Mito histórico revelado: El día que Walt Disney comió asado en la Zona Oeste
La visita del dibujante norteamericano a Buenos Aires y la región pampeana no es un secreto, incluso llegó a realizar un dibujo animado con Goofy transformado en gaucho. Pero poco se sabe de cómo surgió esa inspiración.
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El creador de contenidos Ezequiel Contreras lleva adelante el canal Mundo Ezequiel en el que recorre, descubre y describe rincones del Conurbano y la Ciudad de Buenos Aires poco conocidos. Desde un manantial de aguas cristalinas en Moreno a un soldado de la Legión Extranjera que cuida la vieja Ruta 7, pasando por la Estación de Servicio más antigua de Merlo y muchos otros espacios curiosos. Ezequiel lleva a video sus experiencias y relatos. En esta ocasión recorrió el Almacén Museo La Blanqueada de Moreno y con su dueño, Jorge Herrera, tras repasar piezas antiguas en exposición recordaron la visita de Walt Disney a la región.
A principios de la década del 40, el dibujante vivía un momento de esplendor. Había conocido el éxito del primer largometraje animado (Blancanieves de 1937) y los problemas con Pinocho y Fantasía (ambas de 1940), pero se había ubicado a la vanguardia de cine animado. Editó Dumbo y otros filmes, cortos, de propaganda bélica. En 1941 aceptó una propuesta de la Oficina del Coordinador de Asuntos Interamericanos para recorrer Sudamérica. La Oficina era un ente gubernamental norteamericano que buscaba generar vínculos comerciales y culturales en toda América, en tiempos en que Europa se desangraba por la Segunda Guerra Mundial y Estados Unidos veía con malos ojos el crecimiento de la Unión Soviética. Fueron 9 países con un equipo de 15 personas incluida su esposa Lily.
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En ese raid económico-turístico arribó a Buenos Aires y buscó contactar a Florencio Molina Campos, dibujante argentino destacado en retratar la vida gauches en su obra, con un estilo único y particular. Para 1941 también conocía el éxito y alternaba su vida en Buenos Aires con estudios en Nueva York. Tras varios desencuentros, por fin Disney y Molina Campos pudieron entrevistarse y de allí surgió un acuerdo de colaboración que los llevó a trabajar juntos en los rodajes de El gaucho volador, Goofy se hace gaucho, Saludos, amigos, El gaucho reidor y Los tres amigos. También, el argentino colaboró en el largometraje Bambi de 1942 reproduciendo la vida silvestre, inspirado en la Isla Victoria del lago Nahuel Haupi, cercana a Bariloche.
La casa de Florencio Molina Campos aún sigue en pie, se ubica en el actual Camino de la Rivera, en el límite entre Merlo y Moreno. Cuando eligió ese lugar para vivir se encontraba a orillas del Río Reconquista, rodeado de campo, gauchos y la vida que retrató en sus obras más famosas.
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Conocé la casa donde Walt Disney comió asado con Florencio Molina Campos en el siguiente video de Ezequiel Contreras: