Cuando el dibujante de Merlo, Daron Mastropiero, recibió un mensaje en Facebook que provenía de una cuenta vinculada al grupo humorístico - musical Les Luthiers tuvo dos pensamientos. “Primero, que era una broma y segundo, fue decir: `Uy, seguramente me van a demandar por usar el `Mastropiero´. ¡Me cae la denuncia por `mala praxis´, por usar mal el nombre!´ (Risas)”, contó el artista y Profesor de Artes Visuales, y continuó: “Gratificantemente, era para trabajar con ellos por los 50 años de trayectoria”.

“La cuestión es que me hicieron una entrevista de media hora en un programa que conducía el periodista Claudio Rígoli. Un mano a mano hablando sobre mis dibujos, mi carrera, de todo. Una hermosa entrevista. Y la ve Lino Patalano, el representante de Les Luthiers. Entonces, me contactan”, manifestó y agregó: “Fue un honor, hermoso. Al día de hoy tengo guardado en mi celular, en mi computadora y en todo lugar donde haya un poco de espacio y de memoria, los audios de Marcos Mundstock hablando de mis dibujos, y es uno de los tesoros más preciados que tengo para el resto de mi vida. Porque no solamente fue decir: `Bueno, los conocí´, sino que trabajé con ellos y reconocieron lo que hago”. Por el aniversario realizó tres obras para la cartelería del Teatro Maipo, en 2017.

El artista conocido como Daron Mastropiero, comenzó a dibujar de niño y a los 12 años incorporó la birome como elemento principal. “Me acerqué simplemente por experimentación. Uno con el dibujo empieza con el lápiz, la fibra, la microfibra, la birome, lo que tiene a mano y ahí va evolucionando. Me llamó la atención por los resultados y aunque parezca chiste, en una primera instancia, porque no tenía plata para otras cosas. En un principio, como siempre, con el garabato al costado de la hoja, el dibujar el personaje de animé favorito, el del cómic, el de la serie. Y, nada, ahí empecé a escalar”, expresó.

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Fue justamente por estos dibujos que hacía en la escuela, que su profesora de Matemática, Cristina Pérez, lo puso en contacto con la artista especializada en xilografía, Ivonne Beribey, a la cual define como su “mentora en cuanto a técnica”. “Con ella vi todas las bases de lo que es la técnica en sí, cómo capturar la luz, lo importante que es para el campo visual, para todos los lenguajes visuales, sea dibujo, pintura, grabado, escultura. Pude aprender lo que es un buen papel, diferenciarlo de uno mediocre, los porcentajes en los collages, las diferentes calidades a la hora de elegir los elementos, las marcas, cómo se monta una exposición. Yo tenía 12 años y veía cómo llegaban los camiones con rollos de papel gigante. Era una locura para mí ver un montón de cuadros de un metro, dos metros, enmarcados; xilografía, las prensas para hacer grabado… ¡Me volví loco!”, rememoró.

Ese mismo año, Gerónimo Zamora, su profesor de Artes Plásticas, le habló de Salvador Dalí, hecho que daría lugar al comienzo de su admiración por el artista, considerado uno de los máximos representantes del surrealismo. “En una de las clases, un compañero le preguntó quién era el que había pintado los relojes derritiéndose. Y él le dijo: `Fue Dalí´. Y yo me quedé como ¡¿Qué?¡ ¡¿Relojes que se derriten?!, y ahí, empecé con la investigación. ¡Dalí es una bestia! Un genio de los pocos que ha visto la humanidad”, aseveró quien por este mismo docente además de interesarse por el mundo del arte quiso convertirse en profesor.

“Me gustaba mucho cómo enseñaba porque era muy apasionado y te hablaba como si lo estuvieses viviendo, en tiempo y forma. ¡Era re loco!. Y lo loco fue llegar al último año del profesorado, cuando estaba dando clases de Historia del Arte junto con la profesora porque, en gran parte, lo hice con los apuntes de las cosas que vi con él en 7º grado”.

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Su nombre artístico nace como un apodo que le pusieron sus compañeros de escuela debido al fanatismo por el guitarrista de la banda de metal estadounidense de ascendencia armenia System of a Down, Daron Malakian. Y el Mastropiero debe su origen a Les Luthiers. “Soy completamente fanático. El autor imaginario en el que ellos basan sus obras es Johann Sebastian Mastropiero. Un día tuve que hacerme un Facebook y no sabía cómo completar el Daron, entonces, dije: `Lo más lógico para mí es ponerme Mastropiero´. Y ahí quedó. Firmo como Daron desde mis 16, edad en la que hice mi primera exposición y, de ahí en adelante, consecutivamente todos los años”, compartió el dibujante y docente que hizo el arte de tapa de la banda Las manos de Filippi y trabajó con el rapero Magnus Mefisto.

“El proceso creativo comienza mucho antes que el físico. Para mí empieza con el hilvanado de pensamientos, que son una cuestión meramente estética, de los nuevos conceptos. Junto con eso, lo visual, el poder integrar a ese pensamiento una imagen. Trato siempre de buscar personas, rostros, que hagan gala de alguno de los conceptos que esté trabajando en ese momento. Y, después, sí, es un dolor. (Risas) Es ver la imagen, que en un 90% saco yo, y tratar de pasarlo a la hoja de la manera más precisa posible. Y se inicia de este modo, la `danza eterna´. Entre lo que estás viendo, lo que estás sintiendo, cómo te responde la mano, la cabeza, la birome sobre la hoja”, detalló su metodología de trabajo a la hora de crear dibujos hiperrealistas usando biromes.

“¡No podés equivocarte! Literal, no podés borrar, no tenés manera de corregirlo. A veces, si le pifiaste técnicamente vos en algo, podés ver técnicamente de qué manera resolverlo. Ahora cuando, por ejemplo, la birome te traiciona y tira una mancha donde no tenía que ir, ahí te querés matar. Es una relación de respeto, de volver a empezar todo el tiempo y la obra, de alguna manera, te habla, te exige, te demanda. Es un momento re lindo. Es sufrido, truncado, pero, al final de todo, tiene su linda recompensa. Creo que uno, al fin y al cabo, nunca termina una obra sino que la abandona. Aparte, el público le da el sentido final. Lo que resuelve la imagen es el que la mira”, señaló.

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Daron Mastropiero ha realizado distintas exposiciones individuales en salas de Buenos Aires y también en Uruguay. Incluso, durante 2022 realizó su muestra en el Museo de Arte Contemporáneo Arlette Neyens de Villa La Angostura, en la Provincia de Neuquén. Sus charlas y masterclass fueron escuchadas en la Universidad de Palermo, la Universidad Arturo Jauretche y la Universidad Católica de Ecuador. Este año, el artista participará en la Comic-Con que se realizará en el Centro Costa Salguero los días 2, 3 y 4 de Junio y en la Comic-Con de Paraná el 15 y 16 de julio en el Centro Cultural y de Convenciones La Vieja Usina en Entre Ríos. “Voy a estar con otros artistas también, muy grosos. Como jurado en el concurso del dibujo y dando una `masterclass´ sobre la técnica del hiperrealismo con birome.” Asimismo, continuará haciendo dibujos por encargo, vendiendo obras, exponiendo y dando clases en su taller online. “Se encuentran abiertas las inscripciones. Es tanto para los que se inician en esto como para los que quieren perfeccionar sus técnicas”, concluyó.

Daron Mastropiero tiene su espacio de Artista en Castelar Digital. Conocé su perfil en este LINK.