ONG ayuda a atrapar motochorros
El conductor de la moto sacó un arma y sin dudar se la apoyó en el estomago mientras su voz alterada atravesaba el cuello polar que le tapaba la cara. Exigía dinero, celular, cadenitas o anillos, y cualquier cosa de valor.
La acompañante del motochorro tomó de un tirón la cartera de la inmóvil joven. En el interior del bolso sus apuntes de la facultad se mezclaron con su billetera y las llaves de su casa. La nerviosa ladrona no satisfecha con el botín le pidió también las zapatillas.
La moto aceleró y Mariángeles quedó sola y descalza sintiendo como el frío del arma que había notado sobre su abdomen minutos atrás ahora se presentaba en sus pies en contacto con el asfalto.
Historias similares se repiten en Castelar Norte y en los alrededores del barrio Villa Ariza de Ituzaingó. Zona elegida por los motochorros ya que la Avenida Santa Rosa, que divide los municipios de Morón e Ituzaingó, es una rápida vía de escape que conecta con la Avenida Rivadavia, hacia el sur, y con el Acceso Oeste hacia el norte.
Además, con sólo cruzar la avenida cambian de jurisdicción policial por lo que interviene otra comisaría en caso de que los estén siguiendo.
Estos robos, no siempre plasmados en denuncias policiales en las comisarías de la zona, fueron recogidos por la ONG Ma. Fa. Vi. (Madres y Familias de Víctimas) hasta lograr modelo del procedimiento que utilizan los ladrones.
La Presidenta de la ONG ( www.ongmafavi.com.ar ), Alicia Angiono, nos explica cómo es su manera de hacer justicia por mano propia: “Se trata de solidaridad. Es una forma de comprometerse, es hacer justicia no violenta por mano propia. La solidaridad es un boomerang, sos solidario con una persona y nunca sabes cuando vas a necesitar de otra persona para que te ayude a vos”.
“Concientizamos a la policía sobre cómo trabajan los arrebatadores en la zona. En el Foro vecinal de seguridad Castelar Norte recogimos las denuncias y con eso fuimos a la comisaría primera de Ituzaingó y a la séptima de Morón, hablamos con el Comisario Reynoso y con el Comisario López (respectivamente) y los ayudamos a planificar operativos cerrojos. Es muy difícil atrapar a los motochorros porque se escurren en el tránsito”.
Según los datos recopilados por MAFAVI casi siempre se trata de los mismos ladrones quienes utilizan motos de colores oscuros, de cilindradas 100, 125 o 150, se visten de negro y utilizan casco para taparse el rostro. Además, detectaron que las carteras o elementos sin valor comercial los “descartan” en los alrededores de una iglesia Ortodoxa Rusa de Villa Ariza, “y a muchos las víctimas los volvieron a ver o cruzar cerca de un ciber en el centro de Ituzaingó”.
“Las motos son muy silenciosas. Se suben a la vereda cuando la víctima habla por celular o no está prestando atención. No sé si apagan el motor o tienen motores preparados para hacer poco ruido y así sorprenden a la persona. Le arrebatan lo que tengan de valor y después se escapan. Es muy difícil que la policía los atrape por que si no los ven infraganti es muy difícil identificarlos y no los pueden inculpar” apuntó Angiono.
“El presidente del Foro participó de un operativo con personal de la comisaría de Villa Ariza. Esa noche atraparon a un motochorro gracias a una denuncia rápida y al móvil policial que estaba patrullando la zona. Cuando lo detuvieron al ladrón le encontraron pertenencias de otras cuatro personas que después revisando denuncias se comprobó que habían sido robadas todas por la zona”.
La vecina de Ituzaingó, quien junto con otras mujeres formó la ONG luego de vivir en el seno de su familia la violencia de los delincuentes, explicó que los arrebatadores en moto que eligieron esta zona del Conurbano para cometer sus delitos no tienen ningún reparo en golpear o arrastrar a sus víctimas con tal de llevarse billeteras o celulares, “son arrebatos con mucha violencia, hablamos clavículas rotas, golpes contra arboles hasta llegar al desmayo y mujeres arrastradas por la calle hasta que sueltan la cartera. Inclusive asaltan a quienes van en bicicleta por la Avenida Santa Rosa lo que pone en riesgo la vida de la víctima que puede caer al piso y terminar debajo de cualquier auto. Es una avenida con mucho tránsito”.
Los informes presentados por la ONG fueron tomados en cuenta por las comisarías de la zona quienes han implementado más operativos y controles sobre los motociclistas, principalmente aquellos que concuerdan con la descripción dada por las víctimas y quienes conducen con motos sin patente. “
“Lo que siempre les decimos a los vecinos es que haga la denuncia, por mas que avise al foro, sino las estadísticas no son reales. Uno así puede prevenir que otras personas sufran lo mismo, a través de foros, reuniones vecinales o alertando a los vecinos si ve algo raro; vale el compromiso de la gente. Lo nosotros hacemos es que haya justicia, pero que la haga la autoridad competente” finalizó Alicia Angiono.
Por Leandro Fernández Vivas para 24Con - Conurbano Online