El verano de 2018 vio partir a Andrés Romero, El Rulo Rodante como muchos lo identifican, montando su bicicleta en sentido al oeste. Comenzó la aventura de su vida y la relató a través de Castelar Digital. Su destino era México pero comenzó recorriendo Argentina y gran parte de Sudamérica y cuando llegó a Machu Picchu decidió volver para cuidar a su familia. Después de más de 5000 kilómetros pedaleados contó su experiencia en #CASTELARenVivo, el ciclo de entrevistas que realiza Castelar Digital todos los jueves a las 22 en Instagram.

Era febrero de 2018 cuando Rulo saludó a su mamá en la casa familiar de Castelar y emprendió el viaje. El primer empujón al pedal pasó desapercibido, no lo pensó, fue parte del movimiento necesario de la bicicleta, fue el primero de miles y millones de esfuerzos para concretar su viaje. Primero hacia el oeste, con proa a la Cordillera de los Andes y visitando amigos durante todo el viaje. Luego ya desde Mendoza siempre hacia el norte, cruzando fronteras provinciales y luego internacionales. Climas, alturas, exigencias físicas, temperaturas y costumbres, desde Castelar a Perú todo fue cambiando con el avanzar de los días y los kilómetros. 

Castelar Digital acompañó en la distancia este recorrido publicando una especie de diario de viaje virtual a medida que Rulo contaba sus anécdotas de rutas y pueblos. Así con sucesivas notas se puede conocer lo que fue la aventura de Rulo y su bicicleta. Primero los anuncios y la preparación necesaria para tan largo viaje, (Ver: El Rulo rodante: Unirá Castelar con México en bicicleta ), luego los primeros 1000 kilómetros hasta la tierra del sol y del buen vino, (Ver: El Rulo Rodante: aventura en bicicleta en primera persona),  anécdotas por el norte argentino (ver: Diario de viaje: “No duermas afuera, hay pumas en la zona”), también el cruce de Bolivia y la llegada a Cusco, (Diario de Viaje: “Sentí que ingresaba en un portal del tiempo” ) y como último mensaje su recorrida por la antigua capital del imperio Inca, (El Rulo Rodante llegó a Perú y nos saluda desde Cusco). Desde entonces la historia de Rulo Rodante tomó un giro distinto al planeado.

A las diez de la noche del jueves 18 de junio se inició una nueva transmisión de #CASTELARenVivo, el ciclo de entrevistas que lleva Castelar Digital en su Instagram para conocer desde la intimidad de sus hogares a los vecinos que conforman a la comunidad de Castelar y el Oeste del Conurbano. Por este ciclo ya transitaron Iván Vázquez de Lemon Studio Inc, el músico Hernán Sánchez, Lucas D’ippolito quien lleva adelante el estudio de grabación Movarte, la cocinera vegana y columnista de este portal Mar Vegan, la actriz y cuentera Antonella Rocchi, el músico y luthier Pipo Nazaro, también Federico Rangone de veterinaria Rangone y el último fue El Rulo Rodante.

Cuando Andrés Romero estaba en la ciudad boliviana de Uyuni, lindera al salar explotado más grande del mundo, y acompañado por amigos de viaje, fue informado de una complicada situación de salud que afectaba a su mamá: “Mi sueño era que mi mamá viajara a Machu Picchu conmigo. Con mi papá iba a hacer otro viaje, cuando anduviera por colombia, algún lugar con playa. Pero con mi mamá quería hacer Mcachu Picchu, incluso iba calculando mi ritmo para llegar a Cusco cuando ella pudiera viajar. Siempre que iba recorriendo me comunicaba con mi familia, pero si iba a estar en algún lugar sin señal avisaba antes para que no se asusten, llegué a estar 15 días sin señal. Cuando estaba en Bolivia antes de entrar al salar, me entero que mi vieja tenía un tumor en la cabeza y que por esa razón no iba a poder hacer Machu Picchu conmigo. Me acuerdo de estar llorando fuerte en la plaza de Uyuni… hablé con mis amigos de acá, me tranquilizaron un poco, tenía herramientas para pedir ayuda y volver en un vuelo, decidí seguir por Bolivia, llegar a La Paz o a algún lugar donde tenga siempre un aeropuerto para volver. Los controles de mi vieja venían bien, seguí un poco más. Su deseo era que yo hiciera Machu Picchu entonces seguí por los dos, seguí a Cusco. Después que hice Machu Picchu decidí volver para acompañarla, para acompañar todo el proceso de estudios. Volví en septiembre del 2018, en cuatro colectivos, desarmé la bici y volví en micro, le caí de sorpresa”, contó Rulo Rodante a Castelar Digital.



“Mi vieja está bien, en enero de 2019 la operaron, el tumor era benigno, y está bien, por suerte salió todo bien”, completó. La entrevista continuó sobre cómo fue ese retorno y se completó con anécdotas de viaje que incluyeron pumas, arañas, comidas distintas, muchos amigos espontáneos y miles de kilómetros siempre con buenas experiencias, buena gente y hermosos paisajes.

Al día de hoy Andrés rehízo su historia, llegó de su aventura sin trabajo pero siendo profesor de educación física consiguió clases rápidamente y volvió al ruedo. Además, se decidió por aplicar también otro de sus oficios, Rulo es pizzero y hoy lleva adelante una sucursal de la pizzería Tu Pizza ubicada en Brandsen 1702, esquina Monroe, en Ituzaingó. Tras recorrer media América sobre su bicicleta hoy se dedica a brindar sus ricas pizzas al barrio que lo vio volver para cuidar a su familia.

La entrevista completa con todo el relato de su aventura se puede ver en el Canal de Youtube de Castelar Digital.

Entrevista y redacción: Leandro Fernandez Vivas