El Aislamiento Social Preventivo Obligatorio cerró plazas y shoppings, bajó persianas de comercios y aeropuertos y hasta impidió la congregación de feligreses, creyentes y seguidores en iglesias y cultos. La lucha contra el coronavirus nos exige quedarnos en casa, pero la Catedral de Morón encontró una forma para que la cuarentena no limite la misa.

Aprovechando las redes sociales y el alcance casi ilimitado de internet, la Catedral de Morón dispuso la transmisión en vivo de las misas que se celebren dentro de su parroquia. La estrategia de comunicación ya se había implementado con fechas especiales del santoral, pero ante la pandemia, se transformó en una vía de todos los días. Quien preside la misa habitualmente es el Padre Martín Bernal, vecino de Castelar y quien estuvo al frente de la Parroquia Santa Magdalena Sofía Barat de Castelar Norte durante muchos años hasta que fue designado en la Catedral en 2017. Especializado en Comunicación, es el impulsor de esta nueva manera de llegar a sus parroquianos.

 

“Tanto el que emite como el que recibe están viviendo la pandemia”
 

“Cuando uno graba algo, hace una pieza de video, siempre hay un sentido lúdico. Pero en este momento, las transmisiones de la catedral adquieren una densidad existencial”, explicó a Castelar Digital el párroco después de misa. “Sabemos que le hablamos a gente que está en tu misma condición, tanto el que emite como el que recibe están viviendo lo mismo. Por eso la experiencia es mucho más honda”, completó.

Todos los días a las 19 y los domingos a las 11, en el perfil de la Catedral de Morón se puede ver la misa en vivo y luego se repite pero en calidad HD en el canal de la catedral en Youtube. “Teníamos experiencia en transmisiones particulares y nuestro equipo de comunicación que venía consolidado en redes. Tanto a nivel parroquial como diocesano, hacíamos transmisiones de algunas misas, teníamos la estructura, habíamos integrado imágenes de todas nuestras cámaras de seguridad, las habíamos integrado a la transmisión y nos servían como soporte en los vivos. El switchear a modo digital o remoto fue la consecución de un camino que habíamos empezado a hacer pero nunca habíamos imaginado, y se transformó en una práctica diaria”, señaló el vecino.

Las transmisiones diarias comenzaron el 20 de marzo acompañando la cuarentena, para que la misa llegue al hogar de cada creyente de Morón. Además se transmite un momento de oración a la Virgen María, a San José y al Cura Brochero específicamente por la pandemia.

“En los vivos tenemos entre 150 y 250 conexiones. En el canal de Youtube, en HD y al otro día, llega cada transmisión a las 2000 visualizaciones en promedio. Haciendo un cálculo conservador, por cada conexión hay al menos dos personas. La catedral tiene una capacidad de 400 personas, superamos entonces en las transmisiones la capacidad de nuestra iglesia. La feligresía ha crecido de manera exponencial, ni hablar de la cantidad de gente que nos ve desde otros países, gente que tiene sus hijos estudiando en la Universidad de Morón entonces miran la misa de acá, o gente de la comunidad de Morón que está viviendo en otros países, vamos haciendo ese camino”, destacó el religioso.

 

“No es un espectáculo, es una interacción, donde hay mucha emoción profunda”
 

La implementación del vivo tanto en Facebook e Instagram se ha generalizado. Músicos ofrecen sus canciones online desde su casa, cocineros enseñan recetas y muchos medios se han volcado a las redes para seguir brindándole contenidos a sus seguidores. Pero la misa de la Catedral de Morón no es un show, es comunicación: “es un servicio para la gente que está sola. Son muy importantes las cosas que nos hacen llegar, es una experiencia totalmente nueva. El vivo tiene un feedback que es increíble, terminamos cada transmisión con 600 mensajes, en 45 minutos, la gente pone sus intenciones, casi te diría que hay una respuesta como si la gente estuviera ahí, la gente responde a las oraciones, el amén la gente lo escribe. No es un espectáculo, es una interacción, donde hay mucha emoción profunda, porque estamos compartiendo, no estamos haciendo un show, la gala o la opera que te transmitieron por streaming, es en tiempo real. Esto conlleva una gran responsabilidad social, una responsabilidad en el mensaje a dar en este caso, es un mensaje de esperanza, y que consuele”, señaló Bernal.

El equipo técnico de la transmisión lo completan el Licenciado en Comunicación Guillermo Saucedo y Tomás González, además del Padre Arturo Fernández y el Diácono Mariano Márquez. “Lo que nosotros queremos es sumar esto como un servicio. Sabemos que vamos a volver a reencontrarnos, a tener la presencia, pero este servicio  no va a desaparecer, va a formar parte de nuestra comunidad, de lo que nosotros ofrecemos a la feligresía”.

 

“La iglesia como poliedro, es un mismo elemento que tiene infinidad de facetas”
 

Día tras día, cada misa se transmite en vivo y llega a cientos de vecinos que en cuarentena reciben el mensaje y los reconforta para seguir enfrentando la pandemia desde la seguridad de su casa: “Hay un concepto que usa el Papa Francisco que es muy interesante, que es la iglesia como poliedro, es un mismo elemento que tiene infinidad de facetas. A nosotros los que nos interesa es esa respuesta local y concreta. Somos un equipo de generadores de contenidos, que tiene que ver con nuestro sacerdocio pero también hay un laburo muy fuerte del punto profesional, por una cuestión del respeto a quién le estamos dirigiendo el mensaje”.



La cuarentena aun no tiene fecha de caducidad, el aislamiento ha disparado la creatividad e incorporó herramientas que antes ocupaban un espacio secundario en la interacción de las personas, así como las escuelas e institutos de enseñanza optaron por plataformas virtuales para dictar clases, la iglesia también se sumó al mundo virtual, y lo hizo para quedarse: “ciertamente de esto no vamos a volver para atrás. Como en la educación, esta pandemia planteó la revolución que nunca se terminaba de dar, hoy ninguna escuela va a poder omitir el salto tecnológico y digital. Quizás tengamos que plantearnos seriamente cómo sigue. Hay una brecha digital que cada vez es más notorio romperla, la necesitad de superarla”, señaló el párroco.

 

  “El coronavirus nos deja el desafío de salir mejores”
 

 “Tengo un sacerdote amigo que siempre me dijo que en la vida la cruz, entendida como la prueba y el dolor, o te redime o te resiente. De esta pandemia saldrá lo mejor de nosotros o una versión degradada de nosotros mismos. El coronavirus nos atravesó a todos por igual y nos deja el gran desafío de salir mejores. Esto nos ha mostrado que hay un montón de cosas que no están bien en nuestra cultura. Y no solo me refiero a lo teológico o trascendental, no estaban bien en respecto al tema de la justicia, de la humanidad, de la gestualidad. Me parece que esto nos da la oportunidad que de esto salga un mundo mejor”, finalizó el Padre Martín Bernal.


Entrevista y redacción: Leandro Fernández Vivas