Construcción: cambia la cara de Castelar
“En algunos casos se ha llegado a pagar hasta el 100% más de lo que valía una propiedad , sólo porque en esa tierra se podía levantar un edificio”, contó un operador inmobiliario, quien adelantó que además de las 33 obras en marcha, se acaban de vender otros cuatro terrenos para levantar edificios.
Hasta 2000 no había restricciones sobre la edificación y después de que la Comuna limitara en ese año la construcción en altura a 28 manzanas –en las 12 aledañas a la estación habilitaron hasta 25 metros, equivalente a ocho pisos, y en las 16 restantes autorizaron hasta cinco pisos–, con la reactivación económica comenzó el furor inmobiliario.
A partir de la nueva ordenanza los inversores encontraron una veta única para el negocio , ya que las construcciones que emprendieron estaban vendidas en un 90 % con el primer ladrillo.
Pero además de la gran demanda, muchos de los departamentos que se construyen tienen precios similares a los de algunos barrios de Capital como Caballito (a un promedio de US$ 2.000 el metro cuadrado), e iguales servicios: pileta, parrillas, salón de usos múltiples, gimnasio y jardín. “El fenómeno se debe a que Castelar tiene un mercado cautivo que está dispuesto a pagar altos valores para seguir en el barrio”, explica Santiago González (h), de la inmobiliaria que lleva el mismo apellido.
Desde uno de los edificios de cinco pisos, en la calle San Pedro al 900, Gabriel Colonna (31) de Castelar Digital ejemplifica el fenómeno. “Hace dos años tuve la oportunidad de comprar este departamento y la aproveché porque viví toda la vida en Castelar y no me quería ir”, apunta. “Buscar una casa, aunque fuera en el peor de los estados, tenía un precio similar o más caro que los nuevos edificios”, agrega.
Además de los jóvenes, otros que deciden dejar sus casas grandes y mudarse a un departamento son las personas mayores. “ La gente grande que vivió siempre en Castelar cambia sus casas por departamentos sobre todo por seguridad, ya que en muchos de los edificios hay vigilancia y están rodeados por vecinos –indica María Angeles, operadora de la inmobiliaria Carigliano–. Otro target lo conforman los padres, que prefieren comprarle un departamento a sus hijos cerca de la estación y no en Capital para tenerlos cerca. Y otros sector de interesados es la gente separada”.
Sin embargo, con la explosión inmobiliaria y la llegada al barrio de alrededor de dos mil personas más, también aparecen algunos inconvenientes, como la falta de estacionamiento.
Si el pasaje Campana, por tomar un ejemplo, estaba saturado con seis torres, la séptima en construcción llega para confirmar que hay que buscar lugar para dejar el auto temprano porque después no se encuentra. Y si un automovilista decide recorrer el centro de Castelar en hora pico, puede tardar mucho tiempo en hacer muy pocas cuadras . “En promedio, una cochera en esa zona cuesta unos US$ 15 mil. Arrancan en US$ 12 mil y pueden llegar a valer hasta US$ 18 mil”, explica González.
Cuando es probable que 2011 termine con más de 100 edificios nuevos, todo hace prever que el negocio seguirá en alza, ya que en poco más de dos años el valor de un departamento de dos ambientes en Castelar pasó de US$ 75 mil a US$ 85 mil, en promedio .
Fuente: Clarin.com