Una multitud incontable espera mirando al cielo desde  la plataforma del aeropuerto. Hace apenas unos minutos los cinco aviones dejaron la pista en formación, ahora en el aire se preparan para deslumbrar como en cada presentación. Envueltos en brillosas líneas azules y blancas, dibujan con el humo blanco que emana de su escape cada movimiento, viraje o caída de cola. El corazón con la flecha, el doble espejo, el ocho cubano, el hamerhead, la bomba al final y otras tantas maniobras en formación generan aplausos y fotos desde todos los ángulos. Mientras la escuadrilla de cuatro aviones se reagrupa, el solista llama la atención con vuelos aún más arriesgados. El final es con los Sukoi 29 demostrando lo que mejor saben hacer, volar y maravillar. La Escuadrilla de Alta Acrobacia Cruz del Sur fue uno de los espectáculos más importantes en los festivales aéreos de fines de los noventa y principios del 2000.

La Fuerza Aérea Argentina contó con una escuadrilla acrobática Cruz del Sur en dos oportunidades a lo largo de su vida. Primero en los 60 con aviones F-86 Sabre y luego en los noventa con aviones rusos de la fábrica Sukhoi. Lejos de sus momentos de esplendor, los aviones fueron subastados por la fuerza y adquiridos por una firma de General Rodríguez.

Aviem Aeronáutica es una empresa dedicada a la venta, importación, exportación, fabricación y reparación de aeronaves que opera en el Aeródromo Ildefonso Durana de General Rodríguez. El mismo que le da cobijo a la Experimental Aircraft Association en su sede de Argentina y que todos los años recibe la Convención en Vuelo, un encuentro obligado para los constructores de aviones experimentales, pilotos civiles, acrobáticos y avioneros.

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Los Sukhoi adquiridos por la firma salieron a remate a principios de este año pero la decisión se tomó en junio a favor de la firma de Rodríguez. Con la llegada de septiembre se dio a conocer el resultado de la compulsa. El lote de la subasta incluía siete aeronaves, nueve motores, una hélice tripala extra y más de 200 elementos en equipos y componentes, según publicó el medio especializado Zona Militar. El monto de la venta sería de U$D 230.000 por todos los elementos.

Consultados por Castelar Digital desde Aviem explicaron que el objetivo de la compra es poner en vuelo a los aviones, que se queden en el país y, como meta final, volver a conformar una escuadrilla acrobática, aunque recién se dio el primer paso. “La idea es ir poniéndolos en vuelo de a uno, pero hace mucho tiempo están sin volar”, destacó el Ingeniero Ernesto Acervo, socio gerente de Aviem.

“Se hizo la adjudicación, se hizo el pago, falta que la Fuerza Aérea emita la orden de venta para concretar el traspaso y ahí vamos a poder ir a Rio IV a ver los aviones. Vamos a desarmarlos y traerlos a General Rodríguez. Recién ahí vamos a saber con cuál podemos empezar. Sabemos que tres están completos. Hay dos que sería más fácil ponerlos a volar, el AC-101 y el AC-103 (matrículas de sus épocas en la Fuera Aérea) que volaron en 2010. Los otros están incompletos, hay que importar partes. Es un camino largo”, completó.

Los Sukhoi de la Cruz del Sur
En 1998 la Fuerza Aérea adquirió en Rusia ocho aviones Sukhoi Su-29AR. Si bien la fábrica se destaca por el diseño y creación de aviones caza de superioridad aérea como el Sukhoi 27, el Su29 no se parece a sus hermanos veloces, poderosos y cargados de misiles. El Su-29 es un pequeño y potente avión acrobático. Con motor a pistones, radial, ala baja y preparado para dos pilotos sentados uno detrás del otro, tiene la capacidad de realizar giros cerrados y vuelos invertidos sin mayor dificultad ya que soporta hasta 11 veces la fuerza de la gravedad sobre su estructura durante las maniobras más arriesgadas y su potente motor le permite superar los 400 kilómetros por hora.

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La Fuerza Aérea los destinó a la IV Brigada Aérea de Mendoza donde conformaron la Escuadrilla Cruz del Sur, que se transformó en la embajadora de la fuerza en todo encuentro y festival aéreo realizado en el país. En la zona oeste se los supo disfrutar en presentaciones sobre la I Brigada Aérea de El Palomar o sobre la Base Aérea Militar Morón en Jornadas de Puertas Abiertas o incluso en el recordado Aviation Show South America de 1999.

El espectáculo brindado por la Escuadrilla de Alta Acrobacia Cruz del Sur comenzaba en tierra, en la plataforma donde los aviones alineados eran montados por sus pilotos, vestidos de un característico azul brillante. La puesta en marcha y pruebas de equipos era parte del show y aglomeraba al público contra las vallas para verlos de cerca. La operatoria del diafragma que cubría los cilindros del motor radial eran el detalle buscado por los avioneros y fanáticos. El vuelo, las acrobacias y las arriesgadas maniobras no aceptaban público temeroso. Sus presentaciones eran una demostración de destreza y del profesionalismo de este especial equipo de la Fuerza Aérea.

Los recortes presupuestarios y requerimientos especiales de los aviones en cuestiones de inspecciones y vínculos con sus fabricantes, llevaron a que los Sukhoi dejen de volar para el 2006. En 2010 hubo un proyecto para reactivar la escuadrilla pero ya no en Mendoza sino directamente en la Base de Morón. Incluso dos de los aviones desfilaron en vuelo en un festival realizado aquel año en la ex VII Brigada, pero la iniciativa no se concretó.

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Desde entonces los aviones estuvieron almacenados a la espera de mejor suerte, pero a principios de 2021 la Fuerza Aérea Argentina anunció que ponía en venta a sus esbeltos aviones rusos. Antes, la Fuerza Aérea anunció que la Escuadrilla Cruz del Sur sería equipada con el avión de desarrollo nacional IA-63 Pampa. Se trata de un entrenador avanzado, mono reactor y biplaza, diseñado y producido en la Fábrica Militar de Aviones y continuado por la Fábrica Argentina de Aviones de Córdoba. Incluso se llegó a presentar en 2012 un avión con los colores que luciría la renovada escuadrilla, pero la propuesta tampoco avanzó, quedando así los Sukhoi como los últimos aviones que voló la Cruz del Sur.

“La idea es que queden en el país, el formato aún no lo tenemos. Cuando estén acá seguramente se contrate personal técnico de Estados Unidos o Rusia para que los habiliten nuevamente. Tenemos que ponerlos en vuelo antes de soñar en la forma en que van a volar, pero la idea es formar una escuadrilla, hay interesados en volarlos para armar una escuadrilla. No puede ser la Cruz del Sur porque es de la Fuerza Aérea, quizás la reactiven con Pampas o Tucano, pero nosotros queremos una escuadrilla de Su-29”, finalizó Acervo.

Aún falta mucho tiempo para volver a ver a los aviones que integraron la Cruz del Sur volando en los cielos de General Rodríguez, pero se dio el primer paso para que otra vez puedan asombrar con sus arriesgadas maniobras y piruetas sobre algún aeródromo de la región.

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