Hierros Libertad: continuar el legado y seguir creciendo
Por: Gabriel Colonna, Leandro Fernández Vivas.Hace 24 años Eduardo De Benedetto encontró sobre la Ruta 21, en Libertad, un galpón con las dimensiones que necesitaba. Toda la vida se había dedicado a los materiales de construcción y desde la década de los 80 se había especializado en hierros y metales, teniendo su negocio en José C. Paz sobre la ruta 197, pero el rubro crecía y debía expandirse. A la primera nave sobre la calle Eva Perón, que en ese momento se llamaba Patricios, le siguió otra, las oficinas en una casa lindera y, tras saltar una calle, más naves en la manzana siguiente por Pereyra llegando a la planta que hoy se transformó en referente en la región.
Con venta a constructores, corralones, arquitectos y por menor, Hierros Libertad ofrece desde acero hasta chapas lisas, pasando por metales expandidos y mallas de obra electrosoldadas, además cuenta con todo los materiales necesarios para el herrero, el productor e incluso aquel que encara un arreglo en su casa. “Primero era el ángulo, después las planchuelas, después las mallitas, después eran los caños con los perfile, las chapas. De todo tenés que tener, porque viene todo en distintas medidas y distintos espesores”, explicó a Castelar Digital Vanina de Benedetto quien, junto con sus hermanas Ana y Cecilia, lleva adelante la empresa familiar.
“Se nos ocurrió comenzar con la venta minorista y ahí empezamos a crecer otra vez”
“Mi papá siempre fue vendedor de hierros, hasta que empezó con lo propio en un galponcito de José C Paz distribuyendo a corralones. Después el negocio creció y nos mudamos a Libertad. Repartíamos hierro de obra a alguno de los corralones de la zona y de a poco empezamos a venderle también a constructoras. En el 2001 la crisis nos golpeó muy fuerte, habíamos crecido un montón pero como se vendía y se cobraba a 30, 60, 90 y 120 días. Nadie pagó esos cheques. Es más, todavía los tengo guardados. Se nos ocurrió comenzar con la venta minorista y ahí empezamos a crecer otra vez”, rememoró Vanina ante este medio.
La ubicación y la posibilidad de entregar en todo el Conurbano le permitió a Hierros Libertad ser proveedores de obras y emprendimientos que cambiaron el perfil de toda la región: “Tenemos muchos edificios en Morón, en Ituzaingó, en Leloir. Nosotros trabajamos con el Plaza Oeste, con Aeropuertos Argentina 2000 cuando comenzaron las primeras obras en Ezeiza. Llevamos materiales también a Unicenter, fuimos proveedores de hierros durante la construcción y ampliaciones del Acceso Oeste, también del SportClub. El ShowCenter de Haedo lo hicimos todo nosotros con las mallas. ¡La cantidad de hierro que tiene ese lugar! Nosotros vivimos toda su construcción, me dolió mucho después cuando decayó. El complejo donde está Herminia y Coto en Castelar, sobre Santa Rosa, también lo hicimos notros, nos compró un revendedor pero entregamos nosotros en el lugar”, completó la vecina.
Desafío
La empresa superó la crisis del 2001 ampliando su propuesta de negocio y siguió creciendo. Desde que se estableció en Pereyra 39 a metros de Eva Perón en Libertad incrementó el volumen de ventas, las toneladas de metal vendido y la cantidad de empleados, pero el golpe más duro llegó por sorpresa. El 22 de septiembre de 2017 falleció Eduardo de un infarto masivo del miocardio mientras manejaba por la calle Montes de Oca de Castelar. “Una cosa es cuando alguien tiene algo y vos te esperas ese final, en algún punto sabes que puede suceder, no deja de ser doloroso igualmente. Mi papá tenía 71 años, era un tipo muy activo: a las 8 de la mañana tenía todo armado, sus carpetitas, sus clientes. En su época no había computadoras, internet, nada; se manejaba de otra manera, se manejaba con cuadernos, carpetas. Nunca vi algo tan prolijo. Así como en el 2001, fue muy complicado volver. Dejar atrás el susto, el dolor, enfrentar lo que se vino y estar acá nosotros, con esta trayectoria, fue un nuevo desafío”, rememoró Vanina.
“mi papá era un bocho que tenía todo en la cabeza”
Empleados, proveedores, fábricas, corralones, clientes y constructoras estaban a la espera para saber qué iba a pasar con Hierros Libertad tras la partida de Eduardo. Las expectativas se vivían también hacia el interior de la familia. “Al principio nosotras no sabíamos cómo encararlo porque mi papá era un bocho que tenía todo en la cabeza. Si bien esto funcionaba y ya hacía muchos años que trabajábamos con él, hay cosas que se las llevó con él porque no las sabíamos. Hay un montón de cosas que de repente te encontrás que no sabes cómo hacerlas. Pero de algún modo nos fue guiando y preparando, siempre le pedíamos autorización a él: ‘¿Nos piden un puntito menos, le hacemos descuento?’ o ‘¿Le vendemos a esta empresa que no conocemos?’, su consejo era constante”, explicó De Benedetto.
“Somos tres hermanas que nos dividimos las tareas según la personalidad de cada una. Cuando tenemos una duda lo resolvemos votando: si no llegamos a una decisión lo votamos, o para traer un nuevo producto, lo votamos. A veces discutimos, somos tres mujeres, somos hermanas y termina arreglando todo la pareja de Ceci que es nuestro gerente, Christian, que se encarga del personal, del depósito, armar las máquinas, el puente grúa, todo lo que nosotros no podíamos hacer. Un día el capaz me pidió cosas para arreglar una máquina, me metí en la eléctrica y empecé a llorar porque no sabía. Me preguntaron de qué medida, qué tamaño, cómo y no sabía… Cristian unió todo”, completó Vanina.
Legado
Al día de hoy Hierros Libertad continua en expansión y liderando el mercado en toda la región. Alimenta con sus productos las obras y construcciones que se realizan en todo el conurbano. Como empresa familiar se dedica cada día a mantener la calidad y responder con el mejor precio ante la consulta de cada cliente. “Nosotros tenemos siempre el mejor precio, pero para sostenerlo hay que trabajar mucho. Nos juega a favor ser una familia y estar hace tantos años. La familia genera confianza, con mis hermanas comencé hace 24 años. En tanto tiempo, tres mujeres se pueden matar porque cada una va creciendo distinto pero seguimos adelante. La muerte de mi papá fue un golpazo, nos encontramos con nosotras, los empleados pensaron ‘listo’ y sin embargo pudimos. Papá había hecho escuela, las tres trabajamos con él y nosotras también de a poquito queremos dejarle el legado a nuestros hijos”.
”tenemos siempre el mejor precio, pero para sostenerlo hay que trabajar mucho”
>“La trayectoria es re importante pero el cliente quiere todo. Quiere que lo atiendan bien, que le den todo cortado, que se lo lleven a su casa y que le salga más barato. Nosotros estamos en condiciones de cumplir todo eso. Por la experiencia y por la estructura que tenemos, incluso aún tenemos espacio para seguir mejorando y creciendo. Hoy la gente busca precio y servicio, necesita todo resuelto. Si viene a comprar la planchuela y la varilla redonda, tenés que tener todo lo que falta: el anti óxido, el convertidor, el disco, la caja de la cerradura. Hay que tener todo”, detalló Vanina.
Los más chicos de la familia de a poco se van sumando, los nietos de Eduardo son quienes se encargan de internet y redes sociales, expandiendo el negocio más allá de la marquesina o la trayectoria en la zona. “La base de todo es la familia y seguir con el legado de papá después de tantos años. Él nos mira desde arriba y nos guía, pero a veces nos preguntamos ¿Estaremos haciendolo bien? Pero siempre seguimos porque esto hay que sostenerlo y levantarlo, ponerlo arriba como lo hubiera querido ver él. Creo que nosotras tenemos ese lema las tres, continuarlo siempre y seguir creciendo. Continuar la historia de Hierros Libertad”, finalizó Vanina.
Gabriel Colonna
Fotógrafo
Fotógrafo. Programador Web. Emprendedor.
Fundador y Director Ejecutivo de Castelar Digital.
Socio Fundador de GAMA Taller de Imagen.
Socio Fundador de Ocho Ojos.
Leandro Fernández Vivas
Periodista
Técnico Universitario en Periodismo.
Director Periodístico en Castelar Digital.
Socio Fundador de Ocho Ojos.