Daron Mastropiero crea con biromes instantáneas increíbles
Daron vive en Merlo y desde su infancia sabe que su destino está en el arte. Amante de Salvador Dalí, el dadaísmo y el hiperrealismo, lleva adelante retratos y dibujos con una técnica fuera de lo común: “Son dibujos en birome, son todos tratados de sesiones fotográficas, en una primera instancia eran amigas, mi novia también. Después modelos. Busco mostrar los conceptos que manejo, no es el retrato por el retrato”, resumió ante la consulta de Castelar Digital.
Tras años de estudio y creación, está a punto de realizar una muestra en Ituzaingó, de completar un libro con sus dibujos y de llevar su arte a Europa. Es profesor de arte y dedica su vida al dibujo y a difundir su pasión por la plástica.
El proceso de creación no es fácil, ni rápido, pero llega a alcanzar un nivel de detalle que supera a la fotografía. El primer paso es realizar una sesión de fotos con una modelo, luego Daron selecciona la imagen y la transforma sobre el papel en su expresión: “Lo que trabajo son conceptos más que retrato, lo que hago es resignificar la imagen, otro enfoque conceptual. Busco mostrar mi amor por el dadaísmo, en donde el concepto valía más que el objeto... Está el concepto y el dibujo, que no es la reproducción de la foto. Está el que dibuja y te pone la foto para que veas cuán parecida es. Eso no me importa, no es la técnica. Sino captar la energía del momento. Eso siempre me sorprendió, que la gente entienda la energía de la obra. Eso de poner la foto al lado no lo voy a hacer nunca, mi objetivo no es reproducir tal cual, lo mío quiere ir más allá. Pero lleva un trabajo minucioso en los detalles. Al principio demoraba 23 horas con un dibujo, ahora son 27 horas mínimo. No puedo estar menos, me lo exige el dibujo”.
Los dibujos los realiza generalmente sobre papel, pero puede llevar sus obras a formatos como la cuerina y a tamaños que alcanzan los tres metros. Sin embargo, reconoce que los dibujos pequeños son los más demandantes. “El chiquito es más difícil. El detalle preciso es jodido. La línea suelta, el detalle. El trabajo en birome, no es que dibujé una foto y nada más, tenés que ver la anatomía, los vacíos, los espacios. Las texturas. Si la modelo tiene un anillo, vos tenés que ver el brillo, y que se note que es un metal. Es difícil dibujar chicas si son demasiado lindas. Hay una que la dibujé como cinco veces, porque si le pifié un milímetro, es otra persona. Prefiero dibujar de noche y sacar la foto con flash. Y dibujo los espacios, dibujo lo vacío. No dibujo la foto, o la persona, dibujo los espacios vacíos. La silueta y después la persona. Cada dibujo son cinco o cuatro biromes, y no escribo con una sola todo el tiempo. 27 horas son varios días, diferentes ritmos, diferentes horarios. Me gusta trabajar de noche, me conecta conmigo, música tranqui. Es lindo trabajar de noche”, explicó.
La pasión de Daron por el dibujo y la expresión plástica nació a sus doce años de edad cuando en la escuela tuvo un profesor que lo llevó a conocer a Dalí, a Van Gogh, a las distintas tendencias y movimientos artísticos. “Tuve un profesor de plástica, Gerónimo, hablaba con una pasión del arte. Nos hablaba del impresionismo, del cubismo, todos los ismos. Nos hablaba de los artistas, y conocí el amor de mi vida que es Salvador Dalí. Me quedé con la imagen de los relojes derritiéndose. Cuando estudié surrealismo me gustó. Yo hacía dibujos y los vio mi profesora de matemática, Cristina Pérez, ella agarró y me contactó con la artista de Paso del Rey, Ivonne Beribey. Cuando la conocí ya era grande. Estuve tres meses en su taller. Y todo el año con Gerónimo. Desde esa época quiero ser profesor”.
Tras la escuela ingresó en la Escuela de Bellas Artes Manuel Belgrano de la Ciudad de Buenos Aires donde el año pasado se recibió de profesor. “Todo lo que aprendí de Gerónimo e Ivone fue superior a lo que vi en los cuatro años del profesorado. Pensé que iba a ser poco lo que yo supiera, o que encontraría gente grosa y fue distinto. Por el Manuel Belgrano pasó Berni, Minujín. Pero yo ahí no aprendí a trabajar, la técnica mía, con birome, es autodidacta. La idea surrealista es autodidacta, surge de lo que me enseñó Gerónimo e Ivonne”, rememoró.
Su arte lo llevó a presentarse en distintas salas y muestras en el oeste del Conurbano. Destacan la Casa de la Cultura de Merlo, El Teatro Municipal de Merlo, centros culturales de San Antonio de Padua y la Galería Mosches de Ituzaingó donde ganó una mención especial por Madame Samanta (La construcción del pensamiento abstracto 2). Después del oeste, llegó el turno de Europa. “Me llamaron de España, me contactaron ellos. Vieron mis dibujos y me contactaron para preguntarme si quería exponer allá. Estamos acordando cómo enviar los dibujos. Voy a presentar la muestra ‘Mala Práxis Docente’. Son imágenes medio violentas, hay una parte que son los ‘cadáveres espirituales’, son los rostros de los chicos, de primaria y secundaria. Son dibujos de 3 metros de alto, de 2, de 1 y medio. Son rostros con golpes, traumados. Cosas bien impactantes. Es lo que pasa, que no se vea no quiere decir que no esté ahí. Plástica sino sigue siendo la hora libre”. En España también, sus dibujos forman parte de un blog de Valencia dedicado al arte de todo el mundo.
Si bien su fuerte es la birome, utiliza además fibrones o lápices acuareables aunque siempre vuelve a las lapiceras. A pesar de la calidad de sus dibujos reconoce que más de una vez termina rompiendo los que no le gustan o no puede entregar los que le piden, es que, simplemente, la birome no se puede borrar. “Llegué a arruinar muchos dibujos, que los vieron las modelos cuando vinieron a casa. Hubo algunos que no me gustaron y los tiré. El último que hice lo tiré; no me gustó lo rompí y lo tiré. Me agarran arranques de que no me gustan y los tiro. Soy fanático de Les Luthiers. Carlos Nuñez Cortes hace poco dijo que “es indigno para un humorista apelar a cualquier recurso para la risa”. Y ellos así me enseñan la dignidad. Es mejor no hacer nada que hacer cualquier cosa. Prefiero estar un mes sin un dibujo y no hacer un mamarracho así no más. Si voy a hacer algo lo voy a hacer bien. Es como una doctrina. Prefiero tomarme todo el tiempo y hacerlo bien”.
Entre sus proyectos próximos figura un libro que presentará exclusivamente el trabajo de Daron a cargo de la editorial La Duendes. “Tengo una amiga, excelente dibujante, Eins Blasich. Tiene 200, 300 cuadernos llenos de dibujos, más grabados y otras cosas. Dibuja todos los días. Ella me conectó con la editorial. Les gustaron mis dibujos y me propusieron publicar. Va a ser un libro sobre la figura femenina, sobre la fuerza, el erotismo… y yo estoy en mi salsa, es lo mío”. El libro aún no tiene fecha de edición ni título, pero los primeros dibujos de Daron ya se ven en el blog de la editorial.
En los próximos días estará realizando una muestra en el centro de Ituzaingó. Bajo el título Azul y Negro se presentará el 28 de febrero en la Sala de Exposiciones municipal ubicada en Soler al 200 donde compartirá la muestra con dibujante de comics Abel Draven. En mayo volverá a la sala Graciela Mosches y, aún sin fecha, expondrá en Casa de Cultura de Flores “Marcó del Pont”. Las obras presentadas y muchas aún no expuestas se pueden ver en su facebook (facebook.com/dadalidaron).
“De a poco voy cumpliendo mis metas. Cuando conocí a Gerónimo quise ser profesor y me recibí y lo soy. Espero ahora poder estar en un colegio y dar clases particulares, un taller. Exponer en España, publicar el libro… y seguir dibujando”, finalizó Daron Mastropiero.
Entrevista y Redacción: Leandro Fernandez Vivas