Restauraron en Morón el avión más eficaz de la Guerra de Malvinas
Por: Leandro Fernández Vivas.Poco después de las 3 de la tarde, cuatro aviones A-4B Skyhawk del Grupo 5 de Caza (G5C) de la V Brigada Aérea de San Luis, pero que habían despegado desde Río Gallegos, aparecieron rasantes sobre el agua apuntando a los dos buques. Dos se dirigieron a la Broadsword y lanzaron sus bombas impactando contra el buque y destrozando un helicóptero que había en su popa, pero las bombas no explotaron y cayeron al mar. Los otros dos A-4 apuntaron hacia el Coventry, comandados por el Primer Teniente Mariano Ángel Velasco y el Alférez Jorge ‘Bambam’ Barrionuevo. Las bombas de este último impactaron de lleno en el destructor y estallaron segundos después. El buque se hundió en sólo 17 minutos. El avión que lo atacó llevaba la matrícula C-207 y hoy descansa en Morón.
El Museo Nacional de Aeronáutica presentó el recientemente restaurado Douglas A-4B Skyhawk, matrícula C-207, que ahora luce los colores y armamento que utilizó durante la Guerra de Malvinas en 1982. La aeronave es parte de la colección del museo desde 1999, pero desde su llegada a Morón lucía colores y modificaciones posteriores a la contienda. Ahora, todo visitante puede apreciarlo tal cual fue a la guerra.
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La ceremonia de presentación del avión se realizó el lunes 18 de septiembre por la mañana con la presencia del Jefe de Estado Mayor General de la Fuerza Aérea, Brigadier General Xavier Julián Isaac, junto con Veteranos pilotos, mecánicos y técnicos. Además, el personal del MNA, los miembros del Grupo Técnico de Reparaciones Aeronáuticas (GTRA) y la Asociación Plastimodelsita del Oeste (APO), encargados de la restauración.
El Douglas A-4 Skyhawk es un avión de ataque producido en Estados Unidos a pedido de US Navy, su primer vuelo fue en 1956 y llegaron a fabricarse casi 3000 ejemplares en distintas versiones hasta 1979, cuando cerró su línea. La Fuerza Aérea Argentina fue el primer usuario extranjero y los empezó a operar desde 1966, apenas 10 años después de su entrada en servicio. El A-4 voló en fuerzas armadas de territorios tan disímiles como Israel, Australia, Brasil o Singapur, entre otros. La Armada Argentina también lo operó en su versión Q y los actuales A-4AR que vuela la Fuerza Aérea son la cúspide de la familia, junto con otros aviones de otras naciones también modernizados.
En el acto realizado en los hangares de la Base Aérea Militar Morón, el primer orador fue el Director del MNA, Comodoro (R) Carlos Maroni, quien contó detalles de la restauración y los trabajo actuales que se llevan en el museo para recuperar un helicóptero Sikorsky S-55, un Hércules C-130 y la maqueta 1:1 del IA-63 Pampa, entre otros proyectos. En referencia al A-4 C-207, Maroni señaló: “El MNA es un lugar de emociones y ustedes lo pueden ver en la gente que trabajó en esto, con mucho amor, con mucho sacrificio, dejando a su familia para poder tener hoy en día esta belleza de aeronave que tenemos acá. Un día había una persona de APO, estaba solo trabajando en el avión, me acerqué y le pregunté, y me dice ‘no puedo creer que esté tocando el avión que sobrevoló la flota inglesa’, ese es el cariño, el fervor”.
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El Grupo 5 de Caza tiene su asiento en la V Brigada Aérea de Villa Reynolds, San Luis. Durante la guerra operó desde la Base Aérea Militar Río Gallegos y la Base Aérea Militar San Julián. Realizó 133 misiones de combate, hundió cuatro buques ingleses de un total de más de diez alcanzados. Perdió diez aviones y nueve pilotos. El C-207 realizó 14 salidas, fue el responsable del hundimiento del Coventry en los mandos de Barrionuevo y el 27 de mayo lanzó sus bombas sobre tropas y equipos británicos en San Carlos comandado por el Capitán Pablo ‘Cruz’ Carballo.
Los A-4B fueron desactivados, junto con los C, el 15 de marzo de 1999. El C-207, acompañado del A-4C C-322, aterrizó en Morón un mes después y fue parte de la muestra estática del festival aéreo ASSA 99. En 2001 el MNA se mudó de Aeroparque a Morón y desde entonces resguarda el avión histórico.
El segundo orador de la ceremonia fue el Brigadier “VGM” (R) Sergio Mayor de presentación del Skyhawk quien destacó: “El avión nos completa, no es un simple objeto inanimado, asumimos que tiene vida propia y que tiene alma y por ello en la soledad de la cabina le hablamos, a veces le exigimos que cumpla lo que queremos hacer y a veces le pedimos que aguante un poco más”.
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“Ver un A4-B restaurado, reluciente, impecable, nos llena de alegría y orgullo. Como dice un autor desconocido, los pilotos pasan, los aviones quedan ¿Qué mejor representante para las futuras generaciones que el C-207? Es un avión emblemático, un testimonio que estará aquí por muchos años, muchos más de lo que nosotros nos atrevemos a contar, pero también es el representante de todas aquellas otras matrículas y hombres que han operado el Sistema de Armas y en recuerdo permanente de aquellos valientes que dejaron su sangre en el Atlántico Sur”, completó.
El Douglas A-4B C-207 se puede apreciar junto con otras 60 aeronaves históricas, y los también restaurados A-4C y Mirage V Dagger, en el Museo Nacional de Aeronáutica, en la Base Aérea Militar Morón.
El escudo del G5C lleva al centro la imágen de un halcón ceñudo y debajo el lema que lo identifica y que aplicó durante 1982: Ad Astra Per Aspera ( A las estrellas mediante el sacrificio ).
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Leandro Fernández Vivas
Periodista
Técnico Universitario en Periodismo.
Director Periodístico en Castelar Digital.
Socio Fundador de Ocho Ojos.