Alicia Angiono y Nelly Arata son Presidenta y Vicepresidenta, respectivamente, de Ma.Fa.Vi (Madres y Familiares de Víctimas), la ONG que día tras día ayuda a hacerle frente a la inseguridad desde la experiencia. La ONG Ma.Fa.Vi nació, legalmente, en 2006 cuando le otorgaron la personería jurídica. Pero el trabajo empezó mucho antes aunque de manera trágica. Nelly comenzó su labor cuando asaltaron a sus dos hijos y asesinaron a uno para poder llevarse su auto en 2002;  Alicia cuando mataron a su hermano Eduardo frente a la hija y el nietito en abril de 2003.

Después de transitar fiscalías, juzgados, comisarías y de interminables marchas, reconocieron que si se juntaban podían hacer mas fuerza y también ayudar a otros que pasaran por su misma situación. “Cuando vimos a nuestros seres más queridos asesinados, nos propusimos llegar a la verdad, el esclarecimiento, el juicio. Tras esa meta comenzamos a golpear miles de puertas… fue un trabajo muy grande porque uno esta haciendo un duelo, pero tenés que pelearla. Nos dimos cuenta de que no estábamos solas, había otras personas víctimas de violencia; otras mamas, que también recorrían estos lugares. Nos dimos cuenta que necesitábamos ayudarnos” comenzó Arata.

La ONG es un faro en el oeste que ilumina los casos de inseguridad para que no se pierdan en la oscuridad de las fiscalías. A través de cadenas de mail y acompañando a las victimas logran muchas veces lo que la investigación por si sola no consigue, además son fuente fiable de distintos medios de prensa nacionales y locales. Su labor es incalculable, desde el punto procesal de las causas y desde el sostén psicológico que brindan a las familias desde su propia experiencia: “las víctimas no siempre saben cómo tratar con un abogado y con un juez y se sentían incómodas o no eran bien atendidas. También hemos visto cómo te cierran la puerta en la cara. Nos dimos cuenta que teníamos que reunirnos. Teníamos gente, pasa en las barriadas, que el asesino de su familiar vivía a pocas cuadras, y no sabían ni cómo volver a salir de sus casas” explicó Nelly. Para darle la voz a Alicia, “a partir del día en que mi hermano Eduardo fue asesinado, son muy pocas las noches en que no viene a mi mente un pantallazo de mi hermano tirado en un charco de barro, con un disparo en su pie, Pagnotta (el asesino) retrocediendo con el automóvil que le robó, disparándole en el estómago, Facundo, su nietito de 7 años, y Verónica su hija, corriendo a abrazarlo y él desangrándose lentamente para luego morir. Mi vida cambió radicalmente”. El asesino de Eduardo había estado detenido cuando menor por otros delitos, pero por su corta edad siempre era devuelto a su familia. A pocos días de cumplir los dieciocho años le disparó mortalmente al hermano de Alicia en plena calle en Ituzaingó.

“Lo nuestro a veces es quijotesco, luchamos contra molinos de viento, nos preguntamos ¿para qué?, pero ahora levantar un teléfono y hablar con la privada del ministro de seguridad y que armen un expediente inmediatamente… eso es un logro. Aunque quisiéramos mucho más, que no exista la necesidad de llamar. Que el foro de seguridad vecinal o la ONG no exista para esto tan terrible, que no deberíamos estar sufriendo. Ella que perdió un hijo y yo un hermano, queremos hacer un duelo y vivir una vida normal, la nuestra no es normal ni va a volver a ser una vida normal” reconoció Angiono sobre el trabajo que realizan en la ONG que busca ser un punto de apoyo para los familiares de las víctimas ante el vacío planteado por el Estado. “La sensación de desamparo que uno siente en esas circunstancias, uno dice ¿por qué no hay una institución que me ayude? Yo hice 15 marchas para que apresen a los asesinos de mi hijo. Pero es como dice Alicia, uno debería estar haciendo un duelo, en su casa protegida, con instituciones que te acompañen… por eso decimos que aunque la queremos a nuestra ONG porque es el producto de nuestro dolor, ojalá no debiera existir ninguna” resumió Nelly.

Después de años de trabajo, y ayuda a víctimas de violencia de la zona, Alicia y Nelly tienen una lista de casos en los que si Ma.Fa.Vi. no hubiese intervenido la investigación nunca hubiera avanzado, amenazando con que la causa prescriba dejando impune un crimen: “recuerdo el caso de una mujer cuyo esposo había desaparecido, estuvieron cuatro años, cuando aparecimos nosotros se movió todo en dos meses, ¿Qué hicieron antes? Nada. Absolutamente nada. Eso lo que hay que cambiar. Hay un montón de falencias, desde el presupuesto hasta la decisión política” apuntó Angiono.

¿Cuáles son las principales falencias sobre seguridad en la zona?
Nelly piensa en la pregunta de Castelar Digital y dispara con la convicción de quien lleva años señalando las falencias: “hay tantas cosas para corregir, el tema de la minoridad es muy complejo, necesita una voluntad política de actuar de otra forma. La baja en la imputabilidad es intrincado, hay oponentes y gente de acuerdo. Pero si no se los juzga a los menores, tampoco podemos saber quienes los están utilizando. Un chico de 13 años no tiene un arma en la mano porque sí. Si pudieran ser inmediatamente sustraídos del lugar donde se formaron tan mal y puestos en otro lugar, que no existen, para que se formen, sería distinto”.
 
“No hay lugares modelos para que el chico salga restituido y tenga un futuro” explicó Alicia. “Los ponen en el mismo lugar que cuando tienen 16 años. Por más que bajen la imputabilidad, los van a mandar al mismo lugar. Salen peor”.

Las cifras son abrumadoras: “Tenemos en el país 290 menores de edad formalmente acusados de asesinato, casi probados. El menor preso no es rehabilitado, entonces se transforma en un asesino avezado. El problema está en empezar en el foco central, no se cómo se tendría que hacer, pero se me ocurre que en cada barrio tendría que haber organismos que vean dónde esta el peligro; si la gente sabe. Nosotros tenemos madres que nos dicen, ‘en el barrio sabíamos que ese chico andaba armado’ y después termina matando a alguien o venden droga” dijo Arata.

“Nuestros fundamentos son luchar contra la corrupción, la inseguridad y la inoperancia. Lo que nosotros vemos son carencias: Los policías andan menos armados y las armas más sofisticadas las llevan los delincuentes. Las motos que les dieron no tienen la cilindrada para correr a un delincuente en moto. Son scooters. Otro problema son las liberaciones. Nos desvela. Tenemos varios casos de asesinos que fueron juzgados, y no cumplen la cantidad de años por esas cuentas aritméticas. Un caso: le dieron 17 años, se  lo redujeron a 3, y después arresto domiciliario, dio domicilios falsos no saben dónde está. A otro le dieron diez años, estuvo uno y medio y salió, y ahora le anda diciendo piropos a la hija del hombre asesinado”.

La labor de Mafavi no se limita al área policía o judicial, sino que también son la contención de las familias atravesadas por la inseguridad. El apoyo desde la experiencia y por parte de profesionales es uno de los pilares fundamentales de la ONG: “la gente no se imagina lo que pasa en una familia cuando te matan a un ser querido. Es algo tan destructivo en el núcleo familiar, si hay carencias económicas, la cosa se desbarata más todavía, hay padres que se suicidan. Otros que han abandonado el hogar. A veces hasta tenemos que darle ayuda en forma de alimentos. Normalmente trabajamos sin dinero de por medio. No manejamos dinero, pero tenemos mucha gente que nos da juguetes, libros, ropa, muebles usados, electrodomésticos, todo viene acá y va a ayudar a alguien, a estas familias. Al comedero los Gurises de Ituzaingó, a veces el asilo de ancianos Manuel Rodríguez. Primero lo ubicamos en las necesidades de nuestros familiares de victimas mas necesitados, después derivamos las cosas a otros lugares” explicó Alicia.

Según las titulares de Ma.fa.vi, en la zona de Castelar e Ituzaingó hay un grupo de delitos comunes: secuestros virtuales; cuentos del tío; salideras bancarias con auto o moto; escruches, cuando entran a un domicilio no estando en ese momento sus habitantes; el asalto violento, en el que en el caso de los vehículos, y si es a mano armada, es el paso previo al asesinato. Una nueva modalidad es la que utiliza la llegada de un delivery al domicilio como herramienta para el ingreso. El repartidor no sabe que lo están siguiendo, o los delincuentes lo encuentran realizando la entrega. En el momento que el dueño de casa abre la puerta para recibir lo que pidió, ingresan violentamente y a veces hasta obligan a ingresar al delivery. La mejor herramienta para evitar los robos es estar atentos. “Ante una situación de riesgo hay que llamar al 911, ser solidario, y no pensar, ‘no me pasa a mí, miro para otro lado’. Estar atentos. Dar una vuelta, andar con cuidado, pero siempre tienen el factor sorpresa. Ellos buscan el descuido” recomendó Nelly

La ONG Ma. Fa.Vi no recibe apoyo económico de ninguna fuente, sólo un subsidio por parte del Concejo Deliberante de Morón de $400 que si bien ayuda, no cubre ni siquiera el costo del teléfono. Está articulada con algunas instituciones gubernamentales, con Asistencia a la Víctima de la Provincia de Buenos Aires, con sede en La Plata, y los Foros de Seguridad Vecinal (Ley 12.154), en coordinación con los municipios; pero todas las tareas se realizan gracias al esfuerzo de sus miembros. No obstante, los vecinos pueden ayudar con materiales imprescindibles para la ONG como son las resmas de papel, las tarjetas de teléfono, cartuchos de tinta y además se puede ayudar con ropa, alimentos y hasta muebles que son entregados a familiares de víctimas que lo necesiten.

Alicia y Nelly viven en Ituzaingó, pero participan activamente en la vida social de Castelar. Paradójicamente, eligieron este rincón del oeste por su tranquilidad. A más de 20 años de esa elección, las reunió la inseguridad y el dolor, sin embargo luchan día a día con su esfuerzo y perseverancia, para que estas ciudades vuelvan a ser lo que fueron cuando vieron crecer a sus hijos jugando en la vereda.

Para comunicarse con Mafavi por información, donaciones o asesoramiento, debe comunicarse al 4624 7507 / 15 54 14 92 46 / 1550362140,  o visitar el sitio www.ongmafavi.com.ar .
Para comunicarse con el Foro de Seguridad Vecinal de Castelar puede ser por correo electrónico a fvms7a@gmail.com o por teléfono al 4624 7507/1563979413/Nextel 150*3418

Entrevista: Gabriel Colonna
Redacción: Leandro Fernandez Vivas