El micrófono quedó abierto y deschavó al estudiante. Un diálogo propio de quien profesa un amor especial por su mascota, esa mezcla de discurso infantil y cariñoso que todo amante de los perros conoce y ha utilizado, pero que en un ámbito académico dispara la risa y la sorpresa.

“Estaba pasando lista”, explicó a Castelar Digital Rodrigo Orellana, docente de la Universidad Nacional de La Matanza y a cargo de Sonido 1, materia de la carrera Artes Visuales de la Escuela de Artes y Comunicación de la UNLaM. “El protagonista, el que le dice eso al perro, es anónimo. En el video no se ve su cara ni su nombre”, completó el profesor.

Si bien las clases habitualmente son presenciales, aprovechando los laboratorios y estudios de TV y Radio con los que cuenta la universidad, ese día se hizo virtual porque había paro de colectivos. La clase desde la casa de cada alumno invitó a que algunos se distendieron. “Habitualmente no grabo las clases, otro alumno pidió que se grabe para poder volver a verla después. La clase duró dos horas y pasé lista al final, lo de La China pasó en los últimos res minutos”, destacó Orellana, vecino de Haedo.

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El video empieza con un momento de tensión ya que el diálogo pareciera hostil, luego se traslada a un momento casi de romanticismo y termina en juego y ternura. “Tiene narrativa, tiene un arco dramático. Además tiene un piropo super sofisticado, le dice ‘belleza furibunda’. Furibundo no es una palabra no es una palabra común, no es una palabra que usemos todos los días”, completó el docente. Al video lo complementan las caras de sorpresa de los profesores, al centro se lo ve a Orellana sorprendido por el audio de su estudiante.

Terminada la clase, el docente pensó que el descuido del estudiante sería sólo una anécdota más, pero allí entraron en juego las redes sociales. Otra alumna subió el corte a TikTok y alcanzó los 8 millones de visualizaciones. “Al otro día me llamó mi hermano porque sus amigos le preguntaban si era yo el del video de Chiquitriqui. Incluso al otro día estaba en el baño de la universidad y unos chicos me empezaron a mirar hasta que se animaron a preguntarme si era el de Chiquitriqui. Se hizo viral”, sentenció Orellana.

Una semana después se volvió a reunir la clase para cursar otra vez Sonido 1 y allí se descubrió al autor del audio. Incluso debió presentar a su perra La China, la destinataria de los elogios virales.

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“En la universidad hay algo más que transmisión de conocimiento, hay algo del aspecto humano que es muy poderoso y que es tan importante como lo académico, es parte de lo académico. Cuando alguien viene a la universidad aprende no solo lo que está en los libros, sino también a relacionarse, a conocer otras realidades. A partir de un accidente como esto o una charla en el comedor, en un pasillo o incluso en el aula. La educación es todo eso”, finalizó el vecino.

El video viral y la presentación de La China se pueden ver en el TikTok de Castelar Digital.