Sorpresa mayor para operarios de AySA y vecinos de Haedo en la intersección de Lavallol y Juan B Justo. Las máquinas, ocupadas en hacer una zanja lo suficientemente grande y larga para la inclusión en el sustrato de un nuevo caño, se toparon con memorias de otras épocas.

Una obra de agua se topó con troncos de eucaliptos enterrados bajo una calle de Haedo que se cree fueron parte de un puente o relleno de las muchas lagunas y charcos que había en la zona. Fueron los mismos vecinos los que hicieron un llamado de atención y difundieron las fotos del hallazgo. Las fotos que ilustran esta nota fueron publicadas en el grupo de Facebook Amigos de Haedo desde donde se disparó la curiosidad.

Los mismos habitantes de la zona señalaron que antiguamente esas manzanas eran una gran quinta que incluía en su interior una laguna, la que se rellenó y loteó a fines de la década del 20 y principios de los 30. Incluso, Castelar Digital publicó esa misma data hace algunos meses basado en información brindada por el Instituto y Archivo Histórico de Morón (Ver: Haedo y El Palomar tuvieron lagunas turísticas, pero las taparon).  

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Según las fotos, se trata de troncos rectos y de la misma altura ubicados sobre ladrillos, por debajo de tierra, adoquines, asfalto y brea, como si se tratase de estratos geológicos pero que demuestran distintas épocas de urbanización del pueblo de Haedo.

Castelar Digital consultó al Instituto y Archivo Histórico de Morón para poder identificar estos troncos. Manejan dos hipótesis, la primera coincide con el pensar de los vecinos, que se trata de troncos utilizados para rellenar los terrenos cuando se lotearon las quintas cercanas a la estación a principios del siglo pasado. En la intersección de las actuales Juan B. Justo y Congreso se ubicaba la Quinta Benguria que contaba con una laguna interna donde se criaban patos y hasta tuvo botes para paseos turísticos. A fines del 20 se rellenó con troncos de eucalipto y se loteó.

La segunda hipótesis se vale de otros elementos que se encontraron con los troncos. Se cree que puede haber sido un puente ya que debajo había ladrillos, los troncos estaban alineados y presentan algún tipo de tratamiento de conservación, parecieran estar pintados con aceite o brea, según señalaron desde el Instituto y Archivo.

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Por el momento no hay una resolución sobre el origen de los troncos, pero se seguirá investigando. El subsuelo trajo a la luz parte de la historia antigua de la zona oeste, la de Haedo con sus quintas, con lagunas, islas y puentes.

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