Los últimos Mirage de la Fuerza Aérea descansan en Morón
Con su rugir atronador inconfundible, similar al rasgueado de una tela, pero atravesando el cielo, dos Mirage sorprendieron a los vecinos de Castelar el pasado viernes alrededor de las cinco de la tarde. Con una ceremonia simple pero colmada de emoción las autoridades del museo recibieron a las dos máquinas y sus pilotos. Con el corte de motor de estos dos deltas se dio final a la vida operativa de los Mirage III de la Fuerza Aérea. Resta un único traslado de un Mirage de Tandil a Córdoba pero se trata de la versión V Mara, similar pero distinta a los traídos a Morón.
Un par de pasajes a baja altura sobre la pista, un tonel y el bramido de sus turbinas fueron el gesto que aplicaron los aviones franceses para despedirse definitivamente del cielo. En tierra fueron recibidos por dos autobombas que los bautizaron sobre la plataforma de Morón y luego se dio lugar a los discursos, saludos y fotos.
Los aviones destinados al museo son dos Mirage III en las versiones EA, monoplaza, y DA, biplaza. Ambos mostraron un esquema de pintura particular especialmente aplicado a las células para la ceremonia de despedida. El acto estuvo presidido por el Jefe de Estado Mayor General de la Fuerza Aérea, Brigadier General, Veterano de la Guerra de Malvinas, Mario Miguel Callejo, autoridades y pilotos de la fuerza y también estuvo presente el Intendente de Morón, Ramiro Tagliaferro, en lo que fue su primer acto de gobierno como jefe comunal. Además, en el interior del museo y luego de la ceremonia, los miembros de la Asociación Plastimodelista del Oeste y de la Asociación Amigos del Museo Nacional de Aeronáutica regalaron a las autoridades de la VI Brigada Aérea de Tandil un modelo a escala que representa fielmente a un avión Mirage V Dagger tal cual operó la Fuerza Aérea durante la Guerra de Malvinas.
Historias
El Mirage (espejismo en francés) es un avión de fabricación francesa ala delta y supersónico con el fin de servir como interceptor. Diseñado en la década de los 50, fue utilizado por una veintena de países y combatió en distintos enfrentamientos armados siendo los más famosos la Guerra de los Seis Días en Israel y la Guerra de Malvinas. En la actualidad sólo lo vuela la Fuerza Aérea de Pakistán. Su techo de operación es de 20.000 metros de altura y su velocidad máxima de 2.400 kilómetros por hora ó dos veces la velocidad del sonido, es decir Mach 2, siendo considerado por muchos el avión de combate de mayor éxito producido en Europa Occidental.
La historia de los Mirage en Argentina comienza a principio de la década del 70 cuando se adquirieron a Francia un lote de aviones Mirage IIIEA y DA completamente nuevos y con algunos de los equipamientos de vanguardia de aquel entonces. Los dos aviones recibidos el viernes en Morón integraron aquel primer lote siendo el avión de matrícula I-002, biplaza, una nave destinada al entrenamiento de nuevos pilotos, por eso su valor ya que todos los pilotos que volaron luego los caza monoplaza realizaron sus primeros vuelos en éste. El otro delta, matrícula I-011 arribó a nuestro país el 17 de julio de 1973 a bordo de un Hércules C-130, realizando su primer vuelo en noviembre de 1973 siendo desde entonces uno de los custodios y protectores de la soberanía aérea de Argentina.
Los primeros aviones prestaron servicio en el Grupo 8 de Caza, conformando el Escuadrón 1 de Caza Interceptora, con asiento en la VIII Brigada Aérea en la cercana localidad de Moreno.
Años después, la Fuerza Aérea incorporó aviones Mirage V ‘Nesher’ (Águila en hebreo) que fueron rebautizados en Argentina como ‘Dagger’ (Daga). Estos aviones se trataban de una versión construida en Israel del delta francés pero modificado como cazabombardero. Desde el año 1979 los Dagger operaron desde Tandil.
Durante la Guerra de Malvinas, los Mirage III estuvieron desplegados en las Bases Aéreas Militares de Comodoro Rivadavia y Río Gallegos y tuvieron la misión de dar caza a los aviones británicos e interceptar a los bombarderos en caso de un ataque al territorio. También cumplieron como escoltas y protectores de los aviones destinados a bombardear a las tropas británicas. Por su parte los Dagger cumplieron principalmente misiones de bombardeo a los buques ingleses.
El 1 de mayo de 1982, día del Bautismo de Fuego de la Fuerza Aérea Argentina, la Sección “Dardo” integrada por el Capitán Gustavo Argentino García Cuerva y el Primer Teniente Carlos Perona, se trabó en combate con una sección de aviones ‘Sea Harrier’, constituyendo esta acción el Bautismo de Fuego del Sistema de Armas Mirage III EA.
Durante el conflicto de Malvinas los Mirage III ejecutaron 56 salidas de combate cumpliendo misiones de cobertura, escolta y diversión ofrendando su vida el Mayor Gustavo Argentino García Cuerva.
Por su parte, el 4 de abril de 1982, el Jefe de Grupo 6 de Caza, recibió la orden de desplegar los aviones Dagger hacia tierras patagónicas. El 25 de abril de 1982 se constituyeron 2 Escuadrones Aeromóviles: las “Avutardas Salvajes” en la Base Aérea Militar Río Grande y “La Marinete” en la Base Aérea Militar San Julián.
El 1º de mayo de 1982, los Dagger en su bautismo de fuego, completaron las primeras 13 salidas de un total de 115 en los 45 días que duró el conflicto, siendo derribados once aviones, entregando heroicamente su vida por la Patria 5 pilotos: el 1 Teniente José Ardiles, los tenientes Juan Bernhardt, Pedro Bean, Héctor Volponi y Carlos Castillo.
Asimismo, el 4 de Junio de 1982 llegaron a la VI Brigada Aérea un nuevo lote de aviones Mirage, en este caso se trató de aeronaves Mirage 5P procedentes de La Joya, Arequipa, Perú, previa escala en el aeropuerto de Jujuy. También durante la década del 80 la fuerza Aérea adquirió un lote de aviones Mirage IIICJ provenientes de Israel que por su intensivo uso en Oriente operaron durante pocos años en Argentina.
Para Noviembre de 1986 se dispuso el traslado de los Mirage 5P hacia la X Brigada Aérea en Río Gallegos, creándose el Escuadrón X de Caza “Cruz y Fierro”. Para entonces ya se había previsto un programa de actualización e incorporación de nuevo equipamiento, denominado “Mara”, cuyo nombre adoptaría todas estas aeronaves. A comienzos de 1997, las aeronaves fueron transferidas a la VI Brigada Aérea donde permanecieron hasta la actualidad.
A comienzos de 1988 debido a un plan de reestructuración, los Mirage III son asignados a la VI Brigada Aérea. A partir de entonces, el Grupo 6 de Caza quedó conformado por dos Sistemas de Armas: uno Caza-Bombardero y el otro Caza Interceptor.
A partir del año 2012, ambos Escuadrones se unirían en un solo Escuadrón, el Escuadrón “Mirage”, el cual continuó hasta la fecha cumpliendo con la importante e indelegable tarea de proteger y custodiar los cielos de la Patria.
Dos joyas al Museo Nacional de Aeronáutica
Con la llegada de los Mirage a Morón el Museo Nacional de Aeronáutica completa la gama de aviones de combate que se utilizaron en la Guerra de Malvinas. En los hangares de la ex VII Brigada Aérea descansan y se protegen aviones tan importante como los A-4B y C que bombardearon a la flota británica, un Mirage V Dagger que fue el primero en atacar un barco inglés, un BAC Canberra, el último avión en bombardear a las tropas británicas, como también el prototipo del Pucará, avión de fabricación nacional que en la contienda operó directamente desde las Islas Malvinas.
La amplia colección del museo se completa con aviones tan importantes como el Late 25, un ejemplar único en el mundo por haber sido volado por Antoine de Saint-Exupéry, el autor de El Principito; los Pulqui 1 y 2, los primeros aviones a reacción construidos en Latinoamérica y el octavo del mundo; aviones como el DC3 matrícula TC-05 que operó la Fuerza Aérea en la Antártida con tres tipos de propulsión al mismo tiempo (motor de explosión, turbina y cohetes); el Gloster Meteor IV que en la década del 50 y hasta los 70 operó directamente de Morón, gemelo del que se encuentra en el Colegio Newbery de Villa Luzuriaga, un Mig-15, el clásico avión de combate soviético utilizado en la Guerra de corea, junto con el F-86, su contraparte norteamericano en el mismo conflicto, entre muchas otras aeronaves.
Los Mirage recibidos el viernes no ingresarán de manera directa a la exposición permanente del museo ya que necesitan ser reacondicionados para que su exposición, la muestra de un avión de combate, sea completamente segura para el visitante.
El retiro de los Mirage genera en los fanáticos de la aviación y a los seguidores de la Fuerza Aérea Argentina un sentimiento agridulce ya que si bien por los años y el servicio brindado es lógico el retiro de estas famosas máquinas, en cada festival aéreo o ceremonia de la fuerza se extrañará el rugir atronador de los aviones más rápidos y esbeltos que surcaron alguna vez el cielo argentino.
Redacción y fotos: Leandro Fernandez Vivas