El sol cae como una manta cálida sobre las veredas de Arias. El tránsito, incansable, va y viene conectando el centro de Castelar con la avenida Santa Rosa e Ituzaingó. A metros de un conocido supermercado y la calle Lincoln, una heladería tienta con sus postres dulces a todo aquel que pase caminando por su vereda. Chocolates, dulces de leche, frutas, cremas y hasta tortas atraen miradas y suspiros.

Porto Dolce nació en Arias 3239 en octubre del 2019 como un emprendimiento familiar liderado por Romina Di Francesco. Junto con su esposo Felipe y su pequeña hija Milagros, atendieron el negocio para brindar su helado a los vecinos de Castelar Norte. Nunca imaginaron que apenas unos meses después una pandemia obligaría a cerrar las persianas y dejaría desierta la calle más transitada de la ciudad. La salvación fue la entrega puerta a puerta, el negocio siguió funcionando y creciendo. Hoy es el elegido por miles de vecinos.

Con más de 45 gustos, ningún pedido es igual al anterior, pero algunos sabores lideran el ranking: “Nuestro sabor es el chocolate italiano, es exquisito”, explicó a Castelar Digital Romina y continuó, “sale mucho el sambayón, también el helado de café, que no se consigue en otras heladerías. Tenemos sabores por temporadas, por ejemplo no siempre tenemos Baileys. Recomendamos el chocolate italiano, es una base de chocolate semi amargo con  Tía María”.

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Entre la oferta dulce de Porto Dolce destacan las tortas heladas. A la clásica torta de chocolate decorada con galletitas óreo le compite la infantil con malvaviscos y confites, pero una entre todas sorprende y destaca. “La torta que nos cansamos de vender es la torta de menta. Es una base de chocolate amargo con menta granizada decorada con crema, chocolates y mentitas”.

Los Di Francesco son una familia íntimamente ligada al helado en la zona oeste. Eduardo Di Francesco ingresó a trabajar con apenas 12 años en una heladería céntrica de Morón hace más de 50 años. Aprendió el oficio y a los 19 ya tenía su propio local. Fabricar su propio helado fue la evolución lógica. Romina, su hija, nació después que su fábrica. “Toda la vida estuvimos vinculados con el helado. Yo nací, literalmente, arriba de la fábrica de helado, porque teníamos la casa arriba de la fábrica. A mi marido, a Felipe, lo conocí cuando trabajaba en la fábrica de mi papá. Y mi hija desde los 9 años está en la heladería. Le compramos el helado a la fábrica de mi papá y nosotros decoramos las tortas”, explicó la vecina.

Con dos años y medio de historia, los Di Francesco de Porto Dolce se ganaron su lugar en Castelar: “A Felipe lo conoce todo el barrio. Nuestros clientes vienen a comprar y a charlar con Feli. Mi nena atiende el teléfono cuando yo estoy atendiendo el mostrador y después me felicitan por cómo habla. Empezamos siendo nosotros y ya tenemos cuatro chicos en el mostrador, tenemos deliverys, seguimos creciendo”.

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El día clave es los jueves. La heladería lleva adelante una política comercial pensada para permitirle a los vecinos probar los sabores que ofrecen, los jueves de promo ofrece descuentos sobre el kilo de helado o la posibilidad de llevar dos kilos por $800. Además, todos los días lanzan promos express con descuentos en el cuarto de kilo, o medio kilo o con un cuarto de regalo con la compra de un kilo, entre otras: “son promos del momento, que duran dos o tres horas. Las difundimos en redes sociales o en nuestros estados de whatsapp. Cuando un cliente nos hace un pedido por teléfono, lo agendamos y nos comunicamos por whatsapp. Tienen que estar atentos porque por ahí se van a enterar de las promos express”.

El sol se esconde hacia el oeste casi en línea con Arias. La tarde invita a acompañar el final del día con los sabores de Porto Dolce. El teléfono comienza a sonar y las motos del delivery no descansan. “Atendemos un radio de 6 kilómetros: Ituzaingó, Villa Tesei, Castelar Sur. Pero los clientes que vienen al local son siempre los mismos. Es lo que me gusta de Castelar, si bien la calle es muy transitada también es barrio, siempre son las mismas caras, no es un lugar de paso, son siempre los mismos vecinos”, finalizó Romina Di Francesco.

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