Laura Giusti es joyera, docente y gestora cultural. Su pasión por la Joyería Contemporánea nació en su estadía en Perú, donde vivió 9 años. Todavía recuerda el momento exacto cuando descubrió esta disciplina artística. “Viviendo allá, una vez la vi a una amiga con unos aros impresionantes y le dije: `¡Que lindos!´, y me respondió: `Me los hice yo´. No podía creer que me estuviera diciendo que se los había hecho ella porque en mi cabeza uno no se hacía los aros, se los compraba. No entraba en mi imaginario. Me maravilló esa posibilidad y empecé a ir al taller de su papá, Carlos Bernasconi, que además de joyero, es artista plástico, grabador y medallista”.

“Lo que hace él a mí me gusta mucho porque presenta una confluencia muy rica de la potencia de la joyería tradicional peruana, Carlos es peruano, y una clara influencia europea y la estética del universalismo constructivo de Torres García. Él ha vivido y se ha formado en Europa, y eso se ve en su obra. Además, en su taller había mucha libertad para hacer lo que uno quisiera, para explorar con metal o incluyendo algún otro material”, explicó quien desde 2011 da clases en su taller `Manos a la joya´, ubicado en Castelar.

Ya en Buenos Aires, en 2006, continuó su formación con Graciela Lescano. “Trabajando con ella, y al conocer otros joyeros a través suyo, empecé a hacer otro tipo de cosas, distintas en cuanto a técnica pero, sobre todo, a desarrollar una mirada diferente de lo que venía haciendo antes”, expresó y continuó: “Yo no sé si tengo `un´ estilo, yo he trabajado un estilo único. A mí me gusta el trabajo en metal. Lo disfruto, tengo líneas hechas en este material. También noto que a la gente le gustan mucho. Porque la Joyería Contemporánea puede o no buscar la belleza, no es algo que necesariamente tenga que formar parte. Ésta cuestiona y se cuestiona a sí misma. Cuestiona el concepto de joya, la materialidad, la durabilidad, la relación con el cuerpo, el uso. En ella, siempre, algo está en cuestionamiento y eso, le permite probar, experimentar, buscar caminos nuevos con mucha libertad”.

“La serie `Awana y quipu´ – piezas de joyería textil realizadas a partir de la observación de telares y quipus andinos, que significa `telar´ y `nudo´, en referencia a los hilados que servían para contabilizar - viene de los años que estuve viviendo en Perú, de cómo se impregnó mi mirada y mi gusto de toda esa potencia cultural. Utilizo metal y también textiles, a veces, recuperados de mantos que están viejos, gastados, rotos o apolillados y, otras, haciendo los mismos nudos con algún hilo que me guste, con hilos de colores”, comentó.

“En los últimos años, estuve trabajando mucho con cartón y esto vino directamente asociado a preocupaciones que tengo. Por un lado, tenía que ver con el tema del desperdicio pero sobre todo pensando en el lado humano. La gente que no tiene hogar, que vive en la calle, que lo usa como refugio, como protección, como piso y manta para no tener frío, como caja donde guardar sus pertenencias. Entonces, tomó como un doble símbolo. Hay muchas imágenes e incluso caminando por la ciudad de Buenos Aires, se pueden ver montañas de cartón y hay personas en el medio. Ese desperdicio y las personas dentro de éste, sin poder distinguirlas claramente, se convierten en un desecho a la vista de quien pasa y eso, para mí, es algo muy doloroso. La primera línea la empecé en 2008 y diez años después, hice la segunda. Ha habido otras cosas, pero quizás, estas dos serían las más representativas de mi obra”, manifestó.

Cuando regresó al país, Laura, que diseñaba páginas web, se dio cuenta que si bien había joyeros contemporáneos en Buenos Aires, no existía un espacio que los reuniera. Esto fue el puntapié para la creación de `Joyeros Argentinos´. “Estaba todo muy atomizado. La gente estaba metida en sus talleres, pero salvo alguna que otra exposición suelta, no había nada más. No había conocimiento de lo que era, difusión o lugar de reunión. Y si hay algo que siempre tuve en claro es que en soledad la gotita que cae al piso se seca, las gotitas se tienen que juntar para formar primero, un vaso; después, una jarra y después, un río o un océano. Para tener potencia es necesario juntarse, para ser visibles hay que juntarse. Pensando en eso se me ocurrió hacer una web que reuniera, en principio, a los joyeros que yo conocía y luego, a otros que estaba convocando a formar parte”, compartió.

"No había espacios así"
`Joyeros Argentinos´ (www.joyeros-argentinos.com.ar) empezó siendo una página de veinte joyeros en donde no sólo se mostraba lo que hacían sino que, también, brindaba información sobre Joyería Contemporánea de todo el mundo. “Cada vez que veía algo, un texto que hablara sobre el tema, una convocatoria, exposición, lo que fuere, incluso en otro idioma, lo traducía y lo publicaba. Comenzó a moverse mucho y a sumarse gente. Las convocatorias empezaron a tener cada vez más participantes argentinos, latinoamericanos, de habla hispana, porque no había sitios en español, no había espacios así. `Joyeros´. Creció un montón, ahora somos alrededor de 70”, afirmó.

“Períodicamente hacemos una convocatoria abierta para que quien lo desee mande su propuesta. Además de ser un espacio virtual en el que los joyeros muestran y promueven su trabajo y talleres, hacemos exposiciones virtuales, y desde 2010, por fuera de lo virtual”, señaló. Este año, la convocatoria llevará el nombre `Un camino infinito – 40 años de democracia´. Allí, los artistas deberán trabajar sobre una fotografía en blanco y negro que sea significativa para ellos e ilustre algo de lo que quieran hablar respecto al tema. Ésta tendrá lugar en el Museo Histórico Sarmiento (CABA) del 2 de septiembre al 29 de octubre y en el Museo Histórico Municipal de Ituzaingó del 4 al 25 de noviembre.

Bienal Latinoamericana de Joyería Contemporánea
Junto a su socia, Paula Isola - también artista y gestora cultural con quien llevó adelante muchas exposiciones - , en 2015, tuvieron la idea de “hacer algo latinoamericano”. Así fue cómo surgió la Bienal Latinoamericana de Joyería Contemporánea, de la cual ambas forman parte de la organización. La Bienal es un evento que dura dos meses y en el cual se realiza un concurso donde participan artistas de toda Latinoamérica y se desarrollan exposiciones simultáneas, con jornadas de reflexión, talleres, charlas, entre otras actividades.

“La primera edición tuvo una gran participación de Latinoamérica, se ve que existía mucha necesidad de tener una movida como ésta en el continente. Había como una tendencia muy marcada entre los artistas de la joyería latinoamericana de no sólo enviar las piezas a convocatorias y exposiciones en el exterior sino a esperar la mirada validadora de alguien de afuera. Era un sometimiento que me pesaba, la verdad. Me parecía que era muy importante trabajar en una búsqueda de mirarnos a nosotros mismos, conocernos entre nosotros. Podíamos conocer y hablar mucho de artistas europeos pero no sabíamos nada de artistas de Latinoamérica y de otros países. Me parecía que eso no estaba bien”, opinó.

Desde el próximo año, en su 4º edición – organizada en colaboración con la Asociación de Joyería Contemporánea Chilena “Joya Brava” - la sede del concurso comenzará a ser itinerante y, en esta oportunidad, tendrá lugar en Chile. La misma tendrá formato mixto: presencial y virtual. “Los jurados, tanto de Planeación como Selección van a ser internacionales, lo cual, nos va a permitir multiplicar las miradas. Que no sea solamente la nuestra sino una latinoamericana, donde se respeten, sobre todo, la de los países que tienen mayor número de participación. Va a ser un jurado mexicano, colombiano, brasileño, chileno y argentino.”

“Con todo esto, nos empezamos a conocer muchísimo más. Todos sabemos quienes somos y conocemos nuestros trabajos. Tanto Paula como yo, estamos felices con el resultado de la Bienal, del crecimiento de la Joyería Contemporánea de arte latinoamericana, y de nuestra participación en eso”, concluyó.