La obra de Rubén Díaz ya tiene garantizado un espacio en la historia de Ituzaingó y en la de toda la Zona Oeste. Arquitecto, fantasiólogo, viajero y vecino, es el autor de la Torre Eiffel, el Obelisco de Ituzaingó, el Arco del Triunfo de Carlitos Balá, el Partenon de la calle Colonia, entre otras. Entre sus últimas obras destaca una sin igual, sin paralelo en el mundo: el primer Monumento al Celular.

Ubicado en la intersección de Florida y Muñiz, el celular saluda a todos los autos, bicicletas y peatones que transitan por la avenida de Ituzaingó Norte. A su lado se encuentra otra obra de Díaz la Casa Mínima, una réplica de la famosa casita de San Telmo, en Buenos Aires.

El Monumento del Celular consta de una instalación de concreto, hierro, cemento y azulejos, de más de cinco metros de altura con botones y una pantalla. Representa un teléfono móvil y a futuro contará con una pantalla interactiva con información útil para todos los vecinos. El mensaje en la obra es destacar a un elemento cotidiano pero de muy corta existencia y que cambió la forma en que vive el ser humano: “el celular es representativo del siglo que estamos viviendo, marca una época, el tamaño del celular marca la importancia que tiene la gente”, destacó Rubén Díaz ante las consultas de Castelar Digital, y continuó: “Ya que hacíamos un monumento, tenía que ser el más grande del mundo. Investigué y el celular más grande mide 4 metros y medio, entonces este monumento mide más de 5 metros”.

#NotaRelacionada: Ituzaingó tiene su propio Partenón de la mano de Rubén Díaz

Rubén Díaz hace referencia al Samsung SCH-r450 que ingresó al libro Guinness de los Récords por ser el teléfono funcional más grande del mundo. En este caso, el de Ituzaingó es un monumento, pero también contará con cierta funcionalidad: “Va a tener una pantalla con publicidad y donde se indiquen donde están todas las obras, distancias, minutos para llegar en auto, caminando o en bici”. La pantalla tiene un valor de 5000 dólares por lo que quedó en espera mientras Díaz destinas sus fondos y su energía para continuar con otras obras, pero asegura que pronto completará su celular.

“El monumento a teléfono es una obra pequeña pero con mucha fuerza ideológica. Es una de las obras que hago en los intervalos, las mezclo con las obras más grandes. Que igualmente, por costos e impacto, son más redituables en público. Como las Pirámides en el boulevard Fleming, como el Partenón, la torre de Pizza o El Principito” remarcó.

El Obelisco a la plaza
Rubén Díaz tiene otro proyecto a futuro aunque no conlleva la construcción de una nueva obra sino la reubicación de otra icónica. El artista ingresó una propuesta al Honorable Concejo Deliberante de Ituzaingó para mudar el obelisco de la calle Oribe hacia la Plaza 20 de Febrero y que se transforme en el punto de encuentro para festejos futbolísticos, de cara al Mundial de Fútbol 2022. “Va a ser un hecho histórico en el país. Queremos instalar el obelisco donde ahora está el cañón en la esquina de la plaza. Ituzaingó va a ser el primer partido que quiere salir del militarismo, que no quiere ir más a festejar a la 9 de Julio, con lugares que no conoce, con gente que no conoce, en un lugar que no tiene pertenencia. Toda la zona oeste puede festejar en Ituzaingó. Las fotos que se muestren al mundo en cada festejo pueden ser en Ituzaingó”, cerró el vecino.

#NotaRelacionada: Gran inauguración: Ituzaingó tiene su propio Coliseo Romano

Inmóvil pero a la vista de todos, el Monumento al Celular espera conseguir su pantalla. Actualmente se lo puede apreciar en Muñiz al 400 y en su frente se lee la frase que identifica a toda la obra de Rubén Díaz: Y por qué no?