Entrevista al Arq. Pablo Pérez
Pablo Pérez (52), cuenta con una notable lista de propiedades construidas bajo su dirección, debido a que comenzó de muy joven. Apenas recibido de la Universidad de Morón, ya poseía algunos proyectos en su haber. Los dueños de la tienda de antigüedades Antiche e Attuali, conocidos de la familia, lo eligieron mientras aun estaba finalizando sus estudios, para encargarse de la construcción de su primer local. Fue al colegio San José, que particularmente puede verse desde la ventana, ubicado justo frente al estudio. Es hijo del histórico ex intendente Eugenio Pérez Quintana, de la época de Perón.
A la mesa se sienta también Claudio Terán, socio de Pablo, quien atentamente se ofrece a participar en la charla.
¿Cómo decidieron convertirse en arquitectos?
“Fue mas que nada un tema de, terminado el colegio, tener que comenzar una carrera universitaria. A mí me gustaban los aspectos artísticos, pero también los técnicos, así que busqué una carrera que involucrara esas dos cosas. Me dedicaba a la música también, pero sabía que con eso me iba costar sobrevivir (risas). Probé con arquitectura, y ahora que pasaron bastantes años, puedo decir que elegí bien.” nos cuenta Pablo.
Claudio en cambio recuerda: “Yo en un principio no tenía muy claro qué quería, me gustaban las ciencias exactas. Terminé en el Dorrego y arranqué con otra carrera: Lic. en Física en la UBA. Los pabellones estaban relacionados con Arquitectura, así que me hice de algunos amigos de esa carrera. Empecé a ir a mirar algunas clases, y me di cuenta que la física no era lo mió, y me volqué a la arquitectura. Terminé la carrera en Morón también”
¿Cómo se cruzaron sus caminos?
“Teníamos una relación indirecta a través de nuestros padres que eran amigos. Siendo mi padre intendente de Morón (Eugenio Pérez Quintana), el padre de Claudio, Pablo Terán era Secretario de Cultura. También fue profesor mío de música en el colegio. Así que teníamos una ligazón por parte del padre de Claudio, porque el mío ya había fallecido. Éramos amigos antes de ser socios.
Después Claudio se incorporó al estudio que teníamos con Mancini, quien después se separó, quedando nosotros dos”.
¿Desde qué época viven en Castelar? ¿Cómo recuerdan a Castelar en su infancia?
“Vivimos los dos en Castelar desde chicos. Yo vivía en lado sur, que era el lado fuerte de Castelar. Después me mudé al lado Norte en el 68. Jugábamos en la calle, mucho fútbol en terrenos baldíos. Tengo recuerdos de varios lugares como las pizzerías Junín y Monterrey, el Bowling, el Cine Select, el Gran Castelar” recuerda Pablo, y Claudio agrega: “Mi viejo había trabajado en una época en el Gran Castelar, me acuerdo que era boletero. Yo iba mucho al Club Morón y practicaba todo lo que se hacia ahí. Desde pebetes de Jamón y Queso hasta, metegol, pileta, tenis, básquet, volley” (risas) “Sobre todo pebetes” se ríe Pablo. “Íbamos en el verano a pasar todo el día, desde las 10 de la mañana hasta las 8 de la noche”.
Pablo, recuerda a la familia de Fernando Bonsembiante, que eran vecinos suyos, cuando vivía en Montes de Oca.
¿Cuáles fueron sus primeros proyectos? ¿Los más importantes?
“Unos de mis primeros trabajos fue el del local comercial de Arias y Santa Rosa de Antiche e Attuali. Era una lote que arrancamos desde cero, así que fue un desafió para mí. Después seguí trabajando para ellos, les arreglé la casa. Les hice una casa en Cariló. Me dieron una buena mano para desarrollarme profesionalmente.
Después hicimos muchas casas por Castelar, hasta que hace 6 o 7 años, a partir de la modificación del código para viviendas multifamiliares, se desarrolló mucho el tema de los edificios. Y ahí comenzamos a construir algunos como el edificio “Los Cedros”, en Carlos Casares. En lado sur uno sobre la calle Elflein. Ahora estamos con tres proyectos: dos sobre Montes de Oca, y otro en C. Casares y Rodríguez Peña”.
A nivel comercial fueron los hacedores de varios locales como la sucursal de pinturerías Prestigio de Santa Rosa, un antiguo local de ropa llamado Bips, en Montes de Oca y C. Casares (actualmente hay una prepaga). El edificio de la clásica esquina Punta Cava (actual Sushi Club) de Santa Rosa y Sarmiento. Un local en Arias, al lado del Disco, el gimnasio Dagos, frente a Pisano, algunos locales en el Shopping Plaza Oeste, entre otros.
¿Cómo evolucionó la arquitectura en Castelar a lo largo del tiempo?
“En realidad, lo que ha evolucionado es la construcción” responde Pablo. “Y también ha evolucionado la moda” añade Claudio.
“A partir de que Castelar empieza a contar con servicios, como el agua corriente, tal como estaba prevista la cláusula en el código, se permiten edificar viviendas multifamiliares, cosa que antes no se podía. Después hubo una modificación debido a algunos reclamos de vecinos y se llegó a un acuerdo, que es el actual, que restringió un poco la construcción. Este auge provoca que vayan desapareciendo del área central las casas y vayan apareciendo los edificios. Cada vez que empezamos una obra en Castelar, pasa la gente mayor y nos pregunta, ¿Van a tirar otra casa? Y hay casas que nosotros compramos que quizás están en venta hace miles de años, que hasta por ahí están desocupadas o abandonadas. O casas que por ejemplo tienen 1300 m2 de lote y vive un matrimonio. Eso no existe en ninguna parte del mundo. Ahora en estos lotes, por ejemplo van a vivir 20 familias. Creo que es algo de desarrollo.
En cuanto a la arquitectura, el centro de Castelar estuvo muy chato mucho tiempo por una cuestión de baja densidad poblacional. Ahora hay mucho más movimiento, entonces de a poco el comercio va creciendo. Pero es lento”
Claudio analiza: “La arquitectura pasó por distintas épocas, desde el ladrillo a la vista y los techos negros, ahora que vino una tendencia a casas de mayor altura, techo plano, o techos de chapa. Pero en realidad cada vez que tenemos una encomienda, tratamos de hacer lo que nos gusta, pero mas que nada tratamos de acercarnos a lo que el cliente quiere. Así que los diseños van evolucionando a medida que la gente va evolucionando. Hoy creo que es mejor que antes, que se trataba de copiar un estilo ingles, ventanas chiquitas o un techo como si acá nevara. Y no se correspondía mucho ni con nuestro clima ni con nuestros materiales. También existe una tendencia a casas con mayor iluminación, mas abiertas, mayor relación con el exterior. Y una preferencia por la practicidad, se busca que no cueste mucho mantenerla, que se nota en casa sin aleros, sin cortinas de enrollar, la carpintería es de aluminio esmaltada, para no tener que pintarla, etc. También la evolución técnica, los avances de la ciencia permiten que cosas que antes eran consideradas de lujo, hoy sean esenciales, En nuestro rubro, la química es la que mas beneficios ha traído. Asimismo está la integración de la computación a la casa para el control de determinadas cosas, pero es menos frecuente y es algo que todavía falta desarrollarse”.
¿Personalmente qué estilo prefieren?
“Me gusta mas un estilo moderno”, apunta Pablo, y Claudio acuerda con él, “Calido, moderno y con toques de calidad en las terminaciones”
¿Hay algún proyecto al que consideren el mejor a la fecha, o al que le tengan un aprecio especial?
“No hay ninguno especial, en cada rubro quizás hay algo, pero no creo que tengamos uno en particular. En cada uno de los emprendimientos hay algo especial. Pero es muy difícil, es como preguntarle a un escritor cual es su libro favorito”, niega Claudio, mientras Pablo arriesga: “En el terreno de los edificios probablemente vayamos haciendo una evolución, ganando experiencia con los anteriores, por lo que lo ultimo que hacemos nos parece lo mejor”.
A futuro, ¿Qué proyectos les gustaría llevar a cabo?
“Estamos buscando algo en Dubai” (risas), bromea Claudio haciendo alusión a los pocas limitaciones que allí existen actualmente. “¡Clientes en Dubai!” agrega Pablo y continua: “Yo tendría ganas de hacer un proyecto, que esta costando llevarlo a cabo en el partido de Morón por la disponibilidad de lotes y lo que se permite. Hace rato que estamos queriendo hacer algo en un lote bien extenso, armar como un complejito habitacional moderno, viviendas agrupadas que compartan espacios verdes, que hagan las viviendas mas económicas y se pueda disfrutar de un espacio en común. Sin llegar a ser un barrio privado. De edificios bajos y bien abiertos, tal como se han desarrollado mucho en todo Europa, que se vive menos en viviendas individuales. Es un lujo tener una pileta cada uno, seguridad cada uno. Y agrupándose se puede disfrutar de lo mismo con costos mucho más bajos. Pero es un modelo que todavía no están dadas las condiciones para desarrollarlo”.
Por ultimo antes de finalizar el encuentro, les preguntamos su opinión sobre el proyecto de parque y edificios a llevarse a cabo, tras el eventual traslado del estadio del Club Deportivo Morón y dicen al respecto:
“Creemos dos cosas. Por un lado nos parece que está bien la propuesta de pegar un puntapié inicial ahí para que se pueda desarrollar ese sector. Porque no puede haber una cancha en el centro de Morón. Se cae de maduro. Y respecto a la propuesta en sí, vemos algunas cosas un poco difíciles de desarrollar, como que están pensadas para otro lugar, no para el centro de Morón. Hay un par de calles peatonales que no me terminan de convencer si van a poder funcionar. Y el proyecto se sustenta, a nivel económico en una tienda ancla que se establecería allí, y hay que ver quien pone el primer huevo. Porque los valores para toda la movida son muy altos, y hay que generar cierto interés comercial”.
Entrevista: Gabriel Colonna
Redacción: Agencia SIEN