Cristián García Zárate: "El dibujo es alegría para el espíritu"
Por: Gabriela Sánchez."Tardé en hacerlo porque por las tareas diarias, las sesiones eran más que interrumpidas, eran suspendidas. En este caso, que no era un pedido, los tiempos fueron más flexibles", manifestó y comentó detalles de la obra, en la que optó por el empleo de pasteles debido a que una pintura al óleo en un trabajo de estas características podría haber tomado hasta dos meses, por el secado. "No podía pintarlo así que solamente lo dibujé. Puede parecer una pintura, pero es un dibujo. Para hacerlo compré un tipo de hoja que viene de color madera, que me permite dibujar al revés, con los blancos. Cuando vos tenés una hoja en blanco, la llenás de penumbras y sombras, y las luces son los blancos del papel. Cuando pintás o dibujás en un color entonado, como es el madera, trabajás al revés tanto con las luces como con las sombras más oscuras y el papel te ayuda en los tonos intermedios. Cuando lo sabés aprovechar da un efecto muy lindo, es muy interesante".
"En la pintura al óleo, las sesiones son de 2 o 3 horas, a veces, 4. Lo común es que sean de 2 a 3. Como me decía un maestro de Pintura que tuve durante un año, acá en Castelar, `El dibujo es el imperio de la línea, la pintura es el reino de la mancha´. Son cosas distintas, aunque para pintar, por lo general, primero se dibuja. Cuando pintás, por la naturaleza de la acción, que es poner capas de gran humedad sobre la tela, llega un momento en que te detenés. Esa es la sesión. Tenés que esperar que eso seque, de adentro hacia afuera. Si no hacés eso, cuando le pintás encima se resquebraja todo y te arruina la obra. Porque cuando seca por fuera en las capas inferiores todavía está húmedo. La pintura al óleo son palabras mayores. Es la que más disfruto, el dibujo cobra vida", indicó el artista plástico que comenzó a dibujar en su infancia y que incluye retratos, caballos, escenas bélicas y paisajes como parte de la temática de su obra, dentro del denominado arte realista.
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Pese a esto, García Zárate explicó que, últimamente, ha optado por el pastel, la técnica combinada que ofrece mayor rapidez en el desarrollo de sus obras y brinda un resultado que se asemeja bastante al óleo. "Entre el dibujo y la pintura al óleo, hay algo intermedio. El dibujar, como decía mi maestro Luis Villarroel, es `el imperio de la línea´, o sea, se trazan líneas y se van cruzando a medida en que querés hacer más sombras; y la pintura, `el reino de la mancha´, vos engañás al que lo mira con manchas. Con eso hacés perspectiva, el color, la profundidad, que son efectos. Hay algo intermedio que es el dibujo/pintura con pasteles. Hay dos tipos: pastel tiza y pastel oleoso, que es más húmedo y más parecido al óleo. Cuando inicias el trabajo, empezás dibujando y finalmente cubrís esas líneas con las sesiones de pintura, de manchas, digamos. Es algo muy particular y muy lindo también. Toma semanas y eso sí, estoy en condiciones de hacerlo en mi situación familiar actual".
En cuanto a los dibujos por encargo, - generalmente retratos en tamaños de 70 x 50 cm, 40 x 30 cm, entre otros -, compartió su método de trabajo: "Lo primero que hago es solicitarle a quien realiza el pedido que me mande varias fotos, muchas más de las que cree suficientes, de la persona a dibujar. En esa primera preselección que hace ya garantiza que, de esas fotos, le gustan todas. Entonces, la que yo elija sé que le va a gustar. Esto como norma general. Hay excepciones. Si me mandan pocas fotografías y yo no conozco a quien va a retratarse, que es lo común, ahí voy a dibujar lo que veo y muchas veces, eso que uno ve en una foto de lejos con anteojos, no es lo que la persona está acostumbrada a ver. Luego de eso, está la parte más larga, o sea, lograr la imagen. De esa preselección que me mandan selecciono dos o tres, se las reenvío y si me dicen que están bien, me pongo a trabajar. Cuando tengo el boceto, que son los primeros palotes, mando una fotografía vía WhatsApp y si me dicen que les gusta, sigo. Eso trato de hacerlo lo más rápido posible. Digamos, sesiones de una hora y media por día, aunque no sea todos los días. Pero en una semana lo puedo tener hecho".
"Tanto el dibujo como la pintura es alegría para el espíritu. Lo de alegría en un sentido filosófico. Puedo estar triste, puedo estar decaído, puedo estar malhumorado y, así y todo, pintar. Porque estoy obligado por un encargo o porque me obligo a mí mismo. Y a pesar de ese malhumor, el pintar, el dibujar, me da la posibilidad de salir de ese estado. Hay como una especie de contradicción, internamente estoy feliz, aunque emotivamente parezca lo contrario. Pero eso, para mí, es dibujar", concluyó.
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Gabriela Sánchez
Periodista
Gabriela Sánchez es Periodista, egresada de TEA, especialista en cultura y rock. Se capacitó con profesionales roqueros como Alfredo Rosso y Sergio Marchi. Es vecina de Castelar con amplia experiencia en medios de la región y Colaboradora de Castelar Digital.