La música del oeste del conurbano encierra una mixtura de sonidos, ritmos y artistas como no se encuentra en otra parte del país. Dj Apu, vecino de Padua y habitué de Castelar, lleva adelante su música, sus canciones, con un poco de Reggae, otro de Punk, con sonidos andinos, electrónicos y rockeros en una mezcla calculada que hacen a su estilo propio.

Con cuatro discos en su trayectoria, dos EP y dos LP, Dj Apu asegura que su música “es una ensalada de sonidos”, que nace de la mezcla de influencias de su infancia y los estilos y géneros que conoció a lo largo de su vida. Su último trabajo discográfico, Luces y sombras, fue lanzado en 2013 con 9 canciones, y del que se hicieron dos videoclips, puede escucharse en la web.

Según afirmó ante Castelar Digital, su relación con la música nació en su más temprana infancia. “Mi infancia fue una infancia bastante heavy metal, no por el género de música, sino porque vengo de familias difíciles, familias separadas desde que yo era muy niño. Eso me llevó a estar mucho tiempo en la calle. Y en la calle encontré música y otras cosas que me llevaron a la música. Además tengo dos hermanos más grandes, que me llevan 8 y 10 años. Ellos ya escuchaban Soda Stereo o Los Abuelos de la Nada, después The Cure y los Smiths me llegó a mí. Esa fue la primera influencia, pero lo que me pegó fuerte fue salir a la calle de chico, caer en los noventa en alguna fecha punk y encontrarme con bandas como Fun People, 2 Minutos, Anesthesia; eso fue lo que más me pegó”.

La primera mitad de los noventa logró aglomerar una importante cantidad de bandas que llevaban adelante sonidos y propuestas distintas a las que pasaban las radios y presentaban los medios. El under estaba marcado por el punk y por la búsqueda de sonidos más reales y duros. “Había una movida muy grande en Buenos Aires, era el Buenos Aires Hardcore, acá era el Oeste Hardcore que se hacía en Paso del Rey y en Morón. De ahí salieron bandas como Boom Boom kid, o Massacre, en ese momento Massacre Palestina, con músicos que ahora están en otros proyectos pero pasaron por los noventa. Son los impactos de chico, ves un pibe de cresta y decís, ‘¿qué escucha?’, The Clash. Y era viajar hasta parque Rivadavia a conseguir el disco de The Clash o de Los Ramones. O que algún amigo te pase un casete de los Sex Pistols. Eso me pegó más que Soda y los Abuelos, que los escuché más de grande y dije ‘Cerati, qué groso’. Pero cuando uno tiene 12, 13 años, está a flor de piel la rebeldía y eso me hizo descubrir el punk. Hoy lo sigo escuchando, hay un montón de bandas de punk, de acá y de afuera, que sigo escuchando. Bandas con ideología”.

Las ganas de interpretar esa música lo llevaron a formar su primera banda, sin nombre y sin canciones propias, pero que lo llevaron a ver la música desde otra esfera y a disparar su vocación. Con sus amigos tocaba el bajo e interpretaban canciones de Ataque 77, Ratones Paranoicos, 2 Minutos y otros. Esos primeros pasos lo llevaron a inscribirse en el Conservatorio de Música de Morón, donde el contacto con otros sonidos, otros perfiles musicales, lo nutrió de sonidos y ritmos y lo convenció de seguir su estilo y su vocación. “Descubrí que el instrumento no era el bajo, sino el contrabajo y que la música era clásica y te la hacían tocar con arco. Un profesor, Omar, el tipo tenía un trío de Jazz y él fue el primero que me nombró a Miles Davis, hice un clic en la cabeza. El loquito este no tenía límites. Eso hizo que después cuando tocaba el contrabajo me fuera muy difícil, pero le ponía ganas. Me sirvió muchísimo, conocer otros estilos, y conocer compañeros de curso, que escuchaban Sui Generis y descubrir altas letras. O tener compañeras, que hoy no tocan, pero tienen un archivo de música… abrís el abanico en el conservatorio, escuchás todo. Eso es lo que más me llevo del conservatorio”.

Paralelamente, la escuela formal no era su lugar. Hizo la primaria en la Escuela 49 de Ituzaingó, y luego en el Colegio San Judas Tadeo, pero a los seis meses de iniciar el secundario lo abandonó. Finalmente lo terminó en un secundario de adultos. “Era un chico que me gustaba mucho la calle, como ahora. Ahora estoy más viejo y cuidadoso. En ese momento, no. Salís y salís. Me hizo no estudiar. Terminé el secundario para adultos. Terminé con compañeros de 60 años, lo terminé en 3 años. También fue una experiencia buenísima. Conocí el esfuerzo de la señora que viene de laburar, tiene familia y se toma el tiempo para terminar el secundario. Te caen muchas fichas más. Yo estoy pelotudeando y no terminé por callejear. Esta gente que no terminó porque tenía que laburar y tiene la opción de hacerlo de noche y lo hace. Conocer ese mundo fue un flash”.

Los discos de Dj Apu vinieron de la mano de la escritura. En el mundo punk en el que se movió durante la adolescencia, conoció a Julio Cortazar, a Edgar Alan Poe y los fanzines. “El mundo de los fanzines me permitió conocer otros escritores y me disparó a escribir mas. A la hora de hacer un disco me encontré con un montón de letras. Y cuando hacés un disco te topás con una letra y decís, ‘bueno, esto tiene que ser una canción’, y la armás, la transformás”.

Su primer disco nació en 2003, Sonidos de la Comunidad, un Ep con 5 canciones, “lo trabajé con Leo Gernetti, hoy es el líder de Defórmica, que es una banda instrumental del oeste”. El segundo trabajo, Prana, vio la luz en 2006, “lo trabajé con Mariano Costa en Ciudad Evita, que era el cantante de Ciudavitecos, ahora es bajista de Deaux, una banda punki. Se armó el estudio en la casa. Ahí laburé Prana y mi primer disco largo”. Le siguió La Noche Bajo el Sol, en 2009 siendo su primer LP, luego le continuó Luces y Sombras. “Laburar con Leo, con Mariano, fue buenísimo, ellos tenían unas bases armadas, unas pistas y era poner las letras sobre eso, decorarla con algún sintetizador. Con Mariano tuvimos la oportunidad de trabajar con Cecilia Payes, que es muy buena con el charango, tenía una banda muy linda que era Imperio Diablo, era música norteña con música electrónica. Ella grabó los charangos. Y músicos invitados, en Prana y en la Noche… hizo las trompetas El Pulpo, que hoy es músico de Caramelo Santo, amigos músicos que aportan al proyecto. Son la frutilla del postre”.

“Luces y Sombras es el disco que más laburamos, lo laburé con el Bredda, cantante y compositor de Pra-cima, una banda amiga. Lo trabajamos en el sello Índigo, pasaron por ahí Roma Roldan, Asteroides, Chiqui López, Pra-cima. Un montón de artistas que también colaboran en el laburo del sello, que funciona como una familia también. Se grabó un disco de música jamaiquina también, es un sello muy activo. De ahí salió en 2013, luces y sombras. Hice 100 copias y no quedan más. La gente me dice, lo descargué y me gusta, eso está buenísimo, o bajan un tema y lo ponen en algún lugar. ‘Un Poco de Calma’ es el primer track que sacamos a la luz. Lo sacamos con un video, que lo armó el Fati. Fue tecladista de Yicos, y hace música electrónica, le gusta muchísimo la parte visual. El segundo clip es el tema Generaciones, el que abre el disco. Lo armamos con Pablito Sigal, trabaja en una productora en Misiones. Estamos viendo si sale algún clip más. A mi me gusta mucho mostrar el oeste en escena, el tren…”.

La música de Dj Apu, su estética, no puede encasillarse en un género musical estipulado. “Mi música es una ensalada de sonidos que a mi me llegaron desde chico y a mi me siguen gustando desde chico. El hip hop. En los noventa tuve la suerte de ver en obras a los Beasty Boys, que se ponían los instrumentos y tocaban punk, y se los sacaban y hacían latin jazz. Eso también dije guau. Me gusta mucho el hiphop, también me gusta mucho el sonido andino, el charango, el sikus, la quena, un bombo legüero, pero también me gusta el punk y quiero que un tema suene pesadito. La fusión me gusta, es una ensalada de estilos”, explicó.

Paralelamente a la música, y su trabajo en La Cucha de Castelar, Dj Apu tiene una columna en la radio Fribuay. Allí lleva su impronta musical con canciones de todos los estilos y todos los tiempos. Sus primeros pasos en la radio los dio en la histórica Fm La Tribu, de la Ciudad de Buenos Aires, y ahora colabora con la emisora del oeste.

“El oeste está siempre presente, es un 100 por 100. Siempre me dicen, ‘hablás de esto, en la letra me llegás’. Si te llega Poe, de chiquito, algo tenebroso te va  quedar como The Cure. Pero el oeste, al laburo me vengo en bicicleta. Estoy viviendo en Padua, me voy en bicicleta. El paisaje, la gente que va a trabajar, tus amigos que van a trabajar o a estudiar, o a  ensayar. La influencia del oeste también es el arte. Tengo muchos amigos fotógrafos y eso también es influencia. Mi lugar de laburo, La Cucha, pasan muchos artistas. De hecho están los cuadros de Buda. Acá trabajo desde hace mucho tiempo, porque soy amigo de los chicos. Cuando no laburo vengo igual porque hay una amistad. He tocado acá. He compartido fecha con Sara Eve, con Gaspar, he tocado en el Balcón, Casa Frida, en Frida Bar, Kasataller de buda, Casa del Pueblo en Haedo, con Dj Nelson he compartido fechas en La Cucha… “ rememoró.

El futuro lo encuentra con ganas de seguir grabando. Su último disco sigue rotando y le trae aún satisfacciones, pero ya está separando letras y sonidos para un nuevo trabajo. “No me pongo una meta, lo que mas me gustaría, me pone contento cuando te llega un mensaje. Hoy es todo muy digital, es todo muy al toque, y te llega un mensaje de un pueblo del otro lado del mundo, de Australia, y te dice, ‘Dj Apu, acá hacemos soündsystem, desde Uruguay, como desde cualquier parte del planeta. Con que llegue la música es una felicidad. El disquito, luces y sombras, despegó y está caminado solo, quiero empezar a separar letras nuevas y cositas como para grabar el próximo material”, finalizó Dj Apu.

Su música se pude encontrar en youtube, en Souncloud o a través de su perfil de facebook.

http://djapu.bandcamp.com
http://www.soundcloud.com/djapu
http://www.youtube.com/djapuclips
http://www.facebook.com/DjApumusic

Entrevista: Gabriel E. Colonna
Redacción: Leandro Fernandez Vivas