Pocas combinaciones son tan necesarias y placenteras como la de colchón y almohada. Empero, la calidad de ambos incide de manera directa en el resultado esperado. Una buena cama garantiza un buen sueño. Colchones de espuma de distintas densidades, resortes de filamento continuo o enfundado. Telas como la pana, el jacquard o el algodón; materiales como la espuma termomoldeable, viscoelásticas, hipoalergénicas y mucho más. Todo lo necesario para dormir bien se consigue en Piero Castelar.

El histórico local está ubicado en Arias al 3300 en Castelar, apenas unas cuadras antes de la frontera con Ituzaingó, repleto de colchones y de presentaciones de habitaciones, invita a recostarse para comprobar la calidad de los colchones que ofrece. “Siempre le digo a los clientes: vení, acostate, sentí el colchón que vas a elegir’”, explicó a Castelar Digital Estrella Fagioli, quien lleva adelante el negocio desde que abrió sus puertas en 1989.

La historia del Piero de Castelar comienza a mediados de la década del 80 cuando Enrique, papá de Estrella, se instala cerca de la estación con un local que ofrecía muebles y colchones. “Mi papá tenía un taller que fabricaba muebles, tapizaba. Y también vendía colchones”, detalló la vecina. Hacia el final de la década, la familia adquirió el salón actual y en 1994 consiguió la franquicia de Piero para ofrecer los mejores colchones a la ciudad.

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“Fuimos la primera franquicia del Conurbano. Piero eligió 25 empresas de todo el país para ofrecerles la franquicia. Apostó por las familias y los eligió por el nivel de ventas. Fuimos el cuarto franquiciado del país, el primero en el Conurbano”, señaló orgullosa la especialista.

Desde aquel año la familia se dedica exclusivamente al asesoramiento y venta de colchones y almohadas Piero. “Vine de soltera a este local, después me casé, tuve mis hijos, jugaron y durmieron entre colchones. Esta zona era muy distinta cuando empezamos, no había nada, todas casas bajas, algunos terrenos baldíos, el supermercado donde hoy está el Disco y nada más”, rememoró Estrella sobre aquellos años. Hoy sus hijos trabajan también en la empresa familiar y Piero Castelar tiene una réplica en Ituzaingó que es administrada por el hermano de Estrella y su familia.

“El mercado del colchón tiene una rotación de largo tiempo: a los clientes los volvemos a ver en 8 o 10 años. Los clientes fieles siempre vuelven a comprarnos, no van a consultar en otros locales porque ya nos conocen. Es más, nos recomiendan diciendo ‘Anda al local de Estrella’. Antes los clientes compraban el colchón más básico. Cuando la ciudad fue creciendo te compraban el colchón más básico para sus hijos. Después la tendencia fue cambiando y ahora la gente empezó a entender que un buen colchón es algo primordial. Vendemos muchos colchones de alta gama, en comparación con lo que vendíamos antes”, completó.

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Hay colchones de todo tipo y tamaño. Desde los simples de una plaza, hasta los enormes King y Queen size. Además, varían los materiales que responden a distintos requisitos. Están los de espuma, que a mayor densidad soportan mayor peso. También los de resortes que, en distintas gamas y modelos, también están diseñados para soportar distintos pesos. El primer paso para elegir un colchón es coincidir la resistencia señalada con el peso del usuario. Luego varían los materiales y detalles que los hacen de gama media, media alta, alta gama o premium. Con las almohadas es distinto, varía tanto el gusto del usuario que se transforma en una compra particular, específica.

En los últimos años se ha difundido un nuevo tipo de colchón que amenazó con revolucionar el mercado: el conocido ColchónBox, o colchón en caja. Se trata de un colchón de última tecnología que se entrega enrollado dentro de una caja lo que facilita su desplazamiento. “Se vende para gente que tiene duplex, departamento, donde se imposibilita subir el colchón a la habitación. También tenemos clientes que los quieren por confort, está muy bien hecho, soportan 130 kilos, tienen un cierre que te permite lavar la funda. Se usa de un lado solo, viene con una especie de pillow, capas de relleno más blanda, que te lo hace más cómodo, más confortable. Del otro lado está la espuma de alta densidad con una tela engomada que hace que no se mueva”, subrayó Estrella.

En el local se pueden apreciar las distintas opciones de colchón, la combinación perfecta con almohadas, e incluso se puede descubrir cómo son los colchones por dentro a través de pequeños colchones con cortes transversales que permiten ver su estructura. Iván, el hijo de Estrella, será el encargado de mostrar las opciones recomendadas.

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“Cuando Castelar eran sólo casas era más difícil vender. Primero te compraban un colchón para ellos, al tiempo venían por el colchón para sus hijos. Fueron muchos años de poner el hombro. Desde que creció Castelar vendemos muy bien. Son 35 años de experiencia con clientes muy fieles”, cerró orgullosa Estrella Fagioli.

Con más de una docena de colchones en exposición, armados para ser probados, contrasta la tranquilidad propicia para dormir con el tránsito de Arias. Pero, el sonido de autos y colectivos no interfiere con la calma y confort que transmiten los colchones. Es que no hay combinación tan necesaria y placentera como la de un buen colchón con una buena almohada. Dormir no es sólo una necesidad, también es un disfrute y la calidad de los elementos ayudan siempre a tener un mejor despertar.