Veinte años de actuación producción y amistad cementaron el vínculo que une a los miembros de Teatraje. No sólo es una compañía de actores dedicados al teatro, es un grupo humano volcado a la presentación y puesta en escena de sentimientos, emociones y arte.

Teatraje nació en 1992, casi por azar y un poco por obligación. “En la escuela donde yo trabajaba, el Colegio Inmaculada, pusieron teatro y como Profesora de Lengua me ofrecieron coordinar la actividad. Me gustó la idea, dije que si, pero me quería capacitar. Hice un taller y lo que aprendía se lo daba a los chicos”, comenzó a explicar Alejandra Sanchez, la mentora del grupo.

“Comencé a los 28 años y fue un viaje que continúa”, ejemplificó ante Castelar Digital.
El grupo Teatraje es el grupo de teatro de la Unión Vecinal Arias y Jonte, aunque tiene su propia identidad y no está limitada por la unión. No obstante, allí tiene hoy su lugar, su espacio. Casi todos los días de la semana se juntan los miembros de la agrupación, divididos en los distintos talleres para niños, adolescentes y adultos. De sus filas surgieron Zapping, Dezertores, Compañía Ostinato, entre otros grupos de Teatraje.
Entre sus obras destacan “Bichos de diván”, del grupo Zapping, “Los que merecen ser amados”, “Solo Ostinato”, de Compañía Ostinato, “Trampera”, del Grupo Caricatura, y otras producciones que vienen presentando desde hace unos años.

Pero no siempre el tránsito del grupo fue exitoso como este presente. A poco tiempo de iniciar en el Inmaculada, debió emigrar.  “En la inmaculada tenía 50 chicos, estaba desdoblada, ya desde la primera clase fue todo emoción. Cuando Inmaculada decidió cerrar el taller, con los chicos tuvimos que buscar otro lugar. Primero estuvimos en el Club Argentino, después en la Escuela 7. Pero en los dos no había suficiente espacio, y en la escuela con los cambios de primaria a secundaria se hizo difícil. Hasta que encontramos la Unión Vecinal, que nos dio un espacio en donde se nos contiene, se nos respeta. Hace más de 10 años que estamos ahí”, señaló Alejandra Sánchez, la directora de Teatraje.

El grupo siguió creciendo desde su primera experiencia en el colegio Inmaculada . Y se sumaron más integrantes. “Yo hago teatro por vocación, también tengo vocación por la música, el canto, pero teatro me gustó siempre”, señaló Inés Ferreyra y continuó, “de chica en el colegio actuaba, era un colegio de hermanas, pero después de un tiempo no hubo más teatro. Hice un tiempo en otra escuela y después tuve que dejar por los hijos y la historia de toda familia. Cuando me jubilé dije ‘esta es la mía’ y empecé otra vez. En el año 2000 me sumé al proyecto de Alejandra”.

Las historia de Cristina Lovay, otra de las actrices, es similar: “Me acerque al teatro en la adolescencia, por una cuestión de curiosidad, de ver qué era; quedé impactada por encontrar un canal de expresión maravilloso. Fui madre muy joven así que hubo un tiempo en donde no hice nada de teatro, hasta que retome y no paré. Después trabajando en una obra en Capital conocí a Alejandra. Le pedí información de cómo eran los talleres y Alejandra me invitó a participar de Teatraje. Lo cual fue una experiencia interesante”.

“Yo empecé ahí en el club de barrio, en Parque San Martín, Merlo”, aclara ante la consulta Ana Mangerino, otra de las miembro jubilada con las que cuenta Teatraje. “Después hice cursos en la municipalidad de Merlo, hice cursos con Norma Dumas, hicimos obras que presentamos en Libertad, en Ituzaingó. Después trabajé, me casé, tuve mis hijas, me jubilé y también me dije, ‘esta es mi oportunidad, tengo que volver al teatro’, y retomé con Abuelos Arte Club. Después vi una obra en la Unión Vecinal y me sumé y hoy sigo con ellos”.

Pero en el grupo no son sólo actrices, ellos también tienen su espacio. “Formo parte de Teatraje desde el 2006, pero hacía teatro desde los 27 años. Tenía un trabajo técnico de muchas horas y empecé teatro como un cable a tierra personal, lo hacía como un hobby durante muchos años. En el 2001 con la crisis dejé de trabajar, entonces decidí poner en acción el teatro”, señaló Raúl Delgado. “Me orienté al teatro barrial,. Arranqué golpeando puertas de sociedades de fomento para ver si querían que les de clases de teatro a los jubilados, gratis. A partir de ahí no paré y no pararé nunca”.

“Para mis padres el teatro era algo muy bueno pero que no estaba al alcance de nuestra clase social. Aunque había tiempo libre y algún ahorro no había vacaciones en mi casa, había otra prioridades, el teatro no se veía como un trabajo o como una actividad seria”, a pesar de las diferencias socioeconómicas, Raúl siempre guardó un espacio especial para el teatro y hoy lo desarrolla en Teatraje.

La iniciativa nació con los alumnos de Inmaculada que luego fueron mudándose de sede en sede. “.  En un momento con todo el grupo pensamos que había que hacer una obra, y nos pusimos a hacer una. Aprendimos mucho sobre la marcha. Después hicimos una creación colectiva,  de ahí seguimos recibiendo gente, hicimos otro grupo de adultos,… los comienzos fueron duros; hubo que pagar derecho de piso y luego tratar de armar un equipo, pero lleva tiempo encontrar a la gente que complemente y sume,  que ayude y brinde su experiencia”.

Por ejemplo, así nacieron los grupos de adolescente, convertidos con los años en jóvenes, que hoy forman Zapping.  “Sumamente creativos, independientes, llegaron a estar 10 años proponiéndose hacer todos los años algo diferente, con este grupo solemos hacer la obra Bichos de diván”, destacó Sánchez quien durante la entrevista ofició además de vocera del grupo.

Paralelamente, Teatraje lleva adelante un taller de expresión corporal y preparación física llamado “El cuerpo en juego”. Y un nuevo taller para niños de dos a cinco años.

 “Hace tres años nació Trama, un proyecto solidario que emprende diferentes movidas con los participantes de los talleres que así lo deseen. En este marco realizamos campañas de tejido de cuadrados para confeccionar mantas, juntamos zapatillas, colaboramos con necesidades de diversos hogares, como por ejemplo la realización de obras de títeres y teatro leído para geriátricos. Ahora iniciamos una convocatoria para leer y grabar cuentos y obras de teatro para equipar una biblioteca para no videntes.”

Las distintas propuestas llevadas adelante por Teatraje y los demás grupos integrantes nacen de la puesta en común de ideas, propuestas y voluntades y lo llaman Creación Colectiva: “es un proceso de dos años: uno de búsqueda y el segundo de pulido de detalles. Dos años que se sostienen con el disfrute del mientras tanto. Me apasiona la búsqueda, las cosas que van surgiendo, los ensayos… es un enriquecimiento, un momento en el que todo es posible, una adrenalina especial, pensando ideas y comunicados entre todos.”, afirmó Alejandra.

“Los que estamos tenemos que amar esta obra y los que se incorporan también tienen que quererla. Luego viene la escenografía donde a veces con poco hacemos mucho. Con los años conocimos a unos escenógrafos, Julieta Saavedra y Diego Prenollio que interpretan maravillosamente nuestras necesidades”, completó.

El grupo completo está volcado en las presentaciones de la obra “Los que merecen ser amados”: Según se lee en su página web: “Los que merecen ser amados saben que no hay amor sin miedos, sin angustias, sin dolor. Sabemos que aún así vale la pena amar y ser amados. Porque es amando como transformamos a los demás y nos dejamos transformar”. En palabras de Cristina Lovay, una de sus directoras: “se nos cruzaron ideas compartidas: poner el foco en las relaciones humanas. Algo particular del amor, diferentes tipos de amor. En un espacio donde la gente estuviera de paso, un hotel, un cabaret,  la idea era hacer tierra en un lugar donde no te sentís tan seguro porque estas de paso. Terminamos haciendo un recorrido de una tarde hasta el amanecer siguiente en el cual el amor en sus diversas formas nos transforma en minutos u horas, en un elenco de 13 personas se pueden armar muchas parejas que describen un muestrario posible”, resumió. La obra podrá apreciarse en las próximas presentaciones de Septiembre.

Colmados de expresión y pasión por el arte sobre las tablas, Teatraje recorre la zona y los sentimientos dando al público el resultado de dos décadas de trabajo. Con una oferta de talleres que no se encuentra en ningún otro centro cultural de la zona, la mezcla de música, expresión y movimiento se funden en cada una de las obras de este grupo de Castelar.

Enrevista: Gabriel Colonna
Redacción: Leandro Fernandez Vivas
Fotos: Gabriel E. Colonna