La vida de Castelar está ligada directamente con el crecimiento y el correr del Ferrocarril del Oeste. Nacido en la segunda mitad del siglo XIX, el primer servicio de trenes del país llegó a ser uno de los más extensos y es el transporte urbano que mayor cantidad de pasajeros traslada diariamente. En su trayecto eléctrico, y devenido en Línea Sarmiento en el siglo XX, une la estación Once de Septiembre con Moreno. Con más de 40 kilómetros desde el centro de la Ciudad de Buenos Aires al corazón del oeste del Conurbano.

El tren le dio vida y nombre a la zona. La ciudad lleva como insignia la designación de la estación. De Kilómetro 22 a Castelar, en un camino sobre rieles.

Después de más de cuarenta años, la ciudad verá correr sobre las vías formaciones cero kilómetro. Los trenes, de fabricación china, significan un cambio fundamental en el servicio de transporte más castigado en las últimas décadas. Desde el lunes 21 de julio, el oeste del conurbano tendrá un protagonista oriental.

Las nuevas formaciones fueron construidas en China por la firma CSR Qingdao Sifang Co y cuentan con tecnologías específicas que distan mucho de los viejos coches Toshiba que corren en el Sarmiento desde la década del 60. Las nuevas formaciones están preparadas para rodar a 100 kilómetros por hora, 30 más que el máximo de las formaciones anteriores. Con un costo de 1.270.000 por unidad, se trata de una de las mayores inversiones de los últimos años.

La renovación se da tras dos años del accidente de Once, el que costó la vida de 52 personas, y el choque de Castelar, donde hubo dos muertos más. Ante estos incidentes los trenes CSR cuentan con sistemas diseñados para activarse en situaciones similares a las que dieron lugar a estos dos accidentes.

Los “chinos” tal como los llaman los pasajeros, cuentan con sistema de frenos ABS, que impide que las ruedas se bloqueen y patinen ante una frenada, además de un freno automático que interactúa electrónicamente con los nuevos sistemas de señales que se están instalando en la red. Esto impide que el tren continúe circulando ante una luz roja, o bien se detenga si supera el límite de velocidad o ingresa a alguna estación excedido de velocidad. Estos sistemas son autónomos y se disparan automáticamente sin intervención del motorman y hasta contradiciendo las órdenes emanadas de la cabina en pos de la seguridad de los pasajeros.

Los trenes CSR cuentan además con un sistema de anti acaballamiento, diseñado en Suecia evita que un coche se monte sobre el otro en caso de choque. Además utiliza un sistema de enclavamiento de puertas que impide que el tren arranque con las puertas abiertas. Cada coche tiene su propio sistema de aire acondicionado y cámaras de seguridad. Funcionan alimentados por el tercer riel, el que funciona con 800 voltios de corriente continua lo que hace que “los chinos” puedan desarrollar una potencia de 720Kw cada coche motriz. Con un peso de 45 toneladas cada coche, tienen capacidad para entre 72 y 60 pasajeros sentados, dependiendo de si se trata del coche cabina, los que lideran las formaciones, o los intermedios, que traccionan o son remolcados.

Desde mayo en el Depósito Castelar, ubicado en Rivadavia al 20500, y desde la Plaza Cumelén, se pueden apreciar las formaciones que se sumarán al servicio diario de pasajeros. Las primeras llegaron en febrero en barco al puerto de Buenos Aires y fueron reacondicionadas en las instalaciones de Castelar. De a uno y remolcados por máquinas diesel, llegó cada formación.

Primero se incorporarán siete, seis en servicio activo y otra de recambio, que funcionarán junto a los Toshiba, el aumento de las formaciones en toda la línea permitirá reducir el tiempo entre formación y formación. La renovación es llevada adelante por el Ministerio de Interior y Transporte y prevé la incorporación de 25 formaciones 0KM que remplacen por completo a los viejos trenes Toshiba.

El 21 de julio sella un nuevo hito en la historia del Sarmiento ya que, con el primer servicio del día, correrán los nuevos trenes generando un salto en confort, tecnología y seguridad.

Redacción: Leandro Fernandez Vivas
Fotos: Telam