Castelar iba a tener una plaza céntrica pero no se construyó
Por: Leandro Fernández Vivas.Marcelo Urriza es Profesor de Historia y Calígrafo Público pero más allá de los títulos es amante de la historia y la topografía de la zona que conoce desde que nació, aquella misma que conoce su familia desde principios del siglo pasado. Miles de mapas y otros tantos recortes de diarios y publicaciones municipales conforman su archivo personal, de fuentes tan diversas como el Museo y Archivo Dr. Ricardo Levene, la Dirección de Geodesia Archivo Histórico Gobernador Martín Rodríguez de la Provincia de Buenos Aires y el Instituto y Archivo Histórico de Morón, entre otras instituciones.
“A Castelar le faltaba una plaza y en 1920 se les ocurrió construir una”
En su archivo, el vecino encontró una copia de un panfleto publicitario del Municipio de Morón de hace cien años en el que proponía la creación de una plaza en el entorno del centro de Castelar. Hasta la creación de la Plaza Cumelén en 2001, todos los espacios verdes de la ciudad se encontraban alejados de la estación al menos siete cuadras, en 1920 se propuso solucionar esta cualidad de Castelar con una plaza en la manzana de las actuales calles Mitre, Monteverde y Almafuerte, el pasaje Bayardi no existía. Aunque la idea de una plaza céntrica es aún anterior: “Frente a la estación, la manzana donde hoy está el Supermercado Zeta, la Galería Miriam y otros comercios, fue donado a principio del siglo pasado por Gabriel Revoredo, que fue Intendente de Morón en la época de los conservadores y donó a Ferrocarriles toda esa zona para la construcción de la estación, que incluía también una plaza, pero no se concretó”, explicó a Castelar Digital el Profesor Urriza, y continuó, “a Castelar le faltaba una plaza, entonces a principios de la década del 20 surgió la idea de construir otra también muy cerca”.
Apenas unos kilómetros después del casco urbano de Morón, una zona de casas quintas y grandes espacios verdes libres y aptos para loteos, con una altura que la hacía destacar en la zona, comenzó a ganar visitantes y nuevos habitantes. El Apeadero Kilómetro 22 del Ferrocarril Oeste comenzó a tener cada vez más tránsito por lo que en 1913 se decidió la construcción de una estación, en su entorno nació el pueblo de Castelar. Apenas unos años después se propuso destinar la manzana desocupada más próxima a la estación como la Plaza Central de Castelar. El lugar elegido fue la espalda de las construcciones preexistente sobre la actual calle Martín Irigoyen y el espacio limitado por Almafuerte, Monteverde y Mitre. Además se abriría un pasaje de norte a sur que uniera Mitre con Almafuerte. “Se proyectó la plaza céntrica y el pasaje…. Pero al final todo quedó trunco, hubiera cambiado todo. Hubo intereses de por medio, tema plata, sobre Martín Irigoyen ya estaba edificado, existía un centro de salud que se especializaba en atención de pacientes psiquiátricos o con problemas respiratorios. Al final la plaza no se hizo, habría que investigar por qué no se hizo”.
Los terrenos se lotearon, se construyó y el proyecto de la plaza central quedó en el olvido. La localidad de Hurlingham presenta una fisonomía similar en la plaza John Ravenscroft que, salvando las diferencias, se encuentra a la izquierda de la Ruta 201 si uno se dirige hacia la estación Rubén Darío, distante a sólo 150 metros. La analogía nos ayuda a imaginar cómo hubiera sido el centro de Castelar con una plaza tan cerca de la estación y quizás el centro comercial, hoy desplegado en torno a la calle Arias, se hubiera desarrollado del lado sur de la ciudad.
“Hubiera sido algo sumamente beneficioso para todos los vecinos, la ubicación era excelente”
El proyecto de la plaza céntrica proponía una plaza de más de 10500 metros cuadrados, apenas más que una hectárea, suficientes para otorgarle al incipiente pueblo de Castelar de la década del 20 del siglo pasado un punto de reunión, expresión y expansión para los vecinos. La ‘Córdoba Chica’, tal el apodo dado a la región, se quedó sin plaza “Hubiera sido algo sumamente beneficioso para todos los vecinos, la ubicación de la plaza era excelente y a pasos del ferrocarril, además comercialmente habría sido muy bueno. Una lástima que no se concretó”, finalizó Marcelo Urriza.
Entrevista y redacción: Leandro Fernández Vivas
Imágenes: Archivo Marcelo Urriza
Leandro Fernández Vivas
Periodista
Técnico Universitario en Periodismo.
Director Periodístico en Castelar Digital.
Socio Fundador de Ocho Ojos.