En una jornada de emoción, fotos y felicidad, el Museo Nacional de Aeronáutica, ubicado en el interior de la Base Aérea Militar Morón, recibió una nueva pieza de exposición para su vasta colección de aeronaves históricas. Se trata de un helicóptero Sikorsky S-55 (H19, en su denominación militar) matrícula H4 que perteneció a la Fuerza Aérea Argentina y que voló durante la década del 60. La máquina forma parte del MNA desde el final de su vida operativa pero estuvo siempre a la intemperie por lo que demandó extensos trabajos de recuperación y restauración.

El Grupo Técnico de Reparaciones Aeronáuticas (GTRA) es el equipo ad honorem que se dedica a reparar y poner en valor las máquinas del museo. Ya han participado en la restauración de aviones tan icónicos como los A-4B y A-4C Skyhawk que combatieron en Malvinas (Ver: Restauraron en Morón el avión más eficaz de la Guerra de Malvinas) o componentes como el motor Rolls Royce Merlin que equipó a un bombardero Avro Lancaster de la Segunda Guerra mundial (Ver: Restauraron los restos de dos aviones emblemáticos de la Segunda Guerra Mundial). Ahora fue el turno de las alas giratorias.

El Sikorsky S-55 es un helicóptero de fabricación norteamericana de la década del 50 que, gracias a la potencia de su motor radial, podía transportar hasta 12 soldados o incluso transformarse en ambulancia para llevar en su interior varias camillas. Con el piloto y el copiloto volando en una cabina apartada, sobre elevada al resto del fuselaje, tiene una fisonomía inconfundible, casi simpática. Este tipo de helicóptero, como parte de las fuerzas de Estados Unidos, participó en la Guerra de Corea entre 1950 y 1953. Luego, en 1962, un pequeño lote fue incorporado a la Fuerza Aérea Argentina. No obstante, fue superado tecnológicamente muy rápido y voló solo unos años. El matrícula H4 ingresó al Museo Nacional de Aeronáutica, cuando tenía sede en el Aeroparque Jorge Newbery, a comienzos de la década del 70.

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La máquina siempre estuvo a la intemperie, por lo que más de 50 años de sol, viento y lluvias, habían hecho mella en su estructura. El GTRA, que en los últimos años ha llevado adelante incansables trabajos y ha visto multiplicarse su plantel, recuperó, reconstruyó y restauró todos los elementos del helicóptero para que hoy luzca como recién salido de fábrica.

El sábado 9 de noviembre, y en el marco de las Jornadas de Puertas Abiertas del GTRA que se realizó durante ese fin de semana (Ver: Jornada de Puertas Abiertas: El grupo de restauraciones del MNA mostrará sus trabajos), el avión fue presentado al público y entregado al Museo Nacional de Aeronáutica. Además, se aprovechó la ocasión para entregar otros dos trabajos de restauración: Se recuperó un pequeño vehículo de marca Douglas que se utilizó durante la Segunda Guerra Mundial en las fábricas de aviones para trasladar equipos, maquinaria y hasta bombas en las líneas de producción; un reflector de 4000 watts que fue parte del equipamiento del Aeropuerto Presidente Rivadavia, cuando la base de Morón era el principal aeropuerto internacional del país, antes de la inauguración de Ezeiza.

Los oradores del acto de entrega de las nuevas piezas fueron el Director del Museo Comodoro (R) D. Carlos Maroni quien destacó el trabajo del GTRA y de los aviones en los que siguen trabajando, incluídos un increíble Junker Ju-52 y el Mock Up original del IA-63 Pampa; el Jefe del Departamento Investigaciones Históricas del MNA, Suboficial Mayor (R) Walter Bentancor, quien repasó la historia y características del helicóptero y los equipos recibidos; y los responsables del GTRA que dedicaron cientos de horas de trabajo para recuperar las piezas históricas.

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El público presente pudo conocer el helicóptero, apreciar su cabina y su interior, junto con el transporte Douglas y el gigante reflector. Además, para acompañar la presentación del viejo Sikorsky, la VII Brigada Aérea de Moreno dispuso en plataforma de un bello helicóptero Hughes 500, que junto al H4, permitía compararlos y ver las diferencias.

Junto con la presentación de los nuevos elementos en exposición, se pudo recorrer el hangar destinado a las restauraciones. Allí se pudo apreciar el avance de los trabajos sobre el A-4B C-240, el Chinook H-93, las torretas del Avro Lincoln y hasta las alas de un OV-1D Mohawk de Ejército que pronto se sumará a la muestra del MNA. Como cierre de la jornada, la Escuadrilla Histórica de la Fuerza Aérea Argentina, que está equipada con aviones B-45 Mentor y que opera desde Morón, realizó varias pasadas en formación para disparar los aplausos entre los presentes. Una bella jornada avioneta vivida en la histórica base de Morón siempre iluminada por el sol del oeste.

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