Restauran un A-4C con los colores de la Guerra de Malvinas
Por: Leandro Fernández Vivas.Personal del Área Material Rio IV de la Fuerza Aérea Argentina, junto con voluntarios del Grupo Técnico de Restauraciones Aeronáuticas (GTRA), miembros de la Asociación Plastimodelista del Oeste y el staff del MNA, trabajaron durante un mes para devolverle su mejor imagen al veterano avión.
El Museo Nacional de Aeronáutica tiene el objetivo de preservar y difundir la historia de la aviación en la Argentina. Administrado por la Fuerza Aérea Argentina, en su interior alberga máquinas únicas de distintas fuerzas de defensa y seguridad de país. Protege en sus hangares a los IA-27 Pulqui y IA-33 Pulqui II, primeros aviones de combate a reacción fabricados en Latinoamérica y entre los diez primeros del mundo; un Latécoère 25 que fuera volado por Antoine de Saint-Exupéry, el autor de El Principito; un pesado Avro Lincoln, bombardero pesado cuatrimotor de finales de la Segunda Guerra Mundial, entre otros. Destaca la colección de aviones veteranos de la Guerra de Malvinas: Mirage, Dagger, Skyhawk y Pucará.
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En los últimos meses, con la llegada del nuevo director del Museo, Comodoro (R) Carlos Maroni, el MNA encaró un ambicioso programa de mejoras en sus instalaciones y restauraciones de sus aviones que comenzó con el Mirage V Dagger que se presentó en julio (Ver: Restauraron en Morón al primer avión que atacó a la flota inglesa en Malvinas). Ahora es el turno del Skyhawk.
El A-4C Skyhawk es un cazabombardero de fabricación norteamericana que llegó a la Fuerza Aérea Argentina en 1975 y operó desde la IV Brigada Aérea de Mendoza. Participó en la Guerra de Malvinas y luego se sumó a la V Brigada Aérea de San Luis que operaba los A-4B, similar al C, desde 1966. En marzo de 1999 estos aviones fueron desprogramados y desde entonces forman parte de la colección del Museo Nacional de Aeronáutica. Incluso fueron parte de la primera muestra del museo en Morón cuando se realizó el festival aéreo ASSA 99 en abril de ese año (Ver: La sorprendente historia del mayor festival aéreo internacional realizado en la Base de Morón).
Castelar Digital pudo visitar las instalaciones del museo destinadas a la restauración de aeronaves. Allí, el personal del Área Material Río IV se encargó del trabajo más grueso de pintura que demandó remover los esmaltes por completo hasta llegar al metal para volver a pintarlo. Ahora es el turno del personal del GTRA y la APO para finalizar los detalles que lo dejen como nuevo: “Decaparon todo el avión, lo llevaron directamente al aluminio, utilizando diluyentes y solventes. Es espectacular lo que hizo el personal de Río Cuarto”, contó a este medio Marcelo Baldelli, miembro del GTRA. “Se lo pintó tal como voló en Malvinas al 8 de mayo. Se le va agregar armamento, quizás no sólo el que utilizó en la guerra, se busca que quede lo más fiel posible a ese momento histórico”, completó.
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Durante la Guerra de Malvinas, muchos aviones fueron pintados con grandes franjas amarillas para que sean identificados por las baterías antiaéreas propias y así evitar el fuego amigo. Con el correr de las semanas y los combates, en algunos aviones se taparon esas franjas con colores verdes que terminaron viéndose turquesa. En este caso, el A-4C portará el color amarillo del inicio de la contienda. Además, se le instalarán bombas y misiles, aunque no los haya utilizado estos últimos en la guerra. Además, todos los Skyhawk sobrevivientes al conflicto fueron modificados para portar cañones de 30 mm, más grandes y potentes que los que traía originalmente de 20 mm. En este avión se realizarán los trabajos necesarios para remover las modificaciones y volverlo al estado en que fue al combate.
“De la fidelidad histórica se encargó APO. Son maquetistas, son expertos en los detalles de lo que quieras, que sea bélico y no bélico también. Se basaron en fotografías, en los emblemas que se usaban en ese momento. Y se dedicaron a copiar lo más preciso posible el diseño del avión. Ahora quedaría todo lo que es el diseño de terminación, llevarlo al detalle. Hay tornillos que tienen que estar pintados de determinada manera, indica que no se aflojó, marcas, insignias, todo eso lo sabe APO”, explicó el vecino.
Tras el A-4C se restaurará el A-4B C-207, otro veterano de Malvinas. Paralelamente se está recuperando un helicóptero Sikorsky S-55 y se espera la llegada de un OV-1D Mohawk que perteneció a la aviación de Ejército, entre otros proyectos (Ver: El Museo Nacional de Aeronáutica proyecta restaurar diez aviones).
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“Estos aviones son historia argentina, de tipos que fueron capaces de dar su vida, como muchos lo hicieron, sabiendo que iban a combatir a un enemigo que era completamente superior. Era su obligación, fueron y la cumplieron. Es un homenaje a ellos, porque no se debe olvidar”, finalizó Baldelli.
El A-4C será reubicado junto a los aviones en exposición mientras se terminan los trabajos de restauración y detalles. Se lo podrá apreciar junto a otros veteranos como el gigante helicóptero CH-47 Chinook, el Learjet 25D que representa al escuadrón Fenix, BAC Canberra y muchos otros.
Leandro Fernández Vivas
Periodista
Técnico Universitario en Periodismo.
Director Periodístico en Castelar Digital.
Socio Fundador de Ocho Ojos.