Un sonido característico libera las burbujas que luego se vuelcan en el chopp. La anilla generó la presión para abrir la boca y volvió a su lugar. El aroma invade la mesa y el sabor confirma lo que dice la etiqueta, pero la diferencia está en la manera en que se hizo, en el proceso de cocción y selección de ingredientes e insumos. La cerveza artesanal tiene un origen común con aquellas que se consiguen en el supermercado, pero allí terminan las similitudes.

En los últimos años la cervecería artesanal conoció un auge sin precedentes. Desde bares dedicados hasta acuerdos comerciales que permiten ‘compartir’ envases rellenables. En la zona oeste existen varias marcas entre las que destaca Birralama. La firma nació en Morón y ya tiene nueve años de historia. Carlos Goicoechea es el Brew Master de la marca aunque reniegue del título y prefiera llamarse cervecero. El emprendimiento nació como un hobby y lo llevan adelante cuatro amigos que se dedican a la cocción, producción, embotellamiento y distribución de las cervezas de Birralama.

“Somos cerveceros, de los cuatro birreros de Birralamas soy el que está al tanto de la receta. Hay mucho laburo entre los cuatro, somos un grupo de amigos de muchos años, 25 o más, uno es mi hermano, por lo que está en otra línea, pero hay mucha honestidad del grupo. Más allá de la cerveza que le guste a cada uno, sabemos que lo que estamos haciendo es un producto, tratamos de llevarlo a ese estándar y acercarlo a lo que la gente nos devuelve como feedback. Lo que tratamos de hacer es un hobby, algo que nos gustaba compartir, nos juntábamos a probar cervezas que traíamos de los viajes. Entonces un día nos dijimos ‘¿Por qué no hacemos una nosotros?’, y empezamos con eso en 2011. Después surgió hacerla comercialmente, somos cuatro cerveceros que tomamos la cerveza y buscamos divertirnos en el medio”, explicó Goicoechea en #CASTELARenVivo, el ciclo de entrevistas que realiza Castelar Digital en Instagram.

Todos los jueves a las 22 en su perfil de Instagram Castelar Digital realiza #CASTELARenVivo, el ciclo de entrevistas que busca conocer a los artistas, emprendedores, comerciantes y vecinos amigos que hacen a la historia común de Castelar y el Oeste del Conurbano. El primero fue Iván Vázquez de Lemon Studio Inc, luego fue el turno del músico Hernán Sánchez, le siguieron Lucas D’ippolito quien lleva adelante el estudio de grabación Movarte, la cocinera vegana y columnista de este portal Mar Vegan, la actriz y cuentera Antonella Rocchi, el músico y luthier Pipo Nazaro, también Federico Rangone de veterinaria Rangone, El Rulo Rodante que unió Castelar con Cusco en bicicleta, Hierros Libertad la empresa familiar que brindó los materiales para la construcción del Plaza Oeste, Bonardi Propiedades, Ildo ‘Tano’ Baccega de Ella Es Tan Cargosa y ahora fue el turno de Birralama.

La historia de Birralama comenzó el día del amigo de 2011. Lo que era una reunión se transformó en el primer día de cocción de cerveza: “Fue una idea más de amigos que de emprendedores. Era hobby y de a poco se va volviendo una empresa, irse corriendo de la cerveza que a uno le gusta tomar, o del estilo que a uno le gusta, y entender cómo ese estilo lo puede llevar a la gente. Y el compromiso también, antes era ir a los bares y ahora el delivery casa por casa. Ese día, la primera cocción fue muy divertida, empezamos a las 10 de la mañana y terminamos a las 2 del otro día, llegamos a sacar 10 litros pero fue realmente muy artesanal. Tenemos en la memoria que fue una gran birra, una gran emoción. Para todos estaba buena, pero en la distancia pienso cómo la hicimos, todo lo que nos pasó y dudo realmente que estuviera tan buena. Siempre nos salieron bien, pero quizás no estaba tan buena” confió Goicoechea.

A diferencia de otros rubros, si bien existen muchas marcas y cervecerías artesanales, no hay competencia y conviven en un ambiente de camaradería, de ayuda mutua y de acompañamiento. Cada una tiene su secreto o algún sabor particular que las destaca, pero todas buscan abastecer el mismo mercado sin perjudicarse: “La cervecería es muy linda, mucha camaradería, mucha amistad, de reunir a la gente. Hace tres años empezamos a salir en los bares, mucha celebración, mucha re inversión, animarnos a las choperas. Este verano pudimos hacer la ampliación de capacidad, para hacer más estilos y poder hacer latas. Cuando hicimos la primera prueba de la lata no pensamos que iba a ser lo que es hoy para la industria en general, pero principalmente para las artesanales, sin el bar quedamos condicionadas a las latas y a al logística del delivery. Esto igual es bueno porque te acerca al cervecero del barrio. Son nueve años de historia, un lindo recorrido”, completó el vecino.

La nota completa se puede ver en el Canal de Youtube de Castelar Digital y #CASTELARenVivo se repite cada jueves a las 22 en Instagram. El jueves 30 será el turno del artista Hernán ‘Budapest’ Marino.