Ituzaingó tendrá su propio Arco del Triunfo
Los Arcos de Triunfo se construyeron en todo el mundo para señalar hitos bélicos, victorias de ejércitos o figuras dominantes tras una batalla. El más conocido es el que enmarca la avenida de los Campos Elíseos y compite en turistas con la verdadera Torre Eiffel y el Louvre, pero a miles de kilómetros de París, Ituzaingó tiene también su Arco de Triunfo: “cuando terminamos la Torre Santa Rosa pensé nuevos proyectos. Siempre la idea fue formar una pequeña París en Ituzaingó. Lo mejor que hay en París después de la Torre es el Arco de Triunfo. Era un proyecto ambicioso porque no podía encontrar la forma de financiación, hasta que se me ocurrió que sean viviendas ocultas, escondidas. Buscamos las tierras con cuidado, un boulevard amplio, con plazas, diagonales, juegos, bien parisino, porque en una calle angosta no se notaría. Encontramos el lugar, empezamos hace cinco meses y en un mes más se termina”.
Rubén Díaz es arquitecto y tiene una larga trayectoria de emprendimientos inmobiliarios en toda la zona oeste. Siempre le gustó realizar trabajos distintos a los convencionales, así sus edificios siempre tuvieron un toque artístico relacionado con la cultura popular. Desde los Beatles a Indiana Jones, pasando por la Taberna de Moes, la Torre Santa Rosa y la Bondi House. Su impronta es ineludible, para algunos un atisbo de locura, descabellado o simplemente arte: “Los arcos de triunfo están en el mundo en representación de una batalla ganada en diferentes lados, el de París es por la batalla de Napoleón cuando ganó la batalla de Austerlitz, hay unos 30 arcos en el mundo. El de Balá representa el arco de triunfo de la batalla ganada contra cientos de chupetes derrotados abiertamente y por unanimidad, un triunfo aplastante por el general Carlitos. Por eso las imágenes de Balá en la estructura, el gestito de idea, la imagen del salero de ‘qué gusto tiene la sal’ y la magia de que no hay una sola persona que no le guste, no le saque una emoción, no lo lleve a su infancia, no hay nadie que no le cuente a sus hijos, a sus nietos quien es Balá, no hay grieta”, señaló el artista.
El Arco de Balá junto con la Torre Santa Rosa forman parte de un proyecto mayor, la República de Balá, un sector de Ituzaingó dedicado al arte y la emoción, con referencias al cómico y a todo artista del humor que haya dejado su huella en el ideario colectivo del país. El Arco cuenta con el aval de Carlitos Balá quién confirmó que estará presente en la ceremonia de inauguración: “el representante de Balá vino a ver la zona, vino a ver cómo lo estábamos haciendo para comprometerse a aceptarlo, me va dando el ok permanentemente. Hablamos con Balá, presta todo el apoyo para lo que necesitemos, le gusta lo que estoy haciendo, le gustó la idea y hacer un evento de presentación con él. Cuando conseguí su aval sentí que ya había ganado. Yo soy de la época antigua: Bernardino Rivadavia era muy cómico también, igual que Roca” bromea , y agrega “Balá era un humor muy sano, como el de Pepe Biondi. Lo que más admiro de Balá es la trayectoria, 70 años con un único mensaje, resiste archivo, nunca una frase desubicada, nunca hablando mal de nadie, debería ser premio nobel de la paz”.
La obra que ya puede apreciarse en la intersección de Fleming y Bruselas cuenta con la participación de la artista Gaby Picollo. Los sobrerelieve del Gestito de Idea y la escultura de Topo Gigio llevan su firma: “buscamos las imágenes, la esencia que íbamos a plasmar en el arco, nos consultamos con el representante de Carlitos y nos dio el ok, buscamos la manera de que quede representado en relieve. Está hecho en telgopor de alta densidad, fue calado, pintado y cementado. Es hermoso participar de este proyecto, haciendo esculturas de gran tamaño que yo no había hecho”, completó.
El ímpetu de Rubén Díaz no se agota en las réplicas parisinas, en pocos meses más también se inaugurará un edificio dedicado a Charles Chaplin y proyecta otro complejo habitacional con un obelisco similar al de la Ciudad de Buenos Aires. Además se planea realizar una muestra itinerante de frentes de domicilios, paredes, medianeras y jardines que completarán la apuesta por la República de Balá, pero ahora el protagonista es el arco: “Está dedicado a Balá porque alegró a los chicos durante 70 años. No podía ser muy formal, había que darle emoción. Una de las escultura parece que se rompe, simula que entraron dos chicos jugando antes de que se seque todo y rompieron algo. Por otro lado el Topo Gigio rompió un pedazo de columna porque se metió por donde no debía. Le dimos niñez, humanidad, fantasía, sino parecía un monumento formal, sobrio, que poco tenía que ver con Carlitos. Buscamos descontracturarlo, que la gente se pregunte ¿Por qué está torcido? ¿Quien jugó con esto? Sacarle la rigidez. Si hago un arco normal respondiendo a las reglas de la arquitectura estoy faltando a mi voluntad y a lo que deseo conseguir. Quiero que el ojo de la persona vaya al Topo Gigio o busque porqué está torcido lo que debería estar derecho. Por qué está Carlistos Balá haciendo el gestito de idea en el Arco de Triunfo. Quiero una objeción, la emoción, la consulta, que digan está re loco el que lo hizo, todo suma”, explicó el artista.
La Torre Santa Rosa, aquella que se parece a la Eiffel pero que está ubicada sobre la calle Lavalleja, es un punto ineludible para cientos de curiosos que todos los días se acercan a verla y tomarse foto. En las redes sociales se transformó en un ícono siempre presente tras los curiosos y vecinos que posan para las selfies. Para disfrute de todo curioso la torre se puede visitar de manera gratuita de 17 a 22 horas. Los fines de semana se genera hasta una leve congestión de tránsito en el lugar por la cantidad de transeúntes y vehículos que quieren conocer la obra de Díaz.
“La sociedad en la que vivimos piensa que todo se hace por dinero, yo trabajé por dinero muchos años. Hoy no me sobra ni me falta, para ganar en placer, satisfacción, no tiene que ver el dinero. Uno puede hacer cosas sin fines de lucro y ganar millones en felicidad. Para dejarle un mensaje a mis hijos, a mis nietos, para que sepa que tuvieron un padre, un abuelo, un tío loco, que prefirió no guardar la guita en el banco, sino hacer lo que le gustaba para todos, sin lastimar a nadie. Los jóvenes no tienen futuro acá, no les dan futuro, no se lo creen ellos. Mirá el país en que vivimos, no pueden salir a la calle, no encuentran trabajo, se tienen que ir a otro país. ¿Cómo podemos tener la cara de criticar a la juventud? Hay cosas que están mal pero hay que impulsarlos. Mi mensaje es ‘Pueden’, que busquen el sueño y lo logren, que para eso son jóvenes, para equivocarse y aprender. Yo tardé mucho en aprender, no esperen tanto, se aprende del error, fracasar es no intentar, es no tener fe en uno mismo, en no creer en uno y si en lo que te dice el otro. Si crees en algo, hacelo. Me han tratado de loco, de lo que se te ocurra, pero ahí tenés la torre, ahí tenés el arco”, finalizó el arquitecto.
Entrevista y fotos: Gabriel Colonna
Redacción: Leandro Fernandez Vivas