Bertta revela el secreto del rugby
Apasionado del deporte de la guinda, se inició con apenas 10 años. Hoy, poco más de medio siglo después, cuenta sus vivencias y las de cientos de clubes y jugadores en un libro que busca revelar los secretos del rugby en nuestro país.
Su libro, editado por el Grupo Ediciones Argentinidad, da cuenta de 98 clubes que practicaron rugby en Buenos Aires, dejaron de hacerlo o desaparecieron. Así mismo Juan Carlos guarda en Castelar su más preciado tesoro: más de 300 corbatas regaladas, intercambiadas y conseguidas dentro del mundo del rugby. Muchas, pertenecientes a importantes figuras, otras con insignias internacionales, todas con una historia particular que encuadra la relación de Bertta con el deporte.
“Empecé a los 10 años en el club Gimnasia y Esgrima de Ituzaingó. Hace 55 años. Ahí nació mi filosofía de vida, como decimos las personas que practicamos rugby. Nació una pasión, un entusiasmo, algo que me lleva todos los años a decir ‘voy a dejar de jugar’ pero que siempre me incentiva a seguir jugando”, explicó de sus inicios.
“En el año 1965 resultamos campeones de la 3ra de clasificación y al no habilitarnos la cancha me fui al club Beromama donde jugué solamente 2 partidos para luego pasar a Los Matreros. De allí a DAOM (Dirección Autárquica de Obras Municipales) y más tarde y por motivos de trabajo pasé al Porteño Atlético Club de General Rodríguez . Junto a ex rugbiers fundé el Club de Rugby General Rodriguez y -ya disuelto éste- finalicé en Ateneo San Antonio de Padua”, nos explica Juan Carlos, quien conoció la presión de jugar en primera y el sacrificio de estar en clubes chicos y de categorías bajas. “Hoy con 65 años juego en la agrupación de veteranos “La Vaca Mercenaria”, señaló orgulloso.
Nunca abandonó el deporte, y de manera paralela se dedicó al periodismo deportivo. Hoy es docente en la Escuela del Círculo de Periodistas Deportivos de Buenos Aires, donde es inevitable que se destaque en las enseñanzas relacionadas al deporte de sus amores. Además, coleccionó durante toda su trayectoria elementos relacionados al rugby. Desde las corbatas, estampillas, latas y botellas de eventos, camisetas, remeras, caps, llaveros, botines, y mucha bibliografía. Su fanatismo lo llevó a atesorar recuerdos históricos sobre los clubes y sus jugadores y de allí nació su libro. “Tuve un mal momento en mi vida, en lo personal y laboral. Pensé que si toda mi vida estuvo relacionada al deporte, algo tenía que hacer con eso. Me puse a estudiar periodismo deportivo y luego de terminar la carrera, de 3 años, seguí la licenciatura un año y medio más. Al haber jugado en Los Matreros R.C, se comunicó conmigo el presidente del club, Guillermo Fiecconi, para que escribiera la historia de la institución en su 75º aniversario. Fue mi primera experiencia, lo hicimos con un compañero de categoría, el arquitecto Carlos Silva. Después de eso, y tras 3 años de trabajo y búsqueda, nació El Secreto del Rugby Argentino realizado con el Licenciado Gustavo Severo, y en el poco tiempo de finalizado ya nos dio muchas satisfacciones”.
“Este libro trata la historia de 98 clubes que jugaron en Buenos Aires pero dejaron de hacerlo o desaparecieron. Clubes de la zona oeste como el de Club Atlético de Ituzaingó, Colegio del Salvador, el Padua Rugby Club, donde jugó el actual intendente del partido Raúl Othacehé . El Ateneo de San Antonio de Padua; el Porteño de General Rodríguez donde nació deportivamente Rodolfo Etchegoyen, quién jugara tres partidos en el seleccionado nacional Los Pumas; el Club Banco Provincia en Francisco Álvarez; Porteño de Morón, la formación All Boys que luego se convirtió en Los Matreros R.C; el Club Sucu (intersección de las calles Sucre y Cuba del barrio de Belgrano), que hacían de local en terrenos del club S.I.T.A.S, en El Palomar” explica Bertta.
En el libro también se cuenta parte de la historia, resultados, personajes y anécdotas; se relatan también historias de personas que de alguna manera son reconocidos no solamente en lo deportivo sino que se destacaron en otro tipo de actividades.
“En el club Porteño de Morón jugó Gorki Grana, un gran deportista de la época. Manuel Fresco que fue gobernador de la provincia de Buenos Aires, practicó en dos clubes ya desaparecidos como el Columbian Rugby Club y el de la Facultad de Medicina. Néstor Mattarollo médico ginecólogo de la zona oeste que lo hiciera en Padua Rugby Club”, dijo el entrevistado. El conteo de clubes se completa con el Club Gimnasia y Esgrima de Lanús; Automóvil club de Avellaneda; Ferrocarril Oeste; Comunicaciones; Los Sauces; Los Tábanos; Atahualpa, “donde jugó el hermano de Antonio Gasalla” según destacó Bertta: Atalaya, “donde jugó el Che Guevara”; Central Buenos Aires “jugó el Ministro de Trabajo, Carlos tomada”; Montevideo Rugby Criket Club; Estudiantes de Paraná; Club Deportivo General de Rosario; Club Deportivo Central Argentino de Rosario “allí integro sus filas Pablo –indio- Pereyra quién dibujo la tapa del libro e hizo la gran mayoría de las tapas de la colección Robin Hood”; Club Huracán de Rosario; entre otros.
“El libro es -como yo digo- un libro de rugby hecho por gente de rugby”, comenzó a explicar Bertta sobre la génesis de El Secreto: “Yo le digo a mis alumnos que para ser periodista deportivo hay que leer, pero no sólo hay que leer para ser periodista, sino para saber y para comunicarse. Y así hubo gente que me fue regalando revistas antiguas y viendo que había clubes que no conocía, de la época del 20, del 30, entonces fui anotando sus historias. Después me regalaron un libro del Club Atlético San Isidro, donde habla de una etapa muy linda del club en donde consiguió 13 campeonatos de forma consecutiva, y donde se nombraban otros clubes no conocidos. Después me fui acercando a distintas bibliotecas buscando más información. Ya medianamente armado llame a Gustavo Severo, un amigo, ambos apasionados del rugby y que jugué con su papá. Él se encargó del armado y diseño. Tuvimos la suerte de encontrarnos con el Licenciado Juan Francisco de Souza, que es el dueño de Ediciones Argentinidad, su fuerte son los libros de Malvinas y de Aeronáutica y sin embargo apostó a este libro. Es su primer libro deportivo. El prólogo lo hizo Marcelo Loffreda, - El Tano -, ex jugador del San Isidro Club, integrante del seleccionado de Buenos Aires y ex Puma, capitán en los tres equipos, entrenador de los Pumas 2007, donde Argentina logra el tercer puesto en el mundial de Francia. El diseño de cubierta es de Ignacio Molina y la imagen de tapa de Pablo –indio- Pereyra ambos jugadores del deporte de la guinda. En resumen, es toda gente del rugby”, apuntó Juan Carlos.
El vínculo de Bertta con la ciudad de Castelar comienza en su infancia. Sus padres vivían en la calle Victorino de la Plaza y entre Bartolomé Mitre y Rivadavia aunque él nació en Morón. “Iba a la Lechería La Martona, en la calle Mitre. Tomaba el 216 en la estación y me iba a la escuela Manuel Belgrano de Ituzaingó o al GEI donde empecé con el rugby” recuerda el entrevistado quien también vivió varios años en Ituzaingó.
Castelar era distinto, pero los recuerdos se mantienen allí cercanos, como el barrio. “me viene a la mente la casona de la Escuela Modelo de Castelar. Una casona hermosa donde ahora hay un edificio bloque. Creo que se tendría que haber conservado, para mantener la historia que es muy importante. Recuerdo la casa Ferretería Clementoni, Ferretería Pisano, el cine Gran Castelar o el Select. La calesita de Atilio – a quien recientemente se le ha reconocido como Ciudadano Ilustre -. Hay tantas cosas que vamos a terminar la entrevista y voy a seguir recordando”, aseguró entre risas.
Inmerso por completo en el deporte, destaca los ideales que desarrolla la actividad y que traslada a los jugadores y sus familias. Reconoce que nació como un deporte de elite relacionado a los inmigrantes ingleses pero que con el correr de los años se volvió popular y se transformó en una herramienta social que engloba chicos y grandes de todas partes del país. La camaradería, las costumbres y los ideales son parte del deporte que profesa. Dentro de lo hábitos, el intercambio de corbatas es parte del folklore de la guinda: “La corbata es el distintivo del jugador de rugby, tengo corbatas de Serge Blanc que fue el Messi del rugby francés, hoy maneja el rugby de su país. Tengo otra en donde se ve Carlos Chaplin en un equipo de Francia, tengo otra que traje de Estados Unidos que es Mickey jugando al rugby. Hace unos días tuve la suerte de estar en un programa televisivo, muy visto y me mandaron corbatas del interior del país. Hace dos meses jugamos con un equipo de Singapur y yo terminé como un nene tratando de intercambiar corbatas. Hace unas semanas recibí por correo internacional 3 corbatas más”.
“El rugby es respeto, respeto al otro, respeto al árbitro, humildad, trabajo en equipo, orden. Por ejemplo, cuando llegan las semifinales y finales del torneo de rugby de Buenos Aires, las 4 hinchadas están juntas y no pasa nada. Algo distinto tiene el rugby para que te lleve a entrenar tres veces por semana y que un sábado o domingo, aun con día lluvioso, vayas y te golpées contento, termines el partido y salgas a tomar algo con el contrario”, finalizó Juan Carlos Bertta.
El libro “El Secreto del Rugby Argentino” fue lanzado hace pocos días y puede conseguirse en las librerías de Castelar “la Cueva” o en “La Recova” o de manera directa a sus autores. Por medio del mail elsecretodelrugby@hotmail.com se puede coordinar la adquisición e inclusive Bertta y Severo responden consultas, opiniones y anécdotas.
Entrevista: Gabriel E. Colonna
Redacción: Leandro Fernandez Vivas
Fotos: Gabriel E. Colonna