Pinta el Bardo: Comunión de artistas en el Oeste
Omar Sisterna es profesor de Artes Visuales. Busca expresar con el dibujo, la pintura, y el grabado sus inquietudes. Su primer exposición individual fue en Marzo del 2009, en Galatea ArteBar. Ahí mismo es donde, a fines de ese año, conoce a Cristian Franco. “Desde chico me interesó escribir”, relató Cristian ante el micrófono de Castelar Digital, que descansaba sobre una mesa de La Cucha. “Un día leí un librito de cuentos de Edgar Allan Poe, a los 14 o 15 años, y ahí descubrí que había algo llamado Literatura. Entonces entendí que yo quería ser parte de eso”.
“Me recibí de profesor a los 22 años”, comenzó con su historia Omar, “pero antes empecé una formación en grabados, pintura y dibujos. En el 2009 empecé a exponer, y nos conocemos con Cristian en Galatea, que fue uno de los primeros lugares donde expuse”.
Estos artistas llevan adelante una movida cultural distinta al común de la zona. No tiene fechas, ni un cronograma, sino que se organiza de manera particular para cada presentación y según los artistas que quieran sumarse. Las locaciones varían a la par que las muestras. No existe el lucro y apenas, en alguna presentación, se pasa la gorra, para viáticos y fletes. Así la pintura puede mezclarse con poesías, fotografías, bandas de rock y cualquier otro género artístico.
Según relataron, el arte los encontró de muy chicos y casi sin saberlo, los condujo a las áreas en donde hoy se desempeñan. “Nací en Hurligham y siempre estuve ahí. Cuando era chico mi mejor amigo de la infancia tenía inclinaciones por lo artístico. Yo no sabía que el arte era el disfrute por la música o dibujar. Nosotros dibujábamos para matar el aburrimiento, también escuchábamos música y escribíamos letras de canciones. Así empecé a tener contacto con lo artístico de alguna manera. También fue curioso que cuando era chiquito tenía un puesto de diarios cerca de casa y me pasaba tardes “mirando” comics, porque todavía no sabía leer. Después empecé a dibujar con las figuritas, y al ser hermano menor recibí de herencia la cultura del rock con imágenes de The Wall de Pink Floyd, de Led Zeppelin, bandas que le dan importancia a lo expresivo del dibujo, así, sin darme cuenta, me empecé a formar desde lo visual con todo eso que tenía a mano”, rememoró Omar.
Cristian también nos cuenta sobre sus comienzos: “Al principio me había inclinado más por la narrativa, en la adolescencia escribía cuentos que les mostraba a mis amigos. A partir de los 18 o 19 me incliné más a la poesía y ahora estoy en esa fase. Al principio solo le mostraba lo que escribía a un círculo reducido de amigos, pero siempre los amigos te dicen ‘che, qué bueno que está’ y no es un gran parámetro, hasta que en un momento pensé que estaría bueno juntarme con gente que esté haciendo lo que yo estaba haciendo que era escribir. Por diferentes casualidades de la vida, me puse en contacto con escritores de Hurlingham, hicimos un blog y empezamos a juntarnos en Galatea”.
De esa búsqueda que los reunió en un bar surgieron distintos proyectos. Algunos se materializaron en libros, que hoy son muy difíciles de conseguir: “Cuando nació el blog, queríamos publicar. Hicimos una pequeña edición de autor, a través de un editor independiente de capital. Eran 6 o 7 libros y 50 ejemplares en cada tirada. Es lo único que tengo publicado en formato libro. Después en internet tenemos un proyecto que se llama difusiónA/terna donde publicamos pequeñas plaquettes de diferentes escritores, ahí también tengo algo publicado. Gracias a esos libros tuvimos contacto con mucha gente, en las FLIAs principalmente. Para mí eso fue conocer un mundo nuevo, yo venía de Mariano Acosta, donde prácticamente no hay movida cultural”, relató Cristian.
Así como el azar reunió a los dos amigos en el bar de Hurlingham, Pinta el Bardo surgió de la misma manera. Tras nueve presentaciones en la que expusieron, actuaron y se conocieron distintos artistas con diferentes maneras de expresarse, los comienzos respondieron a la suerte. “Pinta el Bardo nace a fines de 2011. Yo tenía una fecha para exponer en una casa de Floresta, pero no quería exponer solo, estaba ‘inquieto’, ‘aburrido’ ”, relató Omar, y continuó: “No me gusta esa cosa egocéntrica de exponer solo. Cristian me dijo ‘te doy una mano con esto del evento’, y de a poco fuimos armando lo que fue el primer Pinta el Bardo”.
Según relataron, en las distintas fechas pasaron bandas de varios puntos de la zona oeste, sin limitarse a Hurlingham o Castelar. También participaron artistas de la Ciudad de Buenos Aires, pero siempre respetando la idea del evento que es “hacer una comunión de diferentes lenguajes artísticos. Una conjunción de personajes y zonas. El oficio de artista, el compromiso de buscar siempre un más allá, ese fue nuestro punto de conexión. El objetivo también es realizarlo en el oeste, para sacar ese mito de que todo está en Capital”, resumió Omar.
Parte de la iniciativa busca quitar el preconcepto comercial del arte. Las muestras no buscan vender obras, ni recaudar, por eso mismo no se cobra entrada, ni hay gravámenes para participar.
Los dos artistas concuerdan en la manera de mirar el arte. Así como afirman que Pinta el Bardo no es un lugar físico ni cuenta con exponentes fijos. “Son ideales que tenemos frente al arte, es nuestra manera de ver. Sabemos que el arte se vende y se compra pero no lo queremos resumir a eso”, explicó Cristian.
“En la actualidad parece que el arte está muy libre, como si todo el mundo fuera artista. Y eso esta bueno pero a veces hace que todo termine en la nada. Esa libertad hace que cada artista piense que su obra es lo único que importa. ‘Si hay lugar para exponer yo, está bien. Si el otro no tiene no me interesa’. Pinta el bardo busca mostrar que lo que potencia al arte aparte de su calidad, es el artista. Uno se complementa con otro para no ser personas individuales a costa de pisar al otro”, continuó el escritor para dar pie a la ejemplificación de Omar, “En estos nueve encuentros hubo gente que expuso fotos que recién estaba empezando con gente que ya tenía una cierta trayectoria, y eso es interesante. Es un espacio abierto igualitario y de crecimiento. Mucha gente se va contenta porque conoció a alguien que hace algo interesante. Es un lugar para la sorpresa, siempre aparece alguien que vale la pena conocer”.
La creación de cada evento surge del contacto con los artistas. La primera vía es digital, a través de Facebook, de otras redes sociales o por mail.
La coordinación y el armado de cada fecha conllevan trabajo y esfuerzo. Los dos amigos ocupan su vida en otras áreas. Omar da clases en escuelas de Hurlingham, mientras cursa su licenciatura en Arte en la Universidad de Buenos Aires. Cristian por su parte, se emplea en reparación de computadoras mientras estudia Edición, también en la UBA. Con tiempos justos y sin más interés que el placer y el conocimiento del arte, cada edición de Pinta el Bardo es una maquinaria de esfuerzo y compromiso.
Cada fecha es distinta y se acomoda a las posibilidades del lugar, el momento y el público. “El primer Pinta el Bardo fue más rock, después hicimos uno ‘unplugged’, fueron bandas acústicas… el formato de cada uno se adapta a los requerimientos del lugar”.
La lista de artistas es extensa, en las presentaciones participaron tocando en vivo Hamaneratto, Gramonautas, Constructivistas, Nocometas, Caro Tapia, Roma Roldan, Also Sprach, en las lecturas Jungle Julia, Juan Crasci, Gon Alzaibar, los chicos del Cuadernillo Comunitario. Exponiendo artes visuales y fotografías Majo Echarri, Adriana Giacchetti, Leopoldo Anso, Francisco Ferreras, Fernanda Zentner, Facundo Tomas, Aye Davanita, Romina Ciaponi, Lau Cordoba, entre otros.
El objetivo final de los eventos se desprende directamente de la manera de interpretar el arte y cada disciplina por sus ideólogos. Pinta el Bardo es un punto de encuentro que funciona como disparador: “Por el tiempo que lleva organizarlo, siempre en un momento se plantea ‘¿Tiene sentido? ¿Para qué?’, pero se retroalimenta. La satisfacción de los que participan es una manija increíble, eso es el motor para organizar todo nuevamente. Pero no tenemos un calendario, va surgiendo todo naturalmente”, finalizaron los amigos.
Para conocer las próximas fechas de Pinta el Bardo sólo es necesario visitar su página de Facebook (facebook.com/PintaElBardo).
Entrevista: Gabriel E. Colonna
Redacción: Leandro Fernadez Vivas
Fotos: Gabriel E. Colonna y Pinta El Bardo