Un llamado desde el 911 alertó a los Bomberos Voluntarios de Hurlingham. Las sirenas de las autobombas les abrieron camino en el tránsito y llegaron a la casa guiados por la columna de humo. La manguera como defensa, primero, y como herramienta para aplacar las llamas, hasta que un llanto en la vereda demandó atención.

Un perrito, el cachorro más chico de la familia, había ingresado en la planta alta en medio de la humareda y nunca salió. Claudio no lo dudó e ingresó a la habitación a oscuras para salvar al pequeño animalito. Los Bomberos Voluntarios de Hurlingham rescataron y salvaron a Celestino, un pequeño mestizo que estuvo muerto por algunos segundos.

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La noticia recorrió el país, el video del rescate se compartió en redes sociales y hasta llegó a los noticieros de la TV. Castelar Digital no se quedó al margen y entrevistó a Claudio Dziesko, el Oficial Auxiliar que no dudó en ingresar a la casa en llamas para salvar al perrito.

“Hubo un llamado cerca de las 17 del jueves. Nos subimos a la primera dotación y llegamos a la casa”, comenzó a narrar el bombero sobre el incendio que lo llevó a la esquina de Galeno y Mazzini en William Morris. “Voy con la línea de ataque, el incendio era en el primer piso. Y afuera, los vecinos, la familia, me cuentan que había entrado un perrito y que no había salido”, completó. La reacción del bombero fue inmediata, cedió su manguera al compañero que venía detrás e ingresó en la vivienda en llamas: “no se veía nada por la cantidad de humo que había, voy al tanteo. Encuentro una escalera y subo, al llegar al primer piso, aún sobre la escalera encuentro un bulto. Lo tanteo y era el perrito”, recordó Dziesko.

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Claudio llegó a la vereda con el perrito entre sus brazos. Los videos y fotos tomadas por los vecinos lo muestran en el piso realizándole reanimación cardiopulmonar (RCP) al pequeño de cuatro patas. Mientras sus compañeros se ocupaban de controlar las llamas, con la certeza de que no había ningún otro miembro de la familia en el interior de la casa, él le brindó su propio equipo, sostén de de vida ante los siniestros, al cachorro. “El perro no respiraba, estaba prácticamente muerto. Yo tenía mi equipo autónomo, me saqué la máscara y le empecé a suministrar aire. Al ver que no respiraba le empecé a hacer masajes. Empezó a respirar pero aún en estado de inconsciencia. Le limpié de hollín el hocico, la boquita, y le seguí suministrando aire hasta que se pudo despertar”.

El relato del milagro oculta el esfuerzo, la experiencia y la capacitación. Los Bomberos Voluntarios están preparados para saber responder ante distintos siniestros. Son los primeros en llegar ante un incendio, pero también actúan en accidentes de tránsito, en rescates en ríos y arroyos o incluso para socorrer a gatos u otras mascotas cuando no pueden bajar desde las alturas de un poste o un árbol. Claudio, como sus compañeros, le salvó la vida a Celestino, tal el nombre del perrito, no por azar sino con la experiencia de muchos años respondiendo a los llamados de emergencia. “Uno se siente con alegría, como recibir un mimo. La mayoría de las veces encontramos cosas feas, esto está bueno, muy contento. Hace 21 años que soy bombero voluntario, estoy más que orgulloso”, finalizó el bombero Claudio Dziesko.

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