Por una noche Ituzaingó se transformó en Seattle, o en cualquier otra ciudad del mundo donde estuviera sonando grunge. Nirvana fue una de las bandas más influyentes del rock a principios de la década del 90. Su impronta llega hasta la actualidad, aún a 30 años del fallecimiento de su lider, Kurt Cobain.

Luces rojas y azules iluminaban una silla y un micrófono. Allí mismo se ubicó Eze Supersonic, líder de Seattle Supersonic, la banda argentina homenaje a Nirvana que más proyección tiene en Sudamérica. Con 14 años de carrera, su última gira por Brasil los llevó a tocar en Sao Paulo, Brasilia, Belo Horizonte, Porto Alegre y Curitiba, entre otros, para luego desembarcar en Ituzaingó.

Muddy's Club es una extensión de Muddy's Beer and Burger, el local gastronómico cercano a la plaza 20 de Febrero, en el lado norte de la ciudad. Ahora en en sur, sobre Mariano Acosta, a metros de la plaza San Martín, el Club es un nuevo escenario para expresiones artísticas de todo tipo. En esta oportunidad le tocó a Eze Supersonic. “Es un honor volver al oeste, es un lugar muy mítico para todas las bandas, culturalmente siempre es lindo volver acá, la gente tiene una onda, una vibra muy linda, siempre da gusto volver a la zona”, destacó el artista luego de su show, consultado por Castelar Digital.

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Durante diez años Seattle Supersonic estuvo rotando por distintos escenarios de todo el país. Durante la pandemia y en el retorno a la normalidad fue difícil recuperar ritmo y que los espacios se abrieran sin peros, la opción solista surgió naturalmente y desde entonces Eze intercala sus presentaciones en solitario con los shows de la banda completa. No obstante, en banda o solo, la respuesta del público siempre es sorprendente: “Es maravilloso el amor que la gente le tiene a nirvana. Es muy loco ver en los tiempos actuales, ver gente de 40 o 50 años y que venga con hijos. Esa gama de edad no está habitualmente en la escena rock, da la posibilidad de que uno vaya a diferentes lugares y encontrarse con un público muy variado y con  muchas personas, es emocionante”, explicó tras los aplausos.

Eze nació en Cipoletti, provincia de Rio Negro, allí desarrolló su amor por la música y por Nirvana. Con 20 años migró a la Ciudad de Buenos Aires para darle más espacio a su vocación y fue donde conoció a sus compañeros de aventuras: Esteban Molina y Cristian Montero. Con ellos conquista escenarios y el próximo 7 de abril se presentarán en el Teatro de Flores junto con la Orquesta de Villa Lobos para homenajear a Kurt Cobain a 30 años de su muerte.

“Nirvana es la banda de mi vida. Fue la primera banda de la que me hice fan. Es la primera de la que me compré un disco original. Tengo 36 años, no nací con youtube, no tenía las facilidades de hoy en día. Cuando yo tenía 10 años estaba MTV, Much Music, una época linda, estaba el mundial de videos, programas que traían estas épocas doradas. Comencé a conocerlo, me prestaron un VHS con el MTV Unplugged. Aprendí cómo tocaba Kurt Cobain mirando el VHS, esas cosas muy primitivas, que pasaban antes. Fue aprender y valorar el esfuerzo que significaba sacar canciones de oido. Tuve la suerte de juntarme con amigos para, desde el amor y el respeto, hacer versiones lo más fieles posibles. Hasta el día de hoy deja un rédito emocional y de laburo, más agradecido no puedo estar”, señaló el músico.

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El público de Ituzaingó recibió al nirvanero con aplausos y lo despidió pidiendo ‘una más’. En varias canciones lo acompañó la también cantante y baterista Julieta Kesner. No faltaron clásicos como The Man Who Sold The World, Heart Shaped Box y All Apologies, entre muchas otras.

Muddy's Club fue el escenario perfecto para la presentación de Eze Supersonic, en un espacio íntimo pero bien abastecido. El nuevo lugar artístico de Ituzaingó abrió sus puertas hace menos de un mes y está dedicado a la presentación de artistas de todo tipo. Así como Eze con su homenaje a Nirvana ya transitaron el lugar Cinema Verité con su homenaje a Serú Giran y Majestades con canciones de The Rolling Stones. Además, la cartelera de las futuras semanas propone noches de stund up de la mano de Juan Barraza, Lucas Upstein y Martín Pugliese, entre otros. “Muddys es una marca de la ciudad, del otro lado tenemos el Beer and Burger, tiene sus carnes exóticas en hamburguesas, una gastronomía muy marcada junto con sus birras, luego de eso trasladamos hacia el lado sur, un local más grande: el club cultural. La damos una impronta más moderna a la cultura, donde recibimos diferentes expresiones, donde mantenemos parte de la gastronomía pero la fuerte es la pata cultural, más una parte gastronómica para hacer conocer la marca Muddys en general”, explicó a este medio Federico Benitez, creador del espacio.

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“Abrimos hace dos semanas, ya tenemos una agenda bastante avanzada en lo que es 2024 de diferentes expresiones artísticas: muestras musicales, teatrales, stand up. Ahora lo que estamos haciendo es juntarnos con artistas locales, artes visuales, tenemos un segundo piso, tenemos murales hechos por artistas de Castelar e Ituzaingó, tenemos la convocatoria a artistas de Merlo en distintas técnicas de dibujo, muestras de arte de cuadros y demás, es la segunda parte. Nosotros producimos todo lo que se hace y damos lugar a productores externos”, finalizó el vecino.

Tras sus canciones, Eze Supersonic se quedó compartiendo en Muddys con su público y los periodistas que terminaban de entrevistarlo, la noche recién empezaba y las canciones seguían sonando. Su próximo escenario será en Bahía Blanca para luego conquistar el Teatro de Flores en banda y acompañado por la Orquesta Villa Lobos, el grunge sigue sonando y tan vigente como a principios de los noventa.

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