"Recuerdos de una vida" por Haydée Piteo
Te acordarás, nená? Esa forma de llamarnos la una a la otra era así: "nená". En nuestras conversaciones no era por nuestros nombres.
Recuerdo aquellas tardes de fútbol en el Club Atlanta del barrio de Villa Crespo. Era la oportunidad de juego infantil para transgredir lo prohibido. Era la espera del comienzo del partido cuando ya estaban todos los vehículos estacionados. Era esconderse entre éstos para apretar las válvulas que hacían acudir corriendo al cuidador que no encontraría nunca dónde era. Ciertamente ya sabría quienes eran los pícaros transgresores: la pandilla del barrio.
Era encontrar una camioneta a donde trepar y saltar juntos arriba del espacio libre con rítmicos saltos que terminaban para huir raudamente, al anunciar los que eran vigilantes la llegada del guardia. Hasta hallar otro rodado en el que repetir las hazañas de apretar la válvulas y saltar arriba de alguno descubierto: ¡y eran tantos! ¡Qué diversión apasionante significaba a esa edad tierna de la infancia!
Pero la diversión terminaba cuando se producía el final del partido. Ahí daba inicio el espectáculo que se nos ofrecía con el accionar de las que, ya en aquel entonces, se trenzaba una hinchada contra otra. Y entonces las huidas, esta vez no del guardia, sino del peligro que se cernía cuando la policía montada perseguía a las barras bravas con sus caballerías a golpes de machetes, sobre esos espléndidos corceles que ya me fascinaban: briosos, sudorosos, llenas sus bocas de blanca espuma, repicando los cascos sobre asfalto y aceras. ¡Adentro rápido! llegaba orden materna, pero me tomaba el tiempo de contemplar el espectáculo durante un rato desde el pasillo de entrada. Era el fin del juego transgresor en una tarde ardiente de pasiones hasta un nuevo domingo de fútbol.
¿Te acordarás, nená, desde Allá?
Por Haydée Piteo
Un cuento recordatorio. Hoy a 1 año de la partida de mi melliza Beatriz Elsa Bisignano.
"Recuerdos de una vida". A veces surgen tan de improviso. Otras veces con motivo de algo que tenga relación con aquello. Y creo que a cierta altura de la vida es como ir rescatando aquello tan lejano.