Buda renovó sus obras en La Cucha
Por: Leandro Fernández Vivas.El icónico bar de Castelar oficia de galería de arte para Buda desde el 2007, un vínculo de amistad pintado de colores. Varias series de sus obras encontraron su público en el bar y ahora es el turno de Guerreros de la Música. “Hoy cambié todos los cuadros. Continuamente iba sacando o poniendo cuadros; por temporadas, por estación, por aniversario. Alguna vez traje la serie de aves libres acá a La Cucha, pero esta es la primera vez que bajo absolutamente todo lo que estaba y arranco con una serie nueva de pinturas”, destacó Buda.
Hernán Marino es artista plástico y cuenta con una larga trayectoria de cuadros, murales, skates e intervenciones artísticas en toda la Zona Oeste. Su estilo particular hace que sus trabajos sean reconocibles sin necesidad de llegar a su firma. Su impronta de colores es impactante y novedosa. Sus amigos y seguidores lo conocen como Budapest, o directamente como Buda. Cuenta con su Espacio de Artista en Castelar Digital desde donde se lo puede contactar, conocer su trayectoria y ver su obra.
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“Guerreros de la Música es un homenaje a los amigos y amigas músicos, a los que se dedican al arte en general. Está pensado para los que están siempre en el sendero del arte”, señaló el artista, y completó “me parecía importante hacer un homenaje a esos amigos que me han acompañado en todo este trayecto de la pintura, que no son pintores, escultores o grabadores, sino que los que siempre me acompañaron con el arte fueron músicos. No quiero que ninguno deje la trinchera o el camino elegido. Siempre sueño con que cada vez seamos más”.
En esta serie se aprecia, en cada cuadro, el protagonismo de la figura humana pero con un detalle en particular que completa el mensaje de la obra: cada uno porta un instrumento. “Busqué que sean instrumentos muy antiguos, ancestrales: como el diyeridú, de Oceanía; el birimbao, que es afroamericano; la trutruca, el erque; flautas de oriente; el laúd, que es un instrumento que llega a Europa desde el norte de África y nos termina dando la guitarra y los instrumentos de cuerdas”.
En cada obra está la figura de la soledad, en la mayoría de los cuadros se ve a la figura humana en solitario: “La soledad tiene que ver con cosas que me pasan a mi. Después de la pandemia, en esta post pandemia, hemos quedado más aislados. Antes nos juntábamos todos en cualquier esquina, en cualquier bar y ahora hay que quedar. Antes los amigos pasaban y te tocaban timbre, ahora te mandan un mensaje de texto para ver si pueden pasar por tu casa a saludarte. Esos, en los cuadros, que están transitando esas soledades están ejecutando el sonido para que llegue a algún lado, siempre del otro lado de la montaña está llegando la música; o acá nosotros como espectadores estamos interpelados por ese que parece estar solo pero en realdad estamos con ese que parece estar solo”, describió.
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El lugar elegido no fue al azar. La Cucha es un bar icónico de Castelar. Ubicado en Carlos Casares 992, desde hace más de 20 años es el punto de encuentro de miles de vecinos del oeste. Además, todas las semanas hay bandas y músicos en vivo presentando su arte.
“La Cucha es un lugar donde siempre me dejan hacer lo que yo quiero. Me invitaron en el año 2007 a exponer una serie que era de serpientes de América. La traje en la primavera del 2007 y siempre me siguieron abriendo las puertas. Con esta nueva serie le di la primicia a los amigos de La Cucha: a Guido, a Nico y a Pedro. Quiero que la gente que viene al bar vea lo nuevo que hay en las paredes”, explicó el vecino.
Así como toda galería de arte, La Cucha cuenta con el listado de obras de Buda, los nombres de cada cuadro y su precio para todo aquel que quiera llevar el arte del vecino a su casa.
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“Se llama Guerreros de la música porque hay que guerrear, hay que poder llegar con la música a lugares donde hay oídos que pareciera que no quieren escuchar, o públicos que pareciera que estuvieran encerrados o mirando quién sabe qué cosa o qué pantalla. La música tiene que estar en la esquina, en la calle, o en los valles, como representé. La música arranca como medio de comunicación: el erque era para comunicarse de valle en valle. Las músicas las iba transportando el viento, hoy nos pasamos una musiquita por mensaje de texto”, finalizó Buda.
Leandro Fernández Vivas
Periodista
Técnico Universitario en Periodismo.
Director Periodístico en Castelar Digital.
Socio Fundador de Ocho Ojos.