El viento en la cara y el sonido de las ruedas surcando cada calle, las mismas de siempre, las del barrio, las de toda la vida. Un giro y al frente aparece una plaza circular. Parque Sayago creció y sigue teniendo su esplendor. La bicicleta inglesa no muestra el paso del tiempo, sigue respondiendo a cada impulso. Sortea lomas de burro y evita baches, sigue rodando.

Desde la plaza un poeta ve pasar al vecino en su bicicleta negra. La guitarra acompaña su mirada y lo que es una imagen cotidiana se transforma en canción. El ciclista anónimo se llama desde ese momento como El Viejo, al igual que la composición.

Castelar, y gran parte de la Zona Oeste, supo estar habitado por un tipo especial de viajero frecuente, aquel que elegía la bicicleta para recorrer el barrio. Al menos hasta fines de los 90 era común cruzar vecinos grandes, de aquellos que conocieron las quintas que rodeaban a la urbe de la estación, montando sus añejas e indestructibles bicicletas. De paseo o inglesas, con el caño bajo de mujer u otras rectas con pocas curvas. También luego aparecieron las mountain bike o las playeras, pero ya eran otros conductores. Aquellos viejos vecinos con sus bicicletas de ruedas altas desaparecieron cuando la ciudad le ganó al pueblo, pero el músico Pato Lange logró inmortalizar en una bella canción la imagen de otros tiempos.

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“La canción la compuse a mis 22 años, pero recién la edité en 2016, en mi primer disco solista. La toqué antes en vivo con mi grupo Setnova, pero no la había grabado”, explicó a Castelar Digital Pato Lange. “Desde que era niño en Castelar veía a un señor que pasaba con una bicicleta negra por el barrio. La bicicleta estaba impecable, flamante, y él era una persona humilde. Lo veía siempre en el barrio, siempre solo, nunca lo vi hablando con nadie. Sabía dónde vivía porque algunas veces lo vi entrar a su casa, vivía a la vuelta de mi casa. Me llamaba la atención porque era un tipo misterioso, yo imaginaba que amaba esa bicicleta. Algunas veces lo saludaba por verlo pasar y el tipo por ahí me saludaba con la cabeza” completó.

Una tarde de ocio lo encontró al músico en la Plazoleta de la Solidaridad, la plaza circular ubicada al centro del barrio Parque Sayago en Castelar Norte (Ver: La ayuda en una terrible inundación le dio origen a una simpática plaza) justo cuando el misterioso vecino pasó como siempre a bordo de su bicicleta negra. “Lo vi pasar y me imaginé la canción El Viejo. Él fue un disparador, la canción es una fantasía, una parte real y otra parte imaginal, habla de Castelar”, destacó Lange.

“El viejo ama su bici
lo veo siempre por Castelar,
la calle sabe que existe
amor entre un hombre y un metal.
Los años pasarán rodando
a toda velocidad.
Pasarán contemplando la ciudad.
¿Cuántas cosas amas de verdad?”

Pasaron varios años hasta que Pato Lange decidió incluir El Viejo en su primer disco solista. ‘Ahora’ se lanzó en 2016 y hoy se puede escuchar completo en los canales del músico. En esta canción, y en el álbum en general, participaron muchos músicos amigos, conocidos, miembros del mismo circuito artístico de la Zona Oeste: “A El Viejo la había tocado un par de veces en vivo con Setnova, pero nunca la había grabado. Cuando la incluí en Ahora convoqué a Gabriel Santamaría, un guitarrista criollo, conocido por tocar en Antü y en La Nube Mágica, a Marcelo Von Schultz de Derviche, y a Sergio García Marín que fue bajista de Antü. La grabamos en el sótano de San Antonio de Padua de Jorge Barilari, que había sido pianista de Setnova, de La Nube Mágica también y ahora está en la Sinfónica de Morón. Esa música se grabó en Padua y para las voces me fui al estudio que tenían Guille Beresñak y Juanito el Cantor en Haedo, lo compartían con El Chavez, el de Nuca y que fue baterista de Árbol también; vino Gonzalo Aloras para ayudarme con las voces. Se sumó en los coros Juanito el Cantor. Esa es la historia de El Viejo, es una canción de Castelar grabada en Padua y Haedo”, reseñó el músico.

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No se sabe si aquel vecino que inspiró la canción la escuchó o sabe de su necesaria participación en la inspiración de Lange, pero representa, de alguna manera, a atodos aquellos que recorrieron, o recorren, el oeste en bici. Aunque, según el autor, la canción busca generar preguntas: “la letra de la canción aprovecha esa historia para hacer una reflexión más humana sobre qué cosas amas de verdad. El estribillo es una pregunta. No se refiere necesariamente a cosas materiales, más allá de que en la canción aparece la bicicleta, si no que se refiere a cosas humanas”, finalizó Pato Lange.

Pato Lange siguió componiendo, tocando y grabando canciones. Su música actual difiere un poco de aquella que compuso con Setnova o en otras épocas, pero las canciones que componen su repertorio se llevan bien entre si. Su música se puede escuchar por distintos canales y El Viejo suena en el siguiente LINK.

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