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Emprendedores
24 Ene 2010

El Surco Loco desde 1968 en Castelar

Son las 3 y media de un nublado lunes, caminamos por Castelar cuando comenzamos a escuchar música, la música que todos los días desde hace ya 42 años adorna las calles de esta ciudad. La seguimos y llegamos hasta Carlos Casares 958 dónde se encuentra la única disquería de la zona, El Surco Loco, quién nos recibe es Oscar Salomone, dueño y fundador de la misma.
El Surco Loco abrió sus puertas por primera vez el viernes 23 de octubre de 1968 y desde entonces ha formado parte de Castelar y de la vida de sus habitantes, tanto que hoy en día tiene por clientes a tres generaciones de castelarenses: “A veces vienen las madres con los hijos y les dicen -acá en el Surco Loco compraban tu abuela y tu mamá cuando eran chicas-”.

Oscar ya está cerca de cumplir 65 años y nos comenta: “No sé quién va a seguir con la disquería cuando yo no tenga más ganas de trabajar, mi hijo es contador y trabaja en Volkswagen y mi hija se fue a vivir al centro porque estudia y trabaja de maestra jardinera por allá.” “De todas formas el tema de los discos está complicado, con internet y unas tarjetas que están viniendo ahora donde te podés bajar el disco o bien escucharlo en el coche no sé realmente cuánto tiempo le quedará”.

Le preguntamos cuál había sido a lo largo de su trayectoria la época más complicada, y nos cuenta que el peor momento que le tocó vivir comercialmente fue entre el ´99 y el 2001, donde las ventas bajaron terriblemente debido a la crisis, El Surco Loco logró sobrevivir gracias a qué siendo dueño del local, Oscar no debía pagar alquiler y al no contar con empleados tampoco debía preocuparse por sueldos que le significaran gastos importantes, le preguntamos si había considerado cerrar el local, y nos contestó con optimismo que no, que lo que pensaba es que las cosas iban a cambiar y que se irían arreglando de a poco, gracias a esta forma positiva de encarar esa situación es que hoy Castelar todavía tiene entre sus comercios más antiguos a El Surco Loco.

En un principio El Surco Loco se encontraba ubicado dentro de la galería Norte, Oscar recuerda la época y nos comenta sobre otros locales que también se encontraban funcionando en Castelar: “Estaba Chipis, la perfumería Karina, Atenas, que creo que debe ser el negocio más antiguo de Castelar, junto con la Florería Mauro, pero cerró; de los que todavía están puede ser Tarzán…”. Justo entra al local una chica y se lleva Black Ice, el último de AC/DC, Oscar aprovecha para comentar sobre la última tendencia en lo que respecta a cajas de CD´s, “Ahora vienen todas de cartoncito, por el tema de la ecología ya no hacen casi en plástico, el problema es que muchas las hacen en una medida extraña, medio cuadrada que no entra en todos lados para guardarlos”.

Una de las características del Surco Loco es la promo que sostiene desde hace mas de 10 años, la cual consta de unos cupones, que no se vencen nunca, entregados al consumidor en cada compra, para que al alcanzar la cantidad de 10 puedan cambiarlo por un CD a elección.

Cuando sale el cliente retomamos la conversación: “Estaba Tarzán, La Española que vino después que yo, Óptica Alonso que está desde antes que yo”.

Recuerda también varios colegios de la zona, como el Inmaculada, el Sagrado Corazón, el Sofía Barat y el Modelo, de los cuáles muchos alumnos fueron clientes, ya que luego de salir de la escuela pasaban por la disquería a comprar lo último de sus artistas favoritos.

Mientras conversábamos entra una chica que se acerca al mostrador y para nuestra sorpresa, luego de ver a clientes llevarse y averiguar por discos de Reggaeton, pregunta: “Disculpa, ¿el concierto 1º de Bach para violín y oboe no lo tenés ni a palos no?”.

Luego de indicarle a la chica dónde podría conseguir lo que buscaba, Oscar continúa con la entrevista.

Notamos un cuadro interesante en la pared, un montaje de varias fotos, en una de las cuales se encuentra Oscar, cruzando Abbey Road en la mejor actitud Beattle, con una sonrisa nos dice que fue en el ´98, año en el que las ventas iban muy bien para la disquería: “Calculá que cerré y me fui de vacaciones un mes, mirá si estarían bien las ventas, el viaje fue el regalo de 15 que le hizo mi señora a mi hija, nos fuimos los cuatro a Europa”. Señalando el cuadro nos dice “A treinta metros de ahí están los estudios, cuando estas parado en ese lugar se te pone la piel de gallina pensando que ahí anduvieron todos ellos”. En ese momento nos revela algo que ya a esta altura sospechábamos, “Los Beattles son mi banda favorita, hoy en día Paul McCartney sigue grabando ahí”.

Aprovechando la conversación sobre el mundo de la música decidimos indagar un poco en el nombre del local, ¿de dónde viene El Surco Loco? “Con un grupo de amigos con los que trabajaba en la metalúrgica nos juntábamos todos los días a tomar algo a la salida del trabajo en la confitería del Jockey Club de Morón, ahí o en la San José de Flores, cuando les digo que quería poner una disquería empezamos a pensar – ¿Qué nombre le ponemos?- y entre charlas y charlas salió el nombre, el surco por los discos de esa época y loco por el dueño”, se ríe.

“Mi hijo que se mandaba mails con Hernán Catáneo le cuenta que el viejo tiene una disquería desde hace 40 años que se llama El Surco Loco y a Hernán le pareció buenísimo el nombre, le dijo – ¡Decile que lo felicito a tu viejo por el nombre que le puso!”

Desde entonces, en el momento mismo en que abrió la disquería, se llama El Surco Loco, nombre que es más que conocido en Castelar y no sólo identifica al local, sino que también da idea de la trayectoria y personalidad del mismo.

Durante su vida en Castelar, Oscar frecuentó lugares como el Club Argentino y el Club Mariano Moreno, en dónde hizo muchas amistades, fue en Castelar incluso, de la mano de su cuñado, que conoció a su esposa, sobrina de Santiago González.

Cuando abre El Surco Loco, ese lluvioso viernes 23 de Octubre, era uno de los pocos locales inaugurados dentro de la galería y por suerte desde el comienzo comenzó a vender.

A lo largo de su trayectoria El Surco Loco siempre ayudó a promover y difundir la cultura de Castelar, dando lugar entre sus discos a todas las bandas de la zona, incluso también ayudando a vender entradas para sus shows.

Mientras nos cuenta sobre las distintas bandas que forman parte de la oferta del local, Oscar nos muestra CD´s de grupos como Shambala, Cymbaline, Setnova y Daniel Porreca ( dueño de La esquina del Arte ), todas bandas y artistas oriundos de Castelar, que gracias a El Surco Loco pueden llegar a alcanzar más oyentes, generando asi un crecimiento importante en su popularidad.

También han pasado por el local artistas ampliamente conocidos, como Iván Noble, que se paseaba descalzo por la puerta, o el Indio Solari, cliente frecuente de la disquería, “Matías Santoiani cuando trabajaba con Sandro me trajo una foto autografiada, dedicada al Surco Loco, que la tengo ahí abajo porque si la llego a poner acá me la afanan las chicas” –se ríe; otra banda que pasó por el local fue Ella Es Tan Cargosa, que incluso presentó uno de sus CD´s y firmó autógrafos en El Surco Loco.

¿Qué música es la que más vende?
“Yo lo que más vendo es Rock nacional, por la cantidad de chicos que tengo como clientes. Después están las épocas en que la muerte de un artista como Sandro ahora o Mercedes Sosa hace unos meses, te multiplica las ventas, desgraciadamente acá es así”.

Oscar nos cuenta que es muy conocido en la zona y tiene varias conexiones con negocios de Castelar. “Los tíos de mi señora son los de La Española, los González, de la inmobiliaria de acá a la vuelta. La Española tiene más de 50 años, la sucursal de acá esta hace poco, la más antigua está en la calle Avellaneda. En este momento de todos debe ser el negocio más viejo”.

Siempre fue un ciudadano comprometido con su barrio siendo miembro del Centro Comercial de Castelar y vicepresidente de la sociedad de fomento Rafael Obligado que estaba ubicada en Sarmiento y Los Indios. Era un terreno que había sido comprado por los vecinos hacia fines de los sesenta. “Se juntaron y compraron un Fiat 600, lo rifaron y con eso compraron el terreno. Habíamos hecho los cimientos y nos habíamos contactado con gente para empezar a funcionar ahí. Al final después no se hizo nada”. La propiedad quedo en desuso. Los bomberos lo habían pedido para instalar la sede de ellos ahí, tampoco se dio. “Es un nido de ratas ahora. Increíble” agrega angustiado Oscar.

¿Cómo vio la evolución de Castelar en todos estos años?
-“Como yo soy dueño del local a mi me favorece (refiriéndose a las torres). Por más que haya gente que diga que no. Porque no se puede vivir en una casa quinta a 200 metros de la estación. A la larga te van a construir edificios. Como la gente que vive acá en Montes de Oca, de la vereda de enfrente. Hoy no se puede edificar ahí, pero va llegar un momento que sí.
Yo estoy contento con todos los edificios que se están haciendo, porque el valor de mi local se multiplica. Calcula que si yo antes tenía 200 clientes, con todo esto voy a tener 500 o mil clientes. Acá en frente están por construir una torre de 8 pisos, con 2 subsuelos de cocheras, uso profesional. Por acá van a pasar más de 200 personas por día, y me favorece todo eso.

La gente que vivió acá toda su vida en una casita de una sola planta, eso no le gusta. Pero no podes vivir como si fuera Parque Leloir, en Castelar. A la larga te van a hacer edificios cómo hicieron en todas las pequeñas ciudades como Bariloche, donde la gente al principio no estaba de acuerdo. Castelar estaba sostenido porque no tenía cloaca ni agua corriente, pero después dieron la autorización hasta 8 pisos”.

Sabemos que algo de lo que fue sucediendo es que las construcciones eran solo de departamentos habitacionales y no aumento la cantidad de comercios. Lo que produjo una faltante de oferta comercial. Le preguntamos a Oscar que opina al respecto. “El comercio en Castelar es chico con respecto a otras ciudades. Igual yo prefiero vender lo que estoy vendiendo y no vender 10 veces más y estar en Morón. Yo eso no lo soporto. Cada vez que tengo que ir a Morón por algo me muero, me quiero ir. Prefiero tener un comercio así chico y no llenarme de guita. En Morón cuando terminas el día quedas loco. La gente en la calle que te lleva por delante, gente que te roba… es tremendo Morón”.

¿Cuál es la década en que más notaste un cambio?
“En lo mío del 70 al 80 fue cuando más se vendió. Me acuerdo que vendía y vendía, la gente quería gastar la plata, era impresionante. Tenía empleados y todo En ese entonces me pude comprar el local, en el ’68. Era la época del Rodrigazo y los bancos te daban el 10 % de interés mensual. Hoy es impensable. Fue la mejor época comercial no solo para mí, sino para todos. Después empezó a caer y a caer. Pero en Castelar cambió todo hace 3 o 4 años, cuando Sabbatella, siendo Intendente de Morón, dio la orden para que se pueda edificar hasta 8 y 4 pisos”.

¿Cómo viviste la época en que Castelar tenía todo el centro de bares y boliches?
“De terror. Además al estar ubicado justo en esta zona, a la noche quería venir por algo a mi negocio un viernes o sábado a la noche, directamente no podía entrar. Porque sentados en la puerta del local apoyados contra la cortina, había 20 pibes que estaban borrachos o drogados, y por ahí te provocaban y te querían pelear. Directamente no se podía entrar. Aparte rompían todo, me orinaban la vereda y a las 8 de la mañana cuando venía a abrir los tenía durmiendo borrachos. Por suerte se terminó todo, fueron 10 años de terror”.

“Acá en Castelar en las fiestas a la noche no se podía andar. Porque después de las 12 de la noche, tiraban cañitas voladoras adentro de los coches que pasaban. Se revoleaban con botellas de vereda a vereda, era una batalla campal. Yo venía al otro día a la mañana y tenía que ponerme a barrer todos los vidrios que había en mi vereda y en la calle. Una cosa de locos” nos cuenta angustiado Oscar.

Aprovechamos para agradecer a Oscar por recibirnos en su local.

El Surco Loco
Carlos Casares 958

Entrevista: Gabriel E. Colonna
Fotos: Gabriel E. Colonna

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