviation a requerimiento de las fuerzas de Estados Unidos. Realizó sus primeros vuelos a principios de la década del 50 y está equipado con un poderoso motor radial Wright de nueve cilindros. Operó tanto para el Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea norteamericana como para las fuerzas de Bolivia, Brasil, Francia, Japón, Zaire, Uruguay y Argentina, entre otros. En nuestro país fue avión escuela en la Fuerza Aérea por muy pocos años, donde se le dio el apodo de Pepín Cascarón, y también sirvió en la Armada Argentina con una carrera más prolífica y extensa, operó en el Portaviones ARA 25 de Mayo y fue desafectado en 1979.

El avión que hoy expone el Museo Nacional de Aeronáutica fue reacondicionado por la firma South Aviation de Fort Lauderdale. Empresa perteneciente al argentino Fred Machado, la misma que posee en proceso de restauración un A-4C Skyhawk que llevará los colores que estos aviones portaron durante su servicio en la Fuerza Aérea Argentina. Este T-28 Fennec en particular fue adquirido por el argentino en Estados Unidos tras haber volado para las fuerzas aéreas de Haití y Francia y se trata de un modelo casi idéntico al operado por la Armada Argentina.  Llegó al país desde las tierras del norte hace casi dos años piloteado por Eduardo Gatti y Diego Luis Goñi, ambos ex pilotos navales con amplia experiencia en este tipo de aeronaves. Recorrió varias bases militares, festivales en aeroclubes y hoy descansa en el MNA como muestra temporal hasta que retorne al cielo para seguir recorriendo el país o para volver a Estados Unidos.
El T-28 se encuentra expuesto custodiado por un Mirage 3CJ y casi bajo el ala de un Fokker 28 que fuera avión presidencial. Quien visite el museo podrá apreciar también a modo de exposición temporal un bello Mig 15 y la muestra permanente habitual entre los que destacan los veteranos de Malvinas, los Mirage, Pucará, Canberra y A-4; junto con aeronaves únicas como el Late 25 que voló Antoine de Saint-Exupéry, un Autogiro La Cerva, el DC-3 TA-05 El Montañés y los Pulqui 1 y 2, los primeros aviones a reacción fabricados en Latinoamérica.

Redacción y fotos: Leandro Fernandez Vivas