Bien podría haber sido en el Club Atlético Argentino de Merlo o durante un Corso de los Carnavales. Este dato, la madre de Gustavo “Pipo” Nazaro, músico y luthier que dirige el taller - escuela Instrumentos de la Tierra, no lo recuerda con exactitud. Pero sí el hecho de que su hijo de 3 años, por ese entonces, subido a los hombros de su padre, dijo la frase: “Quiero ser como ellos”, refiriéndose a Horacio Guarany y León Gieco, artistas a los que habían ido a ver en familia. El diálogo continuó con la pregunta: “¿Qué?, ¿Querés tocar?”, a lo que éste respondió: “No, quiero tener barba y tocar la guitarra". "Lo que yo quería era eso, después el resto no entendía que había que hacer canciones, estudiar y hacer un montón de cosas. Fue fuerte la presencia de ellos dos. Yo no tengo ese recuerdo pero era una anécdota que siempre contaban mis viejos. Después con los años los conocí a León y a Horacio, y les compartí esto, obviamente”, señaló quién comenzó a hacer música a los 5 y empezó a subirse a los escenarios a los 6.

La admiración por León Gieco lo acompañó a lo largo de su carrera y en su último álbum, R con R Guitarra, incluyó entre los invitados a dos ex integrantes de su banda: el bajista Aníbal Forcada y el baterista Marcelo García. Artistas que había conocido cuando con Idahue -grupo con quien recorrió durante 16 años el país-, coincidieron en un festival. “En el camarín siempre se comparte la charla, la guitarreada, el vino, y yo quedé maravillado, sobre todo, por la musicalidad de ellos. El disco tenía temas muy folk rock y hablando con mi productor, le dije: `Mirá, me tiro el lance y los llamo, total yo tengo el teléfono, les pego el tubazo y les pregunto…´. Los llamé y me dijeron: `Sí, Pipo, sería un honor, estaría buenísimo´”, recordó y continuó: “A partir de ahí, fui eligiendo y diciendo: `Bueno, para esta canción va este, para ésta, va tal otro´. Y tuve la suerte de que todos me dijeron que sí. Nadie me cobró un peso para venir a grabar. Eso fue alucinante”.

El disco, producido por Mariano Barnes, fue lanzado el 22 de febrero de 2020 y contó con 27 artistas invitados, entre ellos, Daniel “Dani” Suárez, cantante de Bersuit Vergarabat, Alejandro "El Pollo" Gómez Ferrero, trompetista de Las Pelotas, Daniel Natero, percusionista de Los Carabajal y la violinista Cecilia Tedeschi. La presentación y la gira que duraría tres meses, tuvieron que ser canceladas. “Había contratado el trabajo de una productora y con la pandemia se cayó. De hecho, ésta cerró. Así que el disco está, es un disco nuevo, lo toco. Algunos temas los hago con El Congurbano, también. Pese a esto, estoy re contento, sé que en algún momento va a arrancar y una vez que arranca, arranca”, dijo y agregó: “Ahora, ya estoy preparando uno nuevo”.

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Durante este tiempo, escribió y creó nuevas canciones que hoy forman parte de lo que será su próximo álbum. “Fue mucho tiempo de soledad, de perder seres queridos, de no saber qué pasaba, hasta dónde iba a llegar. Fue todo muy movilizador y salieron muchos temas. Ahora lo que hay que hacer es una depuración de todo eso. Yo para hacer un disco de 10 o 12 canciones necesito tener, por lo menos, 30, 40 para elegir. En este momento, estamos en unas 18 o 20. Seguramente lo voy a hacer con Mariano Barnes porque me gusta como labura, nos llevamos bien en lo que es la producción artística”, adelantó Nazaro que, además, se encuentra terminando la música para un documental junto al productor sobre el caso Alejo Ipuche, el joven de 22 años que fue asesinado, para robarle su moto, en San Antonio de Padua en enero de 2020.

“Su madre hizo una investigación autogestiva y logró dar con los delincuentes. Cuenta eso y lo que fue el juicio también. Fue un desafío hacer la música de un documental que muestra cómo funciona la Justicia Argentina con respecto a ciertas cosas como la inseguridad. Nunca me hubiese imaginado hacer algo así, fui convocado y, de casualidad, lo habían contactado a Mariano por otro lado”, detalló.

Nazaro se define como un Comunicador social musical porque sus letras parten de lo que ve socialmente. Además, sus estudios de Musicoterapia en la Universidad de Buenos Aires, donde se formó, hicieron que "aprendiera a ver la música desde otro lugar". "Yo no me considero un guitarrista sino un guitarrero y no un cantante sino un cantor. Porque ambos tienen un entrenamiento que yo no desarrollo. Los compositores somos medio cantores y guitarreros.  Me gusta componer acerca de lo que veo, de lo que me sucede en un nivel social. Trato de no hablar de temas tan personales y si lo hago son sobre cosas que nos suceden a todos. No soy crítico de quienes hacen canciones de amor al chico, chica o chique. A mí no me sale. Principalmente, tengo que sentir que lo que estoy haciendo dice, refleja o genera algo en las personas que lo escuchan".

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En este último tiempo, se ha abocado a cantar en su otro proyecto musical, El Congurbano. La agrupación, surgida a fines de 2018, está integrada por Andrés Arnu en Dirección Musical y bajo, Leonardo Débole en percusión, Damián Elola en batería, Benjamín Amaru en guitarras, Andrés Sardone en guitarras, Claudio Toscanini en acordeón, teclados, guitarras y voces, Dani Suárez en voz (“Está cuando puede, si no está de gira, pero es parte de la banda. Es su permitido”) y Pipo Nazaro como voz principal.

“El nombre fue puesto porque se habla mucho de las cosas que le pasan a la gente del conurbano pero con ritmos muy latinos, por eso la parte de la palabra “Congu”, de conga. Dentro de todo lo que uno puede llegar a ver en el conurbano, que a veces son cosas muy feas y se cantan también, los ritmos, las armonías y las melodías son alegres. La banda invita siempre a participar del show, a bailar y a cantar”, comentó.

El primer álbum homónimo, El Congurbano, fue editado en 2020 y a principios de este año, publicaron el simple Sur del Sur. “Notamos en los últimos shows que se sabían todos los temas, entonces dijimos: `Salgamos a componer´. Ya estamos saliendo de ese estado y antes de entrar a grabar hay que hacer el testeo con la gente: si gusta la canción, si no gusta. Y nosotros, ver cómo nos sentimos comunicando eso. El método que tengo es ese y con quienes trabajo, más o menos, es el mismo. Es hacer la canción y después, decir, `Probémosla, a ver qué necesitamos cambiar y cómo resulta´. Esto no es para ver cómo resulta en la gente sino que como nosotros hacemos canciones que hablan del conurbano y nos sentimos parte de éste, queremos ver qué es lo que pueden aportar. Ser una banda más social, es un poco utópico pero nos gusta jugar con eso y vamos siempre por un camino que pasa por ahí: por el compartir”, concluyó.

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