Adiós a un vecino ilustre: Falleció el Cóndor de Morón
Alejandro Valsuani fue el vecino de Morón que, sin faltar a la verdad, llegó a lo más alto. Con cualidades deportivas innatas se volcó por el paracaidismo hasta que alcanzó el record sudamericano de salto en altura en abril de 1960. Su meta era llegar a los 9000 metros de altura para superar el record mundial, pero los medios no fueron los propicios.
El avión, aquel pesado bombardero que había despegado desde El Palomar con el vecino de Morón en su interior, estaba teniendo problemas. Casi llegando a la altura esperada, uno de los viejos motores británicos comenzó a perder potencia, se estaba incendiando.
Valsuani portaba un traje especial, de 150 kilos de peso, que lo ayudaría a soportar los casi 60 grados bajo cero del exterior, para tal misión sus ropas portaban una batería de 12 voltios para alimentar la calefacción y tubos de oxigeno que le permitirían respirar a esas alturas. Sin el cuarto motor, el avión comenzaba a perder altura. La decisión era inminente, saltar por debajo del récord o volver a tierra y esperar a tener una nueva oportunidad. El paracaidista no dudó, ya estaba allí, la altura era superior a los 8000 metros, lo que le garantizaba un récord regional. Abrió la compuerta del Lincoln y saltó.
El viento fue tan potente que lo devolvió al avión, debió esforzarse al máximo para poder romper la resistencia y salir del fuselaje. Allí se desencadenaron aún más problemas. El velamen del paracaídas se pegó al avión y terminó rajándose. El traje no resistió la tensión y cedió, se abrió y dejó de protegerlo del frío.
El altímetro marcó 8150 metros de altura cuando Valsuani por fin pudo saltar. Estaba a una altura superior al pico montañoso más alto de América, pero apenas por debajo de la cima del monte más alto, en los Himalayas. En caída libre, y soportando el frío, atravesó una tormenta de granizo. Desde los 5000 metros divisó un pueblo y trató de dirigirse hacia él, con más de 180 saltos en su haber sabía cómo manejarse en las alturas. Siete minutos después de haber dejado el avión tocaba el suelo colgado del paracaídas de emergencia. Había logrado el Récord Sudamericano en Altura para un salto de su tipo.
Ya en tierra debió afrontar el último desafío. Un paisano lo confundió con un extraterrestre. Su caída desde el cielo, su extraño traje y equipamiento lo confundieron y ante el susto no dudó en dispararle con una carabina. Valsuani corrió y escapó, deambuló durante horas hasta que dio con una familia que lo ayudó y le permitió confirmar por la radio que había alcanzado el récord, desde entonces se lo conoció como El Cóndor de Morón.
Tras su paso por los cielos el vecino se dedicó al deporte y fue uno de los fundadores del Círculo de Deportistas de Morón, desde el que defendió la idea de que Morón debería ser reconocido como cuna del deporte argentino, por ser el lugar donde se realizó el primer campeonato de polo, el primer circuito de automovilismo y otros desarrollos deportivos de principio del siglo pasado. Su pasión por el deporte lo llevó también a impulsar la construcción de 11 canchas de fútbol en distintos barrios del municipio. Además era descendiente de uno de los fundadores del partido, Marcos Alarcón, quien donó las manzanas céntricas donde se construyó la Municipalidad, la Plaza y la Parroquia nuestra Señora del Buen Viaje.
Amante de la historia y autodidacta, transformó parte de su casa en un museo sobre Morón donde aún se preservan importantes documentos y reliquias de la historia y cultura del partido.
El ciudadano ilustre Alejandro Valsuani falleció el pasado 20 de enero a la edad de 81 años.
Redacción: Leandro Fernandez Vivas
Fuentes:
- Diario Popular, ‘Valsuani, el paracaidista que salta sobre el pasado’, por Sergio Tomaro.
- El Archivoscopio, Blog de La Nación, ‘Batiendo el récord sudamericano de salto de paracaídas’, por Gabriela Miño
-Municipio de Morón, “Ilustres Conocidos, historias de vida de los ciudadanos ilustres de Morón”.