El aplauso y el reconocimiento son el alimento espiritual de todo artista. Desde aquel que desarrolla su virtud en barrio, desde los semáforos o plazas, hasta aquellos que llegan al hogar de cada habitante del país a través de la televisión o bien que se suben al escenario de los más famosos teatros. Castelar no está ajeno a los grandes exponentes del arte y el teatro.

Desde Diego Capusotto a Matías Santoiani, pasando por Iván Noble, Alberto Ramponelli, Alberto Luis Ponzo, Choly Berreteaga, Maria Rosa Lojo o Eduarso Sacheri, la ciudad tiene sus representantes.

El viernes 26 de agosto falleció otra referente  de la expresión de nuestra ciudad, la actriz Érika Wallner. Criada en Castelar desde sus primeros meses de vida, fue un ícono de la televisión en la década del 60 y 70. Formó pareja con otro grande del teatro, el cine y la pantalla chica, Carlos estrada, y demostró sobre las tablas que su virtud no era solo su belleza sino también la actuación. Actualmente formaba parte del elenco de La Casa de Bernarda Alba, dirigida por José María Muscari.

A pesar de haber conocido el mundo de la mano del arte y el espectáculo, nunca perdió contacto con sus raíces y con sus primeras amistades. Quienes crecieron con ella la recuerda siempre con alegría: “llegó a Castelar con seis meses de vida. Yo tenía un año y pico, así que la recuerdo desde siempre. Siempre fuimos amigas, vivíamos pared con pared”, explicó a Castelar Digital al vecina Moni Romero.

“El padre era tornero y la madre peluquera. Los dos trabajaban en su casa por lo que no la dejaban salir mucho. No pasaba nada, pero la cuidaban, preferían que estuviera dentro de su casa, entonces yo me pasaba a su casa para jugar. Nos separaba sólo un alambrado, al frente de la casa también, sólo un alambrado no había rejas, así que era saltarlo para jugar”, rememoró la vecina de aquellos primeros años de amistad en la calle Libertador a metros de la plaza Manuel Belgrano de Castelar Sur. “Tenían un perro bulldog y yo lo montaba y ella se reía muchísimo. Siempre fue graciosa”.

Los vínculos con la televisión de Érica Frauwallner, tal era su nombre real, comenzaron en su adolescencia. Su belleza la llevó a ser elegida Miss Televisión y a estar ternada como Miss Argentina pero por ser menor de edad no pudo participar del certamen nacional: “Nosotros lo vimos por televisión, con unos nervios!”, recordó Moni quién aún vive en la casa que la vio crecer junto a su famosa amiga.

“Fuimos compañeras en la Escuela 17, allí hicimos la primaria. Ella después completó el secundario en el Sagrado Corazón. También aprendió baile con Nélida Benavidez que tenía su escuela en Luís María Drago y Laferrere”, reseñó la vecina.

Érika tuvo una extensa carrera teatral tanto en cine como en televisión, intercalando siempre con el teatro. Las obras, filmes y presentaciones se sucedieron bajo títulos cómo Héroes de hoy (1960), La novia (1961) Simplemente una rosa (1971), El Fausto criollo (1979), Sin querer queriendo (1985). Participó además en tiras como El amor tiene cara de mujer (1964), El hombre que volvió de la muerte (1969), Papá Corazón (1973), Celeste siempre Celeste (1991), Padre Coraje (2004), Herederos de una venganza (2011), entre muchas otras.

“Ella terminaba de trabajar, se tomaba el tren en Miserere y volvía a Castelar. Llegaba maquillada, preciosa. Entraba y al rato volvía a salir en remera y zapatillas Flecha blanca como siempre. Pero con sombrero, amaba los sombreros y le quedaban muy bien”, recordó Moni Romero.

“Cuando se casó con Carlos Estrada se fue a vivir a Capital, pero siempre estuvimos en contacto. Iba a ser la madrina de mi hija, pero cuando nació ellos estaban de gira por España así que no podían. Me llamó y me dijo ‘vamos a ser los tíos que pasean por el mundo para llevarle regalos’, y apenas volvieron le regaló un anillo precioso. Siempre fue una excelente persona. Hablé con ella por última vez hace unos meses, estaba en Córdoba haciendo La Casa de Bernarda Alba”, finalizó la vecina.

Érika Wallner falleció el pasado viernes 26 de agosto. El 2 de septiembre hubiera cumplido 75 años. Su familia, amigos y vecinos la despidieron con dolor pero recordando los buenos momentos vividos juntos. Recordando a la amiga, vecina y artista con una sonrisa.

Redacción: Leandro Fernandez Vivas
Colaboradora: Ana María Rossano a quien le agradecemos el aporte de importantes datos y anécdotas para la realización de esta nota.