-¡Mamá, mamá, necesito agujas, hilos, los que tengas, muchos!
-Pará, Dolores, tranquilízate!!¿Para qué necesitas todo eso?
-¡Es un secreto! ¡No puedo decir nada! Pero no sé si vengo a la tarde a la tertulia. Voy a estar ocupada.
-A ver, señorita. Usted tiene 11 años y no puede guardarle secretos a su madre y menos decirme que no viene a la merienda ni que va a salir de la casa sin la esclava ni indicando donde se va. ¡No me hagas enojar, Dolores, que te dejaré encerrada en tu cuarto como castigo!
-¡No, no mamita! Perdóneme. Pero es un gran secreto.
-Sí, me imagino, porque la veo que entra y sale yendo y viniendo de la casa de doña Catalina. Diga que la familia Vidal es honorable, pero usted está totalmente extraña, enigmática, ocultando algo.
-Si supiera, madre que es algo es tan maravilloso!!
-Pues no lo voy a saber si no me lo cuenta.
-¿Me promete que no se lo dirá a nadie?
-Depende, hija. Si es un pecado o un delito….
-¡No! Pecado no, aunque delito no sé…
-Bueno. Hable de una vez o la castigo.
-Madre, el hermano de doña María Catalina, don Vicente Echavarría es muy amigo de un patriota.
-Ah, sí, me llegó el rumor. De don Manuel Belgrano. Sí, me enteré, vio?
-Este hombre tiene que combatir a los realistas que avanzan por el Paraná, para eso lo mandó el gobierno de Buenos Aires.
-¡Ojalá Dios los ampare y puedan expulsar a esos godos!
-Madre, entonces…¿Usted está de acuerdo con la causa patriota?
-Pero, hija, ¿Cómo no lo voy a estar? Por supuesto.
-Es que nunca se habla en casa. En cambio, en lo de doña Catalina están dale que dale, hablando, pensando cosas.
-A veces hay que ser prudente. Las paredes oyen. Recuerda que si bien ya tenemos gobierno Patrio, aún no se ha declarado la independencia total de España. Y los españoles acechan por el norte, por el oeste y sobre todo, el Este. Y nosotros, aquí en Rosario, corremos peligro.  Pero…¿ese era el secreto? Que en lo de doña Catalina se habla de la Patria?
-No. Hay algo más…
-Hablá, niñita.
-Que el General Belgrano quiere hacer una bandera. Nuestra. De Argentina. Madre! Ya tenemos escarapela, ahora quiere hacer una bandera!!!
-¡Qué maravilla, hija! Pero…¿Y el secreto?
-¡Que la va a hacer doña Catalina! Y como no puede sola, porque es mucho para coser, nos pidió a Antonia y a mí que la ayudemos. Trajo desde  el negocio de don Pedro Tuella dos hermosos paños, colores azul celeste y blanco. También muchos hilos y, sobre todo, hilos dorados para la terminación.
-Pero hija, ¡Qué tarea más hermosa tienes! ¿Para cuándo la quiere el General?
-Para mañana, mamá. Aquí nomás, a orillas del río Paraná, con las baterías Libertad e Independencia,  el ejército del General le jurará lealtad. Y parece que invitaron a don Cosme Maciel para que la ice.
-Pero no hay más que esperar. ¡Vayamos juntas a lo de doña Catalina! Bordaremos la más hermosa bandera que haya visto nadie.
-¡Vamos, mamá!

Rosario Vilches es docente, escritora, incursionó en la actuación y Cuentos con historia es su primer libro. Es porteña, del barrio de Palermo pero hace muchos años que se mudó al Oeste junto con su familia. Concurre al taller de Escritura Anaquel, de la Biblioteca Popular 9 de julio de Castelar.