Gianluca: "Rugby significa divertirse"
Su pasión por el rugby nació por casualidad. Buscando dónde vivir con su familia un día tuvieron la suerte de visitar una casa muy cerca de su futuro: “Visitamos un lugar frente a la cancha de Matreros. Los vi jugar y quise hacer rugby”, rememoró para Castelar Digital.
Aquel comienzo en Los Matreros, hace seis años, fue la base para su desarrollo deportivo. Conoció el deporte, sus reglas, su fuerza y también sus códigos, principalmente aquellos que no están escritos y se transmiten de jugador en jugador, de generación en generación.
La casualidad también le dio forma y color a Matreros. El recuerdo de una vecina develó cómo se llegó a su camiseta actual. (Ver: La historia de una familia puede ser la historia de una Ciudad) y los secretos del rugby en general, sus códigos y costumbres, también los reveló el vecino Bertta (Ver: Bertta revela el secreto del rugby)
Fue mientras jugaba en club de Morón cuando comenzaron a aparecer los síntomas del síndrome que le cambiaría la vida pero no lograría alejarlo de su pasión: “Es una enfermedad neurológica rarísima, se llama Susac”, explicó el joven.
Sus padres, Susana Casal y Oscar Bovaglio, fueron los encargados de consultar médicos y especialistas para encontrarle una respuesta a sus síntomas: “es una enfermedad autoinmune en donde los anticuerpos empiezan a atacar las zonas blandas del cuerpo calloso o de la vista o de los oídos. O todo a la vez o de a uno por vez. Pero la mayoría de las veces remite. Se va desapareciendo. Nosotros hace tres años que empezamos, estamos en una etapa en donde las internaciones están cada vez más distanciadas”, explicó Susana y completó Gianluca, “el año pasado me interné en Abril y ahora me falta un poco pero todavía no me interné”.
“Cuando hace tres años se le desencadenó la enfermedad no teníamos un diagnóstico preciso”, reseñó Oscar, “íbamos recorriendo de un hospital a otro hasta que una médica del Garrahan dio en la tecla, precisó la enfermedad. Pero a pesar de las dificultades que él tenía le pedía a la médica volver a jugar al rugby. La médica veía los estudios y les hacía pruebas físicas, propias de un neurólogo, y esas pruebas le daban que no podía practicar ningún deporte. Pero él seguía sintiendo que el rugby le iba a dar su lugarcito”.
“Él pedía para el día del niño, para Papá Noel, poder volver a jugar al rugby. Después de la enfermedad lo único que pedía siempre era volver a jugar al rugby. Ahora lo puede practicar de acuerdo a sus posibilidades y eso le devolvió mucha alegría”, completó el padre.
El nivel competitivo y de contacto físico en Los Matreros se volvió prohibitivo para Gianluca. Si bien hoy entrena con sus compañeros de Morón, evita el contacto físico por la diferencia de fuerza. Empero, desde el club de su barrio surgió el vínculo para que hoy esté jugando rugby a nivel internacional.
De la mano de Alberto Sanabria, El Uru para quienes lo conocen, un ícono y referente de Matreros, Gianluca conoció un seleccionado muy particular: Pumpas. Una organización dedicada al rugby inclusivo especialmente preparado para jugadores con capacidades intelectuales diferentes. Su nombre surge de la unión de Pumas, el apodo del Seleccionado Nacional, y Pampas, el equipo de la Unión Argentina de Rugby. El eje de Pumpas es permitir a través del deporte que los jugadores se desarrollen plenamente, para esto existe el rol principal de facilitador, ex jugadores o jugadores profesionales que guían, acompañan y contienen a cada miembro del equipo.
“El facilitador sería como personas que jugaron o juegan, tienen relación con el rugby, facilitan el juego de los chicos, lo hacen más fluido. De repente hay chicos que no tienen sentido de la orientación, entonces es muy lindo ver como los ayudan, lo llevan de la remera hacia el gol”, resumió Susana y continuó, “Pumpas lo armó Daniel Fernández, papá de Joaquín, un jugador con síndrome de down, armó rugby inclusivo en el Banco Hipotecario. Se le fue de las manos por la cantidad de gente que se quiso sumar. Pensaron en ampliarlo a toda Argentina y nació Pumpas”.
La organización tiene jugadores en distintos puntos del país, desde Santiago del Estero a Mendoza, pasando por Córdoba y Buenos Aires. Algunos jugadores se inician en el rugby en Pumpas, otros cuentan con trayectoria en clubes como Club Atlético San Isidro, Club Universitario de Buenos Aires, Retiro o Matreros. “Hay chicos de todo el país que juegan en Pumpas. Son chicos que jugaban en sus propios clubes y después llega un momento que no pueden jugar al ritmo competitivo, se les abre esta posibilidad del rugby inclusivo que juegan de acuerdo a sus capacidades en un ambiente más cuidado, para que no se lastimen pero así siguen disfrutando del juego”, destacaron los padres.
Pumpas le permitió a Gianluca y sus compañeros también medirse con otros equipos inclusivos y también sumarse a distintas fechas sumamente especiales para el deporte, tal es el caso del encuentro entre Los Pumas e Inglaterra en donde Pumpas jugó antes del encuentro oficial: “Pasamos de la angustia de Gianlu por no encontrar un lugar para jugar, porque la categoría de él ya es un rugby competitivo, a practicar, gracias a El Uru, en Pumpas. Son prácticas sin demasiadas exigencias pero de a poco se fueron dando situaciones y eventos: practicar con jugadores de Nueva Zelanda, con los Jaguares, ser la previa de los Pumas con Inglaterra, siempre se van abriendo nuevos caminos y experiencias para los chicos, sobre el apoyo y que todo lo estamos haciendo a pulmón”, denotó Susana y completó Oscar, “el rugby le permite conocer gente de todos lados. Dentro del rugby inclusivo están también Los Espartanos, que juegan al rugby dentro de las cárceles; están los Gladiadores de Junin. Los Ciervos Pampas que son chicos homosexuales y juegan con todos ellos. Es intercambiar y aprender, conocer a gente con realidades distintas, gustos distintos y aprender. Dentro de los clubes eso es mucho más estructurado. Siempre decimos que se puede, buscando el espacio se puede, donde esté contenido y tenga una proyección a otra realidad, se puede. Para Los Ciervos Pampas, por ejemplo, el rugby es muy de macho y hay chicos cuya gestualidad es distinta a lo convencional y no les era fácil. Gianlu interactúa mucho con los chicos de Ciervos Pampas, es la manera de conocer otras realidades y abrirte la cabeza. El rugby tradicional es distinto”.
Las prácticas de Gianluca en Los Matreros y Pumpas es su momento de escape, de euforia y de disfrute. Esas prácticas lo llevaron a jugar y conocer cada rincón del país y en este momento lo llevaron a Europa a disputar un encuentro internacional, medir su tenacidad y divertirse en otros idiomas. El Segundo Torneo Internacional de Rugby Inclusivo se realizará del 21 al 25 de agosto en Vitoria, País Vasco, y congregará equipos de Inglaterra, España, Argentina y un conglomerado de jugadores de distintas naciones representados en un mismo plantel. Bajo la disciplina Mixed Ability, tal su nombre en inglés, Gianluca y sus amigos podrán demostrar lo que más les gusta hacer.
“Este mundial lo organiza una entidad privada. Pero la Organización Internacional de Rugby va a enviar veedores para ver cómo se realiza, tomar una idea y después bajarla a cada organización de cada país. Desde Argentina viajamos unas 100 personas. Son unos 15 integrantes por equipo, y vamos dos equipos. Los facilitadores son parte del equipo, de los 15 unos seis son facilitadores, el resto son chicos con alguna dificultad, alguna discapacidad. Intelectual, no motriz, ni auditiva. A su vez estos facilitadores, cuando termina el partido, hacen de cuidadores de los chicos en las distintas actividades que realizan. Por el tiempo que han pasado se forma una amistad entre los chicos y los facilitadores”. Destacó Oscar.
El desafío espera a Gianluca y sus amigos en el País Vasco pero todos viajaron contentos y emocionados de poder llevar adelante su pasión, su deporte. “Me levanto a las 6.30 de la mañana, voy al colegio. Duermo un poquito y me voy a Nuñez, en la sede de CUBA, en Embarcadero, frente a la cancha de River. Ahí está la sede para hacer los entrenamientos Pumpas. Y acá en Matreros hago entrenamiento en la base aérea. El deporte te da siempre el empujoncito, te ayuda también a revelarte ante la sociedad. El rugby significa divertirse, jugar en familia, compartir la pasión”, finalizó Gianluca.
Al momento de esta publicación el vecino deportista se encuentra en Europa disputando el Segundo Torneo Internacional de Rugby Inclusivo, Castelar Digital le desea suerte y éxitos y lo espera para que -en su regreso- cuente los detalles y emociones de tamaña aventura.
Entrevista: Gabriel E. Colonna
Redacción: Leandro F. Vivas