La cita fue en el local Power Line, local con  productos para “grafiteros” que Dame junto a su amigo Cabe abrieron recientemente en Ituzaingó. Ambos artistas del graffiti se conocieron avanzada su adolescencia en las pistas de skate, otra pasión que comparten desde hace mucho. Si bien hoy Dame ya no practica este deporte, la amistad se fue consolidando con los años y hoy trabajan juntos tanto en la atención del local como en la creación de sus obras.

“Yo arranqué con el graffiti hace 13 años, a los 17 mas o menos, pero ya desde los 8 años venía dibujando. Toda la vida dibujé y entre los 17 y 18 años comencé a ver los graffitis, con letras así medias raras, y me llamó la atención. Me enamoré del graffiti. Ya entre los 19 y 20 años comencé a tirar las primeras líneas en paredes, en la zona de mi casa, por Merlo, en baldíos, al costado de la vía. En realidad siempre me movía, no estaba en un lugar fijo.” nos cuenta Damián, conocido artísticamente como Dame.

Cabe, oriundo de Ituzaingó, nos cuenta que hoy con Internet, youtube y demás es mucho más fácil arrancar. Ves trabajos de artista de todo el mundo y ves en muchos casos como fueron realizando el trabajo. “Cuando nosotros comenzamos era probar, una y otra vez hasta lograr el efecto o trazo deseado. No había Internet y no sabíamos cóo se hacían los graffitis. Veía algo hecho y me llamaba la atención, y me decía - uhhh otro mas que se animó québueno –. Podías ver revistas en Tower Records donde había muy buenas fotos y cheaqueabas lo que hacían, y nos poníamos a dibujar e intercambiábamos ideas.”.

“Yo arranqué en el año 98, yo andaba en skate desde los quince, y al ver videos de skate que venían de Estados Unidos y ver graffitis ahí, o ver trabajos al costado de las vías o donde practicaba el deporte, verlos ahí era como que te atraían o te llamaban la atención y a intentar hacer lo que nunca viste hacer. Y a mí me atraía eso, como el skate, era lo raro lo que me llamaba la atención. Y así nos conocimos. Él empezó a andar en skate nos conocimos también a los 17 años, empezamos a pintar el después se fue por su rumbo y yo por el mío, y mas tarde nos reencontramos y hablamos sobre graffitis. En esa época como te decía no había nada, en la zona éramos 5 o 6 los que sabíamos algo de esto, y así comenzamos.” cuenta Cabe, cuyo nombre real es Hernán.

En el transcurso de la charla ambos artistas cuentan a Castelar Digital que existen 3 tipos o clases de artistas del graffiti, los Vandals, los Tags ( rayan superficies ) y los hacedores de murales. Hoy ambos prefieren los murales, principalmente porque al encontrarse llegando a los 30 años de edad consideran ya no están para la adrenalina y los riesgos de pintar trenes, o lugares no permitidos como los Vandals, y no se sienten atraídos a realizar tags por no poder plasmar de esa manera su talento artístico. Además, los murales requieren mucho tiempo de trabajo, entre 3 y 4 días y buscan poder trabajar tranquilos y sin presión para poder plasmar lo mejor de su arte en cada obra.
“Nosotros tenemos un pensamiento muy particular, que no muchos en este medio lo tienen. No es firmar paredes porque nos divierte y ya está, en nuestro caso tratamos de superarnos en el graffiti día a día porque me hace sentir bien y me hace crecer como persona. Yo lo vivo de esta manera.” afirma Cabe.

Cuando les preguntamos cómo es el proceso de pintar un mural Dame nos cuenta que primero piensan la idea y hacen algunos bocetos, pero siendo tan perfeccionista como es, al momento de pintar la pared improvisa muchísimo y trata de superar su propio boceto en papel. Muchas veces no queda conforme con alguna parte de su obra, entonces la tapa y vuelve a realizarla. La vedette siempre es la obra y para Dame debe quedar siempre lo mejor posible. Es un hobbie extremadamente caro nos cuenta, un mural promedio como los que suele realizar suele requerir unos $3000 a $4000 solamente en aerosoles, pero así y todo si hay que repintar lo hace, porque el trabajo tiene que ser perfecto.

“Boceto siempre hay, pero algo que llama mucho al atención de Damián es que él te puede ir improvisando en el momento un mural, algo que la gente no entiende. Es lo mas divertido de ver, él va metiendo una cosa, y después otra, va metiendo personajes y si algo no le gusta Damián lo tapa. No le importa la pintura, hay gente que no tiene ese pensamiento y están regateando en hacer lo que menos latas les va a gastar para que le alcance para muchas cosas. Capaz que uno, en nuestro caso, decide gastar mas cantidad, pero darle mas calidad a lo que esta haciendo.” agrega Hernán.

“Para el graffiti de la estación me llamaron a mí, porque ya me conocen de otros murales, me tiraron la propuesta, la acepté y arrancamos. Si bien es un trabajo pago, me dan la libertad de elegir qué hacer, siempre que no atente contra la imagen pública, y eso esta bueno. Yo siempre me las ingenio igualmente para tratar de meter algún mensaje medio subliminal porque sino sería muy aburrido.”

Otra característica de muchos de sus trabajos es que además de su firma generalmente hay algún personaje que es un poco como una personificación de sí mismo.
En trabajo de la Calle Buenos Aires, ya llegando a Av. Zeballos, el cual realizaron en conjunto, es otro de los impresionantes murales que pintaron en Castelar. En este caso Dame vio la pared y a pesar de la desconfianza inicial del dueño tuvieron su aprobación para pintar. Tiempo mas tarde el mismo dueño los contrataría para agregarle nuevas cosas al mural original. Otro de los trabajos destacados en el barrio es el que se encuentra en el paredón de la escuela de Cañada de Juan Ruiz y las vías. Justo en el límite con Morón, ahí mismo casi debajo del puente.

En medio de la entrevista llega Sique, personaje de Castelar y otro apasionado por los graffitis, que se dedica a dar clases de skate en plaza Cumelén, también conocida como la plaza del vagón. Nos cuenta que allí arma todos los martes y jueves una pista con todos los elementos imprescindibles para enseñar el deporte que uniera a Dame y Cabe años atrás. Sique vive hoy en la que fuera la casa de Dante Pena, colaborador de Castelar Digital de muchos años y quién hoy desde Madrid nos comparte emocionantes anécdotas de su infancia en nuestro barrio. Si, nos referimos a esa casa en plena plaza Cumelén, sobre el pasaje de Los Incas con la cual nos emocionáramos en la primer anécdota que Dante nos enviara allá en 2004. Casualidades de la vida, Sique nos cuenta que conoció la historia de su casa a través de nuestro medio.

Dame dejó grabado su arte en muchísimos lugares, tal es así que no tiene idea de cuantos graffitis lleva realizados, muchas veces él mismo se sorprende al pasar por alguna calle y encontrarse con algún trabajo que ya no recordaba. Incluso ha hecho trabajos en la costa atlántica, estuvo trabajando en uno por Monte Grande para un local de tatuajes previamente a reunirse con Castelar Digital, y en estos días estará trabajando en uno muy importante en Merlo y mejorando el de la estación de Castelar.
Nos cuenta que el mural que más trabajo le llevó es el que está en el Centro Cultural Recoleta ya que las dimensiones del mismo eran enormes, de 50mts alto por 30mts ancho. Recuerda que fue un trabajo muy complicado porque necesitaron andamios y arneses, pero llegó a terminarlo en los 4 días que estaba programado.
Sus trabajos despertaron el interés de la gente y llaman mucho la atención y hoy por hoy vive de su arte ya sea pintando a pedido como ahora también con la venta de productos en el recientemente inaugurado Power Line Graffiti Shop de Av. Rivadavia 21.616, Ituzaingó.  Finalmente está en tratativas la posibilidad de abrir un taller de graffiti en Villa Mecenas así que probablemente podrán encontrarlo dando clases y compartiendo los secretos de su arte en dicho lugar.

Para concluir esta nota invitamos a los lectores a descubrir los distintos trabajos de Dame en nuestro barrio y alrededores, y compartir fotos de los diferentes murales encontrados en nuestra galería de fotos del barrio. 

Entrevista y redacción: Gabriel Colonna