Un ícono desaparece
La plaza Cumelén ya no luce como todos la conocemos. Actualmente sufre una remodelación, que lleva ya meses, y donde se encontró parcialmente clausurada incluso durante el receso vacacional de invierno, época de mayor concurrencia de vecinos. El pasado 27 de septiembre, y ya a la distancia, grandes y chicos se vieron sorprendidos al ver un molesto cajón naranja que acaparaba la atención en toda la plaza. Más triste fue la sorpresa al descubrir que aquel era el tradicional y colorido vagón de las artes, el mismo que supo rebautizar la plaza en el común popular por "la plaza del vagón". Nada quedó de la increíble obra de Graciela Mosches, reconocida artista de la zona.
El vagón data desde antes de los años '70s y hasta 2001 el mismo se encontraba abandonado, pero en ese año el Municipio de Morón llevó adelante un concurso para transformarlo. Graciela Mosches, junto a otras personas ganaron el primer premio, y lo pintaron junto a artistas amigas, quedando plasmado en él una maravillosa obra de arte y luego siguieron las tareas de preservación. Se transformó así en el ícono de la Plaza que luego se hizo alrededor de él.
El mural llevaba 13 años, hasta que el Municipio de Morón dispuso lo contrario y durante la mañana del sábado 27 de septiembre lo pintaron de naranja. Con este hecho, se destituyó a la artista de su obra, se despojó a los vecinos de la imagen que ellos habían adoptado como propia, y se eliminó el mensaje de esa pintura, que era justamente sobre la memoria.
El municipio por su parte informó que este hecho fue simplemente para darle lugar a nuevos artistas y donde el 12 de Octubre otro grupo se hará cargo del espacio en el marco de un evento cultural de mural y graffitti. Debido a las tensiones y repercusión que tuvo el hecho de destruir la obra de Mosches, ya icono de la ciudad, el municipio recibió a la artista y su propuesta de reconstrucción de la obra. El proyecto que trajo nuevamente ilusión a los vecinos fue, sin embargo, desestimado. Tras varias negociaciones finalmente se decidió que Graciela Mosches dispondrá de solo uno de los extremos del vagón para restaurar allí parte de su obra original. El resto quedará a cargo de nuevos artistas como estaba previsto. El daño a la identidad de Castelar fue inmenso, pero al menos la obra de Graciela resistirá en un pequeño espacio para que todos aun podamos recordarla en su esplendor, hacer memoria, como era su mensaje.
Desde Castelar Digital siempre alentamos el arte, pero entendemos que el municipio debería propiciar y ser el motor de nuevos espacios para la expresión cultural y no destruir aquellos trabajos que hoy ya son parte de nuestra identidad. Se trata de sumar y no de poner a artistas contra artistas con un caprichoso objetivo de renovación. Consideramos que Graciela debió tener la posibilidad de restaurar su obra en totalidad y los nuevos artistas tener su propio espacio para brillar con su arte, sumando así nuevos iconos de los cuales estar orgullosos como sociedad.
El vagón pasara indefectiblemente a ser un recuerdo de lo que se perdió y es por eso que queremos homenajear su característico arte compartiendo estas imágenes que supimos tomar a lo largo de su colorida existencia. Los invitamos a que nos acerquen sus propias imágenes a info@castelar-digital.com.ar y juntos guardar así el recuerdo de su arte.
Redacción: Gabriel E. Colonna
Fotos: Gabriel E. Colonna, Constanza Martino y Rocio Marchetti