El rugido ensordecedor de los motores, el calor de sus turbinas cargadas de historia, el silbido del viento sobre sus alas y el girar, incansable, de las hélices. Los aviones encierran el misterio que separan al hombre del suelo por donde naturalmente camina y logran el antiguo sueño de volar. Reunidos en un solo fin de semana, la aviación del país se encontrará en el cielo de Morón.

La Fuerza Aérea Argentina junto con la Administración Nacional de Aviación Civil realizó en Morón el festival Argentina Vuela que reunió decenas de aviones en vuelo y en exposición estática en la plataforma del histórico aeropuerto de Morón. El encuentro se llevó adelante para celebrar el 102º aniversario de la creación de la aviación militar argentina.

Con entrada libre y gratuita, desde el miércoles 6 de agosto, hasta el domingo 10, hubo actividades aéreas, desfiles y una muestra estática de una treintena de aviones. Las jornadas de Puertas Abiertas, realizada el fin de semana, mostró aviones de combate haciendo maniobras audaces, persecuciones y acrobacias, junto con aviones civiles acrobáticos, aeroaplicadores, helicóptero y hasta un gigante Boeing 737 de Aerolíneas Argentinas que hizo pasajes rasantes

La Fuerza Aérea Argentina mostró su poder aéreo con aviones Mirage que, procedentes de la VI Brigada Aérea de Tandil, realizaron vuelos a alta velocidad, cruces y maniobras que sorprendieron al público. También, aviones A-4AR realizaron sus presentaciones despegando y aterrizando desde la misma pista de Morón. Cinco A-4AR se pudo ver en el festival, tres en vuelo que realizaron varias presentaciones, y otros tres dispuestos en la plataforma para que puedan ser apreciados de manera directa por el público.



También hubo demostraciones por parte de aviones IA-63 Pampa, IA-58 Pucará, Embraer Tucano, C-130 Hércules, helicópteros  Hughes 500, Bel 212 y 412 y los pesados Mi17, helicópteros de factura rusa adquiridos por la fuerza hace pocos años destinados a tareas Antárticas. También hubo paracaidistas y hasta un ejercicio de búsqueda y rescate, por parte de los helicópteros de la fuerza y el Grupo de Operaciones Especiales, que montaron una escena digna del cine en donde se demostró cómo se recupera un piloto derribado en territorio enemigo, no faltaron las explosiones, el humo y los efectos especiales para darle realismo al ejercicio.

También se pudo apreciar las acrobacias de Jorge Malatini en su Pitts, y de Miguel y Franco Condigiani en su Christian Eagle, además de la presentación del Petrel 912i, avión de diseño y fabricación nacional que, con el apoyo de la ANAC, busca ser el avión principal y estándar para la instrucción en los aeródromos de todo el país. También se pudo apreciar las demostraciones en vuelo de los helicópteros Bolkow 105 de la firma Módena y aeroaplicadores Air Tractor, entre otros.



Además de aviones se pudo ver una ficticia escena de la Segunda Guerra Mundial a cargo del grupo Pájaros de Guerra. Se trata de una veintena de entusiasta constructores de aviones a escala y a radio control que simulan un combate con aviones de época contra una formación ferroviaria, con pirotecnia y explosiones, tanto desde los aviones con bombas como desde el tren con cañones antiaéreos, logran recrear el ambiente bélico y divertir al público de una manera increíble.

Sobre plataforma también se pudieron apreciar algunos aviones que pertenecen al Museo Nacional de Aeronáutica, ubicado en la misma Base de Morón. Los visitantes pudieron ver de cerca al Mirage 5 Dagger del MNA, el primero en bombardear buques británicos durante la Guerra de Malvinas, como también a un A-4B, también veterano del conflicto del atlántico sur. Además, el museo abrió sus puertas durante todas las jornadas permitiendo recorrer su muestra permanente que incluyó el Late 25 que volara Antoine de Saint Exupery; el DC-3 El Montañez, un avión especialmente modificado para operar en la Antártida; un autogiro La Cierva y un Gloster Meteor IV idéntico al que se accidentó en Castelar en 1958, los Pulqui 1 y 2, los primeros aviones a reacción construidos en Latinoamérica, junto con otras naves históricas que surcaron los cielos argentinos.

Además hubo aeronaves pertenecientes a Gendarmería Nacional, a Prefectura, al Ejército Argentino (Helicóptero Bel Uh-1), y un P3 Orión del Comando de Aviación Naval de la Armada Argentina. La presencia del avión naval llamó la atención ya que no es común que las alas de la Armada participen de los eventos de la Fuerza Aérea.

El show, la gran convocatoria y la minuciosa planificación permitieron que en las jornadas del fin de semana no hubiera descanso en el cielo local. El festival Argentina Vuela, uno de los más convocantes y espectaculares de los últimos años, recibió más de un millón de visitantes que colmaron las instalaciones de Morón.  La última vez que se realizó un festival de esta magnitud fue en 2010 cuando el Air Fest logró también la increíble suma de un millón de espectadores durante el fin de semana.

Redacción: Leandro Fernandez Vivas
Fotos: Gabriel Colonna